El caso de Iguala: desafío para
todos
de
Carlos Garfias Merlos // Arzobispo de
Acapulco
Acapulco, Gro., a 12 de octubre de
2014
...
El caso de Iguala: desafío
para todos
Quiero expresar mi dolor y
el de la Iglesia Católica por todas las secuelas que se han surgido, a partir
de la tragedia de Iguala. Es preciso que veamos el dolor, también como una
oportunidad para generar solidaridad con todos los que sufren y responsabilidad
para que estas tragedias no vuelvan a suceder. Me dirijo, de manera particular,
a las familias de los jóvenes estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, lo mismo
que a sus directivos y alumnos, para expresarles este dolor y mi acompañamiento
cercano en este momento de prueba. Sé que se han organizado para orar en la
misma escuela por sus muertos y desaparecidos. La Arquidiócesis de Acapulco se
suma a sus oraciones organizando una jornada de oración por la paz y por
ustedes mismos. El Señor Jesús a través de Santiago Apóstol les hará llegar el
consuelo y la esperanza que necesitan.
La tragedia que tuvo lugar
en Iguala, con sus asesinados y desaparecidos ha derivado en una crisis con
alcance político en el estado de Guerrero y ha visibilizado problemas que
agobian a los guerrerenses y que necesitan ser abordados con toda
responsabilidad por todos los actores sociales y políticos. En primer lugar, me
preocupa el aumento de víctimas de las violencias en varias regiones del
estado, que necesitan ser atendidas adecuadamente de acuerdo con lo establecido
en la Ley General de Víctimas. Esto hace pensar en la necesidad de una Ley
Estatal de Víctimas que asuma las tareas de justicia restaurativa que se
requieren en estos casos. Los miles de crímenes que se han acumulado en los
últimos años necesitan ser aclarados y se requiere la reparación del daño para
sus familias.
Me preocupa también la
desconfianza de la población hacia las instituciones públicas, que han mostrado
su vulnerabilidad ante las organizaciones criminales, la cual va creciendo
generando un profundo daño social y político. Es necesario pensar en la
necesidad de una estrategia integral para recuperar la confianza saneando las
instituciones, sobre todo las que se relacionan con la procuración y
administración de justicia y la seguridad pública.
También quiero insistir en
el llamado a las autoridades para que se realice la investigación completa de
los hechos y se informe puntualmente a las víctimas y a la opinión pública de
los avances de dicha investigación. A su vez, quiero hacer un llamado a todos a
buscar cambios de colaboración y de corresponsabilidad, tanto desde la sociedad
civil como desde la función de las autoridades, para buscar la paz en Guerrero,
la paz que requiere de la justicia, de la reconciliación y de la solidaridad.
La paz que implica perdón y atención, cercanía y acompañamiento a las víctimas.
No conviene atizar odios ni ánimos de venganza, ni conviene que se quiera sacar
provecho político o de otra índole del sufrimiento de tantas familias
guerrerenses que necesitan nuestro apoyo y cercanía.
http://www.cem.org.mx/articulos/2042-el-caso-de-iguala-acapulco-nomal-de-ayotzinapa-arzobispo-cem.html
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