domingo, 8 de diciembre de 2013

La muerte de Nelson Mandela — La Jornada

La muerte de Nelson Mandela

Nelson Mandela murió a los 95 años de edad en Johannesburgo. Encuentra aquí lo último acerca de su vida y las reacciones a su muerte.

Mandela universal y particular
Por Massimo Modonesi
sáb, 07 dic 2013 09:55


Dos pequeñas depositan una ofrenda en un mural en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, por el fallecimiento de Nelson Mandela. Foto Reuters

El fallecimiento de Nelson Mandela suscitó una conmoción generalizada, ya que se trataba de una figura universal, paladino de una causa políticamente correcta, ícono de la batalla contra el racismo en su versión más extrema, el apartheid. Aparecieron y seguirán apareciendo merecidos homenajes a un Mandela recortado a la medida, identificado con el perfil que adquirió en el momento de trascendencia histórica y de su visibilidad mundial desde mediados de los años 80 hasta mediados de los 90. En este recorte se construye el mito: el mártir injustamente encarcelado, el pacifista impecable, el irreductible conciliador, el hombre sabio y justo, el Gandhi sudafricano.

Ese Mandela universal corresponde efectivamente al último Mandela, al camino que lo convirtió en el padre del Sudáfrica actual. Al mismo tiempo, universalizado y transversal, el Mandela de todos aparece despolitizado respecto del conjunto de su trayectoria como luchador y se convierte en el prototipo del héroe ecuánime de los finales felices de cierre del siglo XX, finales aptos para Hollywood, en ruptura con el siglo de los conflictos ideológicos, de las polarizaciones que, según contaban –justo en estos años– los apologetas del fin de la historia, afortunadamente culminó en la armonía liberal y en la integración globalizada.

En este pasaje epocal, el triunfo de Mandela y el movimiento anti apartheid fue también exaltado por las izquierdas deprimidas y a la defensiva después de la derrota histórica de final de siglo, derrotas que se fraguaron en el terreno de los conflictos de clase, en las relaciones de fuerzas nacionales e internacionales, culminando con el colapso del bloque soviético.

Y, en efecto, el Mandela particular era uno de ellos, de los nuestros. Era un hombre forjado en la izquierda, un militante comprometido que, después de intentar el camino democrático de las movilizaciones de masas, se fue radicalizando en los años 60 y optó por la lucha armada, por la revolución como proceso insurreccional. Un recorrido similar a muchos de los izquierdistas latinoamericanos que atravesaron los años 30 y 70, el largo ciclo de ascenso de los movimientos populares, tendencialmente anticapitalistas, que recorrieron el mundo. Era también, como ellos, un hombre de partido, un militante en el sentido profundo de la palabra, una mezcla de espíritu de sacrificio, principios, mística, ideología, capacidad de agitación, propaganda y organización.

En efecto, el movimiento encabezado por Mandela, el African National Congress (ANC), propugnaba y era expresión de una lucha de liberación nacional y una lucha de clases, y no desdeñaba tener en su seno un componente importante de comunistas, que constituían la columna vertebral de la organización y destacaban por su dedicación y formación política. En plena guerra fría Mandela era un terrorista, enemigo de los intereses norteamericanos y amigo de los gobiernos antimperialistas, Cuba y Libia para poner ejemplos contrastantes. Mandela tenía muy claro que la liberación nacional sudafricana pasaba por la cuestión racial y la cuestión racial era la forma de la dominación de clase en el capitalismo, la cual, a su vez, estaba atravesada por los intereses imperialistas. No deja de ser una perspectiva actual para pensar radicalmente el tema del racismo, que debería rescatarse en medio de homenajes relativamente asépticos que circulan en aras de universalizar la figura de Mandela.

Por último, y no ha sido señalado, Mandela gobernó muy poco, al ejercer su cargo de presidente menos de dos años, entre 1994 y 1996, lo cual quiere decir que estuvo en la oposición, en la lucha social, aproximadamente 60 años, la parte fundamental de su vida política. Esto no quiere decir que no estuviese de acuerdo con el giro moderado de los gobiernos del ANC, giro que él mismo impulsó en estos primeros años marcados por las tareas de reconciliación nacional. Quiere decir que fue sustancialmente un hombre de oposición y no un estadista.

Considerando el amplio arco histórico que abarcó su vida, el Mandela particular no puede ser objeto sólo de culto universal –como está ocurriendo–, sino merece un homenaje específico, desde el lugar que ocupó a lo largo de la mayor parte de su vida, desde la lucha, desde la izquierda.

