sábado, 5 de agosto de 2017

La meteórica carrera del cardenal Norberto Rivera busca desenlace

La meteórica carrera del cardenal Norberto Rivera busca desenlace

El sociólogo Bernardo Barranco coordina un perfil coral sobre los 22 años en el poder del influyente arzobispo primado de México

Si Norberto Rivera tuviera una parábola esta contaría su ascenso desde una familia pobre de Durango (norte de México) hasta lo más alto de la Iglesia católica. Leer Norberto Rivera: el pastor del poder (Grijalbo, 2017) es conocer a detalle el viaje de 29 años que transformó al hijo de un campesino que se vio obligado a migrar a Estados Unidos para mantener a su familia en un cardenal que fue considerado papable en el cónclave de 2005 tras la muerte de Juan Pablo II. El todopoderoso cardenal de la arquidiócesis de Ciudad de México, con 6.7 millones de feligreses, está en el ocaso de su carrera.

"Era un personaje muy rústico. No sabía ir al baño. Venía del mundo indígena y no sabía utilizar la taza del baño", cuenta el sociólogo Bernardo Barranco, el coordinador de este perfil coral a nueve voces que retrata al arzobispo primado como un hombre lleno de contradicciones. "Ahora habla italiano, francés y latín. Conoce de vinos franceses –su vino de mesa cuesta más de 3.000 pesos—y le encanta viajar en los jets privados de sus amigos".

La publicación de este libro coincide con la renuncia de Rivera, un trámite obligatorio que los jerarcas católicos deben presentar al Papa cuando cumplen 75 años de edad y 30 como obsipos. Esto ha abierto un nebuloso relevo en la Iglesia mexicana. Francisco aún debe de aceptar la dimisión del cardenal mexicano. Nadie sabe exactamente cuándo sucederá esto, pero los expertos creen que es poco probable que esto suceda antes de las elecciones presidenciales de 2018. "Norberto puede erigirse ante el Vaticano como el único líder que puede defender la agenda de la Iglesia en estos momentos de cambios que vienen", considera Barranco.

El poder de Rivera en Roma ha disminuido en los últimos años. A pesar de esto, continúa siendo la figura del clero con más peso en México. Franco Coppola, el nuevo nuncio apostólico, aún toma el pulso al país al que llegó en septiembre pasado. Rivera se perfila así para ser testigo del cuarto relevo presidencial desde la arquidiócesis, a la que llegó designado por Juan Pablo II en junio de 1995. "Rivera tiene asideros con algunos de los candidatos. Es cercano a Margarita Zavala, que es católica, a Miguel Ángel Mancera y es muy amigo —íntimo— de Andrés Manuel López Obrador", considera Barranco, quien tiene estudios de posgrado en la Escuela de Altos Estudios Sociales de París.

La renuncia de Rivera ha abierto la puerta al balance que deja tras 22 años en la arquidiócesis. Mucho se ha escrito sobre el que seguramente será su legado más cruel: la protección a la pederastia clerical. "Se lo ganó a pulso por haber defendido públicamente a Marcial Maciel [el fundador de los Legionarios de Cristo]. No fue neutro incluso cuando Maciel fue condenado por el Vaticano", asegura el sociólogo.

El libro coordinado por Barranco intenta ampliar el retrato de uno de los hombres más poderosos de México. La periodista Mónica Uribe echa un vistazo a las oscuras finanzas de la Iglesia mexicana. La teóloga Marilú Rojas analiza el discurso eclesiástico de Rivera desde una perspectiva de género. Alberto Athié, un exsacerdote que ha denunciado a Rivera penalmente por encubrir a pederastas, enumera las polémicas que marcaron su episcopado. La activista Fátima Moneta lo juzga como pastor de almas.

