Columnas
El desengaño de Morena con la reforma energética; ¿por qué atacar a Polimnia Romana?
Dice Julio Hernández, en La Jornada, que "Morena y López Obrador han sido congruentes, pero no eficaces".
Para el columnista de izquierda, "el lamentable episodio médico del tabasqueño restó impacto y convocatoria a las movilizaciones claves en defensa del petróleo, pero aun con su presencia física es altamente probable que el desenlace habría sido similar al que ya se está viendo".
Según Hernández, "la obsesión electoral quitó fuerza y legitimidad a un movimiento social que de pronto pasó a inscribirse en la agenda de construcción de un partido más".
Así las cosas, para el autor de Astillero "la hoja de combate trazada por el dos veces candidato presidencial pareció insuficiente, repetitiva, tardía y tibia".
El resultado fue un cerco al Senado "disminuido y con ánimos testimoniales", que terminó por confirmar "que no hay oposición de izquierda fuerte y organizada".
Eso piensa un periodista absolutamente respetado en los círculos de izquierda. Es lo que se piensa, también, en la derecha.
Para el conductor de noticias más importante de Televisa, Joaquín López-Dóriga, como dijo en su columna de Milenio, "la protesta convocada por el tabasqueño se convirtió en manifestación testimonial que nunca pasó del medio millar y por algunas horas".
López-Dóriga es duro con AMLO y sus seguidores: "El cerco nunca se consumó, la convocatoria nunca se atendió. La reforma avanzó y quedó de manifiesto que a pesar de la fuerza del llamado, no tuvo la respuesta de la calle para montar el bloqueo que sitiara el Congreso, y menos para impedir la aprobación de la iniciativa energética. Todo, insisto, quedó en lo testimonial, en la antigua y desairada convocatoria, lo que ya debería preocuparles".
Por otra parte, en La Razón, diario especializado en cuestionar a López Obrador, dos columnistas dicen más o menos lo mismo que Julio Hernández y López-Dóriga: uno de ellos, Rubén Cortés, ha hablado de "la derrota de la izquierda en el Senado", que "no ha sido solo en votos", sino que "también ha sido cerebral"; el otro articulista, que además es el director del periódico, Pablo Hiriart, dice que el "naufragio de la izquierda" en el debate de la reforma energética prueba que esta corriente política "no tiene fondo" y "no tiene remedio".
¿Es así? ¿La izquierda, sobre todo Morena y Andrés Manuel López Obrador, han fracasado?
Hablar de fracaso puede ser injusto. Creo que, más bien, a Morena y a AMLO lo que les duele ahora mismo es el desengaño, comprobar que eran menos fuertes de lo que pensaban. Lamentablemente es lo que pasa cuando se fijan metas imposibles de alcanzar.
Es lo que pasa, también, cuando se olvida que lo básico en cualquier organización o movimiento tiene que ver con la sensibilidad de las personas.
En 2008, cuando Felipe Calderón quiso sacar adelante la reforma energética, el movimiento de López Obrador pudo impedirla, claro que la impidió. Lo logró, entra muchas otras razones, por la participación de gente valiosa y comprometida, como la famosa "Adelita" Polimnia Romana, en ese entonces colaboradora muy cercana de AMLO, una mujer que hasta se tiró al suelo, al paso de los camiones que transportaban senadores, en lo que fue una acción de resistencia civil que sacudió a buena parte de la opinión púbica mexicana.
Hoy, con Polimnia Romana lejos del equipo de AMLO, pero aún en la izquierda como diputada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, los que permanecen al lado del líder la llaman "traidora" por haberse alejado, lo que era su derecho, para buscar su propio desarrollo. Y lo peor es que, además de traidora, la califican públicamente de "hipócrita" solo por el hecho de haberse atrevido a escribir que le duele, ¡y claro que le duele después de años de ser su colaboradora!, la enfermedad de Andrés Manuel.
Si un movimiento pierde de una manera tan lamentable el sentido de lo correcto, no puede triunfar. Ojalá en Morena recapaciten, cambien y emprenden de nuevo el camino de lo justo, que es lo único que los llevará a la victoria.
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