* Coordinador del Centro de Estudios Sociológicos de la UNAM

massimomodonesi.com



Sudáfrica: diez días de luto por Mandela
Por Dpa, Reuters, Ap y Afp
sáb, 07 dic 2013 08:46


Frente a la casa de Nelson Mandela en Johannesburgo, cientos de personas colocaron flores y velas.Foto Reuters

Johannesburgo, 6 de diciembre. Las plazas públicas y las iglesias de todo Sudáfrica fueron hoy el punto de reunión de miles de personas que rindieron espontáneos homenajes póstumos a su líder Nelson Mandela, fallecido el jueves a los 95 años, mientras de todo el mundo llegaron hoy condolencias a la familia y al pueblo sudafricano.

Más de 30 jefes de Estado y de gobierno africanos honraron con un minuto de silencio a Mandela en París, al comienzo de una reunión franco-africana.

Mandela es un ícono panafricano que simboliza "la solidaridad en las luchas de la humanidad contra el apartheid, la opresión y el colonialismo, y por la autodeterminación", afirmó la presidenta de la Unión Africana, Nkosazana Dlamini Zuma, en una de las más significativas declaraciones de hoy en torno a la vida del líder antisegregacionista.

Lea nota completa aquí.



Nueva York rinde homenaje a Nelson Mandela
Por Dpa
vie, 06 dic 2013 19:48


El Empire State se viste de los colores de la bandera de Sudáfrica. Foto Xinhua

Nueva York. En honor a Nelson Mandela, el famoso edificio Empire State en Nueva York fue iluminado la noche de este viernes con los colores de la bandera nacional de Sudáfrica.

Durante esta noche y la del sábado, la parte superior del rascacielos estará iluminada con los colores azul, amarillo, rojo y verde.

"De esta manera recordamos al luchador por la libertad", declaró el operador del Empire State Building en su página de Facebook. "El fallecido premio Nobel de la Paz es el símbolo mundial de la lucha contra la opresión de los negros", agregó.

El ex presidente sudafricano murió el jueves por la noche a los 95 años en su casa de Johannesburgo.



El mundo rinde tributo a Mandela
vie, 06 dic 2013 19:40


Baile y canto frente al Ayuntamiento, en Cape Town. REUTERS/Mark Wessels

Vea aquí las imágenes del segundo día de duelo por Nelson Mandela, en numerosos países del mundo, entre ellos Francia, Gran Bretaña e India.



Canciones inspiradas en Mandela
vie, 06 dic 2013 17:15


Imagen del video de Mandela - South African Freedom Committee.

La figura de Nelson Mandela y el movimiento contra el apartheid inspiraron numerosas canciones. Aquí algunas de ellas:

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1. Sun City. Artistas Unidos contra el Apartheid. Fundamental iniciativa impulsada por Steven van Zandt. Acá puede escuchar todo el álbum.

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2. Mandela. Con Malindi Mbityana en el trombón, Abdullah Ibrahim en el piano, Talib Abdul Kadr en la flauta.

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3. Bring back Nelson Mandela. Hugh Masakela.



Robert de Niro habla sobre Mandela
vie, 06 dic 2013 15:28


Imagen del video en el cual Robert de Niro y Jane Rosenthal hablan sobre Mandela. Aquí se ven, el actor estadunidense y el político sudafricano.

Nelson Mandela fue invitado en el primer año del Festival de Cine de Tribeca, en 2002, en Nueva York. Ahí lo conoció el actor Robert de Niro, fundador del Instituto de Cine de Tribeca, quien dice de él: "Tenía una manera tan digna de ser… El legado de Nelson Mandela perdurará durante muchas, muchas, muchas generaciones. La gente se inspirará con él, aprenderá de él. Quisiera que estuviera presente al menos otros cien años."

Jane Rosenthal, fundadora del Instituto de Cine de Tribeca, recuerda que en esa ocasión, Mandela "contó que cuando estaba en prisión, la noche que deseaba que llegara era la de cine, porque era el momento en que él y los custodios eran iguales, se reían de la misma cosa y lloraban de la misma cosa; era simplemente el poder de las películas de unir a la gente y compartir puntos de vista y opiniones, cosa que normalmente no ocurría en una conversación."



