Fecha: 13 de octubre de 2012 17:50
Adiós, Felipe.
Jorge Rocha.
Recibí con mucha sorpresa y tristeza la noticia del fallecimiento de Felipe Vicencio Álvarez, político congruente, demócrata, luchador social y comprometido con los más pobres. Lo conocí desde el año de 1993, cuando fue mi profesor de las materias de Filosofía Mexicana y Latinoamericana, con su guía leí los textos de Vasconcelos, Zea, Dussel, Miró Quesada y otros que generaron reflexiones filosóficas desde la situación de pobreza que priva en el continente y que proponían que una de las claves de esta corriente de pensamiento era entender que se tenían que transformar las condiciones sociales en las que vive la mayor parte de los pobladores de América Latina y México. Vicencio fue congruente con aquello que nos enseñó hace poco menos de 20 años, porque sin duda uno de los faros que condujo su vida política, fue la necesidad de hacer de este país un mejor lugar para vivir.
Sin duda hay muchos momentos y logros que podemos destacar a lo largo de su trayectoria en la vida pública de Jalisco, pero quiero destacar dos que me parecen fundamentales: Felipe Vicencio es de la generación de panistas que lograron la alternancia política en el estado. Contendió varias veces a puestos de elección popular y dentro de su propio partido era conciliador y representaba a la vez a una de las alas más moderadas de ese instituto político. También era depositario de la doctrina panista más ligada al compromiso social, sobre todo aquella que veía por los intereses de los más pobres. Estas características posibilitaron que Felipe fuera miembro de la primera Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) en Chiapas, que tenía como propósito lograr acuerdos de paz entre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el gobierno federal. Esta actividad lo marcó para el futuro y no resulta nada extraño, entonces, que durante el último sexenio se haya convertido en el delegado federal de la Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol) en Jalisco, donde realizó un trabajo eficiente, sin estridencias, que no fue cuestionado ni por la clase política, ni por grupos de la sociedad civil organizada, pero que sobre todo buscaba que a través de las políticas públicas se pudiera combatir la desigualdad en la entidad.
El otro asunto que me parece sumamente relevante en su actuación política fue su abierta y franca lucha por democratizar a los medios de comunicación en México. Vicencio, como legislador, se opuso a la aprobación de la llamada Ley Televisa, que era extremadamente conveniente para el duopolio televisivo y muy desfavorable para los ciudadanos. Él y otros legisladores lograron frenar la aprobación de esta iniciativa por ser anticonstitucional. Recuerdo que cuando estaba en el momento más álgido del conflicto, le escribí un correo electrónico expresándole que pocas veces había sentido que mi interés ciudadano era representado por un legislador. Sólo me respondió que estaba cumpliendo con su deber. Esta lucha le trajo muchas confrontaciones, sin embargo se mantuvo firme en sus convicciones. En los últimos años Vicencio formó parte del capítulo Jalisco de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi). Además de su labor como delegado de Sedesol en el estado, Vicencio se encontraba también dando clases en el ITESO sobre Derecho a la Información y los lunes publicaba su columna en La Jornada Jalisco. En los últimos páneles que nos tocó compartir y en algunas breves pláticas que tuvimos, una discusión que teníamos giraba alrededor de la cada vez más amplia separación entre la clase política y los ciudadanos. Felipe sostenía que era necesario zanjar esa distancia y generar más acercamientos entre ciudadanos y políticos; y nos criticaba a todos aquellos que mostrábamos que la distancia era cada vez mayor. Lo que sí me queda claro es que él sí llevaba a cabo lo que proponía, ya que siempre estuvo cerca de las causas ciudadanas en las cuales con frecuencia se involucraba. Descanse en paz Felipe Vicencio, amigo y compañero de camino, estoy seguro de que muchos te vamos a extrañar. Mis más sinceras condolencias para su familia. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario