viernes, 27 de abril de 2012

Raúl Vera: Mensaje en al Vigilia Pascual (Abril_2011)

Exhorta a compromiso cristiano .

En respuesta a la muerte y resurrección de Jesús
Obispo de la Diócesis de Saltillo, Fray Raúl Vera López, emite su mensaje en la Vigilia Pascual, celebrada en la Catedral de Santiago Apóstol
La fuerza del Espíritu de Cristo sigue estando presente y no disminuye; pero debemos salir del espejismo de que todo está bien”, exhortó el Obispo de Saltillo Fray Raúl Vera López en su mensaje de Pascua 2012. Lo anterior al referirse a la nueva alianza que Cristo signó con su muerte y resurrección, la cual dijo está más viva que nunca y devuelve a los creyentes su dignidad de personas; pero exige también que asuman la responsabilidad y colaboren para construir una sociedad más justa.
Dios quiere una vida digna

“Ustedes deben salir convencidos de que por la muerte y resurrección de Cristo ya murieron al pecado y viven únicamente para Dios; de una vida alta y digna que les debe llevar a dignificar y a purificar la tierra… ya ha habido naciones que se han sabido unir. En Irlanda se unieron en las alcaldías y la gente gritaba o los echan fuera o ustedes se van fuera y fue entonces que empezaron a agarrarlos, a quitarles el dinero y las propiedades; pero el pueblo se puso las pilas”.
Aseguró que desde el anuncio del ángel a las mujeres que encontraron la piedra corrida en el sepulcro: “no está aquí, el que buscan ha resucitado”; tal noticia ha cambiado el rostro, sendero y camino del mundo “y nosotros tenemos que entender esto, ser consecuentes con ello. Lo que está pasando en este momento en el país, en el estado de Coahuila, esta violencia que se ha generado no tiene sentido y más para nosotros que entendemos la nueva vida que palpita en la historia humana desde que Cristo resucitó”, reiteró.

Toca transformar el mundo

El Obispo de Saltillo sostuvo que para Dios no hay límite en transformar al hombre y a la historia, “pero nosotros debemos colaborar con Él, tomar el poder de la transformación de la Pascua de Jesús. El Papa nos decía: el mal no tiene la palabra definitiva, no es invencible, tienen que perseverar y tener paciencia no sólo para soportar sino para restaurar el bien. Tenemos que actuar”.
Para empezar, añadió, “no nos damos cuenta que estamos contaminados con el pecado cuando aceptamos las injusticias que se hacen a los demás sin conmovernos. Tenemos que aceptar esa purificación que de nuestros sentimientos, nuestra voluntad e inteligencia quiere hacer Dios… Esto requiere que nosotros entendamos que hemos sido puestos en una situación diferente. Eso de decir no se puede hacer nada es entender mal la vida, nuestro bautismo nos hace pasar de la mediocridad a la gracia, a la vida”. Insistió que con Cristo “tenemos la fuerza para zafarnos de la violencia, pero debemos salirnos de esa mirada de que mientras no me toque a mi yo no me meto”.
Injusticias como en el Antiguo Testamento

En este sentido comparó lo que Dios reprobaba del pueblo de Israel en el siglo VI antes de Cristo, con lo que ocurre actualmente en el país y subrayó que pese al tiempo son pocas las diferencias. Para enfatizarlo, leyó uno de los pasajes: “Allí están los príncipes de Israel (que eran los jefes políticos) cada uno según su poder… sólo ocupados en derramar sangre. En ti se desprecia al padre y a la madre, en ti se maltrata al migrante, en ti se oprime al huérfano y a la viuda. Uno comete abominación con la mujer de su prójimo, el otro se contamina de manera infame con su nuera, otro hace violencia a su hermana, la hija de su propio padre”.
Continuó: “En ti se acepta soborno para derramar sangre, tomas a usura e interés, explotas a tu prójimo con violencia, los príncipes que en ella residen son como un león rugiente que desgarra a su presa. Han devorado a la gente, se han apoderado de haciendas y joyas, han multiplicado las viudas en medio de ella… ¿Cuántas viudas hay hoy dentro de los 50 mil muertos, cuantas apropiaciones de propiedades que les quitan?”.
El mal se vence con el bien

Recordó la visita del Papa Benedicto XVI, en la que el Vicario de Cristo declaró que el mal sólo se vence con el bien. “Con eso descobija la estrategia tan horrenda que está teniendo el gobierno federal de estar queriendo vencer al mal con el mal. Ya son cinco mil denuncias de violaciones a derechos humanos del ejército y la policía, ¿cómo vamos a vencer el mal si dentro también nosotros estamos metiéndonos en el mal? Se lo hemos dicho al presidente, usted no puede seguir con el ejército en la calle; ¿a fuerza de muerte va a vencer la muerte? Debe vencer a base de justicia, de someter a juicio a los asesinos, de sacar a los corruptos de los puestos públicos y juzgarlos; tiene que sacar a los empresarios que lavan dinero”.
Al hacer referencia a las reflexiones que poco a poco ha otorgado la Iglesia en la liturgia dominical, a manera de apoyo a la preparación cuaresmal, Vera López hizo ver que a lo largo de la historia Dios ha signado diversas alianzas con profetas según el momento histórico de su pueblo Israel, pero la última de ellas fue con toda la humanidad porque involucró a su propio hijo. “La alianza nueva y definitiva que hace con la humanidad entera por medio de la Pascua de Cristo, este es el principal motivo por el que la Iglesia conmemora cada año la Pascua del Señor, para que nos demos cuenta de los efectos, la huella impresionante que deja su muerte y resurrección en la historia”.
La alianza eterna

Dijo que ante ello, la nueva alianza de Jesús instaura una relación de confianza entre Dios y la familia humana. “El reconocimiento de nuestra dignidad, y desde ella somos verdaderamente hijos de Dios. Ya no le vamos a servir con temor servil; esto es lo que Dios no quiere”. Como todo padre de familia que desea ver madurar a sus hijos, explicó, Dios busca una obediencia con dignidad, no con temor. Es precisamente al entenderlo que nos descubrimos como personas libres, capaces de construir la historia de la humanidad. “Dios anuncia un cambio en el criterio de las personas para decidir sus opciones de vida sin dañarse a sí mismo y a su prójimo”.
Petra Rocha


“Esta violencia que se ha generado no tiene sentido y más para nosotros que entendemos la nueva vida que palpita en la historia humana desde que Cristo resucitó”.
“No nos damos cuenta que estamos contaminados con el pecado cuando aceptamos las injusticias que se hacen a los demás sin conmovernos”.
“Eso de decir no se puede hacer nada es entender mal la vida, nuestro bautismo nos hace pasar de la mediocridad a la gracia, a la vida”
Dios busca una obediencia con dignidad, no con temor

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