*EL MÁS GRANDE
Morena quiere ser el partido político más grande del mundo, pero no se acercará ni tantito al Partido Popular de la India (Bharatiya Janata Party) que tiene alrededor de 180 millones de militantes. Tampoco se aproximará al Partido Comunista de China (PCCh) que cuenta con cerca de 91 millones de miembros. Lo que sí, Morena será el partido más grande de Latinoamérica, dejando atrás al Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil que cuenta con 1.6 millones de afiliados.
Durante once años su carrera ha sido vertiginosa. Morena tiene en sus manos la presidencia de la República, controla el poder Legislativo y está a punto de hacerse del poder Judicial; gobierna 23 estados y es mayoría en 27 congresos locales, además cuenta con una cuarta parte de ayuntamientos del país. Modificó la Constitución para militarizar la seguridad pública; desapareció a los órganos autónomos de transparencia y acceso a la información, telecomunicaciones y competencia económica; dicta la línea editorial de los medios públicos; pacta con las empresas privadas de comunicación. Morena tiene casi todo y quiere más.
Para este 2025, año en que no habrá elecciones federales, salvo la enmarañada elección judicial, el partido tiene asignado un presupuesto de 2,486 millones de pesos, que representa el 35% de los recursos públicos que el INE tiene proyectado para los partidos políticos en México.
Morena quiere ser un partido de Estado.
Hace unos días, en la reunión que sostuvieron Luisa María Alcalde y Andrés Manuel López Beltrán con legisladores de su partido, se impusieron el reto de afiliar a 10 millones de personas, y echaron a andar la aplanadora: credencialización electrónica, recorridos por todo el país y oficinas de afiliación en el Congreso.
Ampliar su base popular, construir un partido de masas a la vieja usanza. Morena pretende tener control de la vida pública comprando lealtades o doblando a dirigentes de sindicatos y gremios empresariales. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ofreció la afiliación partidista de 5.5 millones de maestros y sus familias. Una locura que no tiene sustento en los estatutos del mismo partido que establece que "la afiliación debe ser individual, libre, pacífica y voluntaria", prohibiendo la afiliación corporativa.
No todo es miel sobre hojuelas. La crisis en la relación con Estado Unidos, quien ha señalado al gobierno de México de tener vínculos con el crimen organizado -sospecha que alcanzaría a varios gobernadores provenientes de Morena-; los bajos perfiles (y las altas lealtades) en el servicio público y en gobiernos de varios estados, así como las acusaciones de corrupción y otros delitos contra exgobernadores, evidenciados por sus propios camaradas, pone en entredicho la unidad partidaria.
Las pugnas que empezaban a aflorar en los últimos meses del mandato de López Obrador, hoy se han vuelto más abiertas y descaradas: Ricardo Monreal contra Adán Augusto, Rocío Nahle vs los Yunes, Salomón Jara vs Alejandro Murat, Cuauhtémoc Blanco vs Margarita González, Fernández Noroña vs Félix Salgado. Los pleitos en la cúpula partidaria dividen y confrontan a las bases. El partido más grande y más fuerte de México, es también el de mayor división y confrontación interna.
Las recientes afiliaciones a Morena de cuadros de dudosa reputación: Miguel Ángel Yunes Márquez, Alejandro Murat, Rubén Rocha Moya, Cynthia López Castro, sólo por mencionar a algunos de ellos, abrieron el debate al interior de Morena sobre los principios que deben regir al instituto político. La pequeña revuelta fue apaciguada con la promesa de Luisa María Alcalde de que todas las inconformidades las resolvería la Comisión de Honor y Justicia. ¿Qué va a suceder? Nada, pero el malestar está latente.
Morena quiere crecer más, al precio que sea, pasando incluso sobre sus principios fundacionales y rechazando por la vía de los hechos la lucha social por la conquista de derechos que data de más de cuatro décadas en México. En su obra Posdata (1970), Octavio Paz nos advirtió sobre los riesgos de la concentración del poder en un solo líder y en un solo partido: "esta situación no puede ser sostenible sin los riesgos de un estallido social".
Morena quiere más, ¿a qué costo?
Mi colaboración en El MuroMx 👇🏿
Fotografía Redes Sociales de Rubén Rocha Moya