Nos mintieron con el Huracán Patricia
Medios y políticos han mentido sobre el Huracán Patricia; no es el más grande de la historia, si apenas es uno de los más fuertes que impactaría costas mexicanas en 50 años. Esto lo adelantó así el metereólogo Ángel Meulenert para la televisión Canal 44 TV de la Universidad de Guadalajara.
Y para cuando, a horas de haber impactado en tierra, el huracán pasó de ser el "más devastador en la historia del planeta" a una tormenta tropical de categoría dos, estamos obligadamente a cuestionar sobre lo que se ha pretendido ocultar desde el aparato de Estado y los medios de comunicación, exagerando el tamaño del fenómeno y desplazando recursos del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) para un apocalípsis que no ocurrió ¿A donde parará ese dinero? Las autoridades no dijeron ni el monto de lo destinado, ni hay mecanismos de rendición de cuentas al respecto.
Además, hay que recordar que México atraviesa una época de privatización de los recursos naturales; las playas, por supuesto, forman parte de los objetivos. Kilómetros de costas que pretenden ser dadas para su explotación a corporaciones nacionales y extranjeras con fines privados. En ese sentido se vuelve inevitable calcular que la poca o mucha devastación de los territorios costeros podría ser aprovechada para justificar su venta.
No es algo inventado. Ya ocurrió entre 2009 y 2010 con la presunta pandemia de influenza H1N1 cuando medios y políticos aseguraron que los muertos caían por decenas, pero nadie podía dar testimonio de ello. Recuerdo a Naomi Klein, la autora del libro "La doctrina del shock", quien señala que el capitalismo suele beneficiarse de los desastres naturales, sobre una premisa básica dictada desde el poder: "hacerle recordar a la gente cuanto nos necesitan". Generar caos, sembrar pánico, repetir mil veces la misma versión en la prensa... "el huracán más grande en la historia"... "sus efectos serán devastadores"... y obtener lo que se quiere de una presa débil y asustada.
Parece que la verdadera tormenta económica y política vendrá tras el paso del huracán.
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El astronauta Scott Kelly difundió esta imagen del huracán Patricia tomada desde la Estación Espacial Internacional. FOTO: @Space_Station |
Y para cuando, a horas de haber impactado en tierra, el huracán pasó de ser el "más devastador en la historia del planeta" a una tormenta tropical de categoría dos, estamos obligadamente a cuestionar sobre lo que se ha pretendido ocultar desde el aparato de Estado y los medios de comunicación, exagerando el tamaño del fenómeno y desplazando recursos del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) para un apocalípsis que no ocurrió ¿A donde parará ese dinero? Las autoridades no dijeron ni el monto de lo destinado, ni hay mecanismos de rendición de cuentas al respecto.
Además, hay que recordar que México atraviesa una época de privatización de los recursos naturales; las playas, por supuesto, forman parte de los objetivos. Kilómetros de costas que pretenden ser dadas para su explotación a corporaciones nacionales y extranjeras con fines privados. En ese sentido se vuelve inevitable calcular que la poca o mucha devastación de los territorios costeros podría ser aprovechada para justificar su venta.
No es algo inventado. Ya ocurrió entre 2009 y 2010 con la presunta pandemia de influenza H1N1 cuando medios y políticos aseguraron que los muertos caían por decenas, pero nadie podía dar testimonio de ello. Recuerdo a Naomi Klein, la autora del libro "La doctrina del shock", quien señala que el capitalismo suele beneficiarse de los desastres naturales, sobre una premisa básica dictada desde el poder: "hacerle recordar a la gente cuanto nos necesitan". Generar caos, sembrar pánico, repetir mil veces la misma versión en la prensa... "el huracán más grande en la historia"... "sus efectos serán devastadores"... y obtener lo que se quiere de una presa débil y asustada.
Parece que la verdadera tormenta económica y política vendrá tras el paso del huracán.
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