Estos capítulos muestran a un hombre de grandes contradicciones que deja un amargo legado. Rivera no supo adaptarse a los cambios que la capital mexicana adoptó rápidamente a pocos años de su llegada a la arquidiócesis. "Encabezó un proyecto fallido, un modelo de Iglesia que fracasó en México. Norberto no acompañó el proceso de secularización y modernización del país. No entendió que el monopolio religioso también se transformó, como hizo la política y algunas industrias. Siguió pensando como un católico conservador con actitudes caducas", dice Barranco.

Esto ha auxiliado a acelerar una pérdida de fieles. Los creyentes católicos en Ciudad de México han pasado de siete millones de personas en el año 2000 a 6.78 millones en 2010. Una caída del 6%, según las últimas cifras disponibles del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. La capital del país es la que presenta una pérdida más pronunciada de fieles si se le compara al resto de México. En cambio, los protestantes y evangélicos han ganado terreno. Y las personas que afirman no tener religión se encuentran en un máximo histórico (5,6%). "La gente no ve en él un líder espiritual", agrega.

La vida del arzobispo no es la estampa de ningún santo. La historia del niño pobre que dejó su comunidad La Purísima para irse al seminario y después a Roma busca desenlace. Barranco se pregunta si ese futuro incierto encierra para Rivera un destino parecido al que tuvo el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, acusado de lavado de dinero y enriquecimiento ilícito o el de Onésimo Cepeda, que en 2010 hizo frente a una demanda por fraude y abuso de confianza. Alberto Athié recuerda en el libro las palabras que el exnuncio Giuseppe Bertello confió al padre Antonio Roqueñí: "El día que se sepa todo sobre el cardenal Rivera, el caso Maciel se quedará corto". La respuesta a esta pregunta sigue de momento en el Vaticano. Solo un hombre la conoce. Se llama Jorge Mario Bergoglio.

Evernote te ayuda a recordar todo y a organizarte sin esfuerzo. Descarga Evernote.

viernes, 4 de agosto de 2017

El Pato Ávila: los invito a quitarse la sotana... | La Opción de Chihuahua

El Pato Ávila: los invito a quitarse la sotana...
Jueves 27 de Julio 2017, 8:32 am

Javier Ávila Aguirre

Chihuahua.- El consejero de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, Javier Ávila Aguirre, emitió un posicionamiento relacionado a la impugnación de su nombramiento en el cargo arriba citado, haciendo mención en que todos aquellos que cuestionan su nombramiento bajo el argumento de que se rompe el estado laico, no denunciaron en tiempo y forma el saqueó llevaba el ex mandatario estatal.

En el documento cuestiona a todos aquellos "doctores de la ley" que actualmente acusan al sacerdote de romper con el estado laico que marca la constitución por ocupar un cargo en la función pública, y que mientras la pasada administración saqueaba las arcas y al mismo tiempo bendecía al estado, los antes mencionados no hicieron nada.

Acusa a todas estas personas de defender al mandatario estatal por no denunciar todos estos actos de saqueo, además de que más delante, hace hincapié en que él primero fue ciudadano y después sacerdote, lo que no lo pondría en ningún problema para ocupar el cargo.

Javier Ávila hace la reflexión de que si por ser parte de un culto religioso se violenta el estado laico, entonces a todo este tipo de personajes se le debería de negar incluso el acceso a los edificios públicos.

El documento se reproduce a continuación tal cual ha sido expuesto.

Me sorprende la ausencia de los doctores de la ley, de los tantos sabios y peritos que en estos días han saltado a la palestra, cuando el prófugo de la justicia César Horacio Duarte Jáquez violentó de manera tan descarada y flagrante el "estado laical".

Con una mano saqueaba el Estado y con la otra lo consagraba al Sagrado Corazón de Jesús. ¿Estarían con la cabeza inclinada esperando la gracia divina y secundando el delito? ¿Estarían gestionando en el extranjero una residencia para el señor? Tal vez, y por esa razón no se dieron cuenta de tamaño sacrilegio que convirtió al autor en un delincuente con todos los elementos no sólo para ser procesado sino para ser destituido como máxima autoridad del Estado. ¿Eso no violentó el "estado laico"? ¡Qué descaro! Quienes aceptaron y callaron este hecho, quienes con su presencia lo avalaron, quienes bajaron la cabeza y aplaudieron, se convirtieron en cómplices de un delincuente. ¿Por qué razón no se rasgaron las vestiduras entonces? ¿A quién le tuvieron miedo? ¿Por qué callaron?
"Veritas liberabit vos" (consulten Google por si no saben la traducción). 

