domingo, 25 de marzo de 2012

Aquí y más allá

Los ateos, no creyendo ni en Dios ni en el más allá , toman las cosas presentes como si fueran las únicas y últimas; por lo cual se apresuran a apoderarse de las mismas a como dé lugar: robos, asaltos, fraudes, asesinatos, mentiras... Solamente Cristo combina nuestra vida presente con el más allá . El nos dice que todo lo que hacemos en el tiempo, bueno o malo que sea, se vuelve eterno ya sea como cielo o bien como infierno respectivamente. Al irnos de aquí ya no hay lugar para arrepentimiento.
(San Cipriano)

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