Si yo violentara el "estado laico" aceptaría que se me aplicara la ley, a diferencia de quien sí lo hizo y no fue "tocado ni con el pétalo de una rosa…"


Antes de ser sacerdote soy ciudadano; primero fui ciudadano y luego sacerdote, y esta opción personal en ningún momento me quita mi ciudadanía, misma que es patente con mi pasaporte y con mi credencial de elector, documentos ambos otorgados a mi persona por el estado mexicano.


El "estado laico" se violenta, el "estado laico" se rompe cuando actúo como ministro de una iglesia, cuando actúo en mi carácter sacerdotal, cuando hago proselitismo dentro de unas oficinas de gobierno, cuando celebro un rito religioso en esos espacios; pero no cuando actúo como cualquier ciudadano, defendiendo los derechos de las personas, atendiendo a víctimas del delito. 

Si mi sola presencia violentara el "estado laico" no podría entonces entrar a ninguna oficina de gobierno, se me prohibiría hablar con las autoridades gubernamentales, las puertas del palacio de gobierno estarían cerradas para mí, no me podría sentar a la mesa con ningún funcionario público.

Les informo que un presidente de la República me convocó junto con otro grupo de sacerdotes a Los Pinos para dialogar un conflicto nacional. ¿Ese personaje rompió el "estado laico"? ¿Sacarían de palacio de gobierno las imágenes del cura Hidalgo, de Guadalupe Victoria? 

¡Cuidado con saludar a un cura porque se contamina su "pureza laical"! 

Habría que poner a la entrada del palacio de gobierno y a la entrada de cualquier oficina gubernamental un letrero que diga: "Se prohíbe la entrada a cualquier ministro del culto". ¡Ridículo! ¿De dónde les vendrán tantos traumas a estas personas que temen perder su "laicidad"? ¿Por qué no descaran más sus fobias?


¿Mi sola presencia rompe y violenta el "estado laico"?


Los invito a que se quiten la sotana que se han puesto en los ojos y se aventuren a sumarse para construir un país más digno y un estado más grande.

¿Cuándo seremos capaces de superar lo que nos separa para preocuparnos más unos por otros? Para esto se necesitan altos niveles de madurez e inteligencia, difíciles de encontrar entre muchos "dueños" de la ley. ¿Qué nos falta para aprender a reorientar los pasos hacia el compartir y el colaborar? ¿Qué nos falta para aprender a romper egoísmos y construir comunidad?


Recientemente leí que "el futuro demanda que cada quien asumamos una responsabilidad cada vez más amplia en medio de una tierra demasiado parcelada. Caduca para siempre aquello de "¡Sálvese quien pueda!"… que hizo insostenible la vida, que nos colocó al borde del abismo colectivo. La diabólica deriva de pensar sólo en primera persona ha puesto en cuestión el futuro del planeta y de la humanidad. Toca ahora ensayar lo nunca probado a gran escala: anteponer los intereses colectivos a los personales, pensar en el beneficio de la comunidad antes que en el propio. Ya no vivir sólo para nosotros y los nuestros, sino convertirnos cada quien en guardianes del otro, en custodios de la comunidad global."

Por delante nos aguarda aquella era por fin fraterna, el tiempo de la ayuda mutua, de la prevalencia del principio superior de solidaridad universal, de la máxima sagrada de unidad en la diversidad. O rompemos paradigmas o vamos al fracaso.

Javier Ávila Aguirre, S. J.
Presidente
Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, A. C.

Reportero:  Federico Martínez Vargas

Evernote te ayuda a recordar todo y a organizarte sin esfuerzo. Descarga Evernote.