Editorial / Madiba, africano universal
vie, 06 dic 2013 12:35


Imagen del líder sudafricano Nelson Mandela proyectada en la fachada del ayuntamiento de París. Foto Reuters

El fallecimiento de Nelson Mandela, ocurrido ayer en Johannesburgo, si bien previsible por su avanzada edad y su mal estado de salud, ha sido recibido con consternación en el mundo. No es para menos: en la biografía del dirigente sudafricano se condensan décadas de lucha por la liberación nacional, los derechos humanos, la equidad, la democracia y la convivencia pacífica, y su figura generó un consenso planetario de respeto, admiración y reconocimiento.

Nacido en 1918 en una pequeña localidad de la Provincia Oriental del Cabo, en el seno de una familia de la nobleza xhosa, Mandela se consagró desde muy joven a las luchas estudiantiles y, posteriormente, con el título de abogado, a la díficil tarea de asesorar legalmente a ciudadanos negros, quienes eran considerados individuos de segunda clase por el infame racismo de Estado que imperaba en Sudáfrica y que fue universalmente conocido como el régimen de apartheid. A mediados del siglo pasado el hoy fallecido líder se integró al Congreso Nacional Africano (CNA), partido que hizo frente al segregacionismo con acciones de desobediencia civil y, posteriormente, por medio de la lucha armada, lo que le valió a Mandela y a otros dirigentes del CNA ser calificados de terroristas por las autoridades del régimen racista, por el gobierno de Washington y hasta por la propia Organización de Naciones Unidas. De hecho, el nombre de Mandela permaneció hasta 2008 en la lista de individuos vinculados al terrorismo que elaboran las autoridades de Estados Unidos.

En julio de 1963 Mandela y otros siete líderes del CNA fueron detenidos, procesados por el delito de traición y condenados a cadena perpetua. Aquel episodio, conocido como Juicio de Rivonia, generó el rechazo mundial al régimen racista de Pretoria. Con Mandela y varios de sus compañeros en la cárcel, la lucha contra el racismo se extendió y se articuló con otros conflictos, como la guerra civil en la vecina Angola y la lucha por la independencia de Namibia. Aunque los gobiernos de Estados Unidos y de Europa occidental criticaban de palabra al régimen sudafricano, en los hechos negociaban con él y lo consideraban un aliado en la contención de la influencia soviética en el sur del continente africano.

En el contexto de una severa y violenta crisis moral, política y económica del régimen racista, Mandela fue liberado, junto con otros 120 integrantes del CNA, en febrero de 1990. Había pasado 27 años en distintas cárceles, lapso en el cual fue sometido a trabajos forzados y a largos periodos de aislamiento. En varias ocasiones el gobierno de la minoría blanca le ofreció la libertad condicional a cambio de que promoviera en su organización la renuncia a la lucha armada, propuesta que fue invariablemente rechazada por el prisionero. Su postura siempre digna e inclaudicable le valió el sobrenombre de Madiba, un título honorífico que los ancianos de su tribu otorgaban a las personas insignes.

Tras salir de la reclusión, Mandela se consagró al proceso de negociación con el gobierno de Frederik de Klerk para desmantelar el régimen del apartheid, proceso por el cual él y el entonces presidente De Klerk recibieron el Premio Nobel de la Paz en 1993. Un año más tarde, Mandela fue electo presidente de la nueva Sudáfrica y desde el poder inició de inmediato un proceso de reconciliación nacional a fin de hacer posible la convivencia pacífica entre los distintos pueblos que habitan en su país. Una vez terminado su periodo presidencial, en 1999, se retiró de la vida política.

El fallecido dirigente sudafricano es universalmente reconocido en la actualidad como símbolo de integridad moral, de tenacidad, de grandeza y de triunfo ante las peores adversidades, y así será recordado. Es oportuno evocar sus propias palabras: "He luchado contra la dominación de los blancos y contra la dominación de los negros; he deseado una democracia ideal y una sociedad libre en que todas las personas vivan en armonía y con iguales oportunidades; por este ideal quiero vivir y también, si fuese necesario, estoy dispuesto a morir por él".

Descanse en paz Madiba.



Obama viajará la próxima semana a Sudáfrica para homenaje a Mandela
Por Afp
vie, 06 dic 2013 11:33


La bandera estadunidense fue ondeada a media asta en la Casa Blanca en memoria a Mandela. Foto Reuters

Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle viajarán a Sudáfrica "la próxima semana" para rendir homenaje a Nelson Mandela, fallecido el jueves, anunció este viernes la Casa Blanca.

"El presidente Obama y la primera dama irán a Sudáfrica la próxima semana para rendir homenaje a Nelson Mandela y participar en las ceremonias en su memoria", indicó el portavoz del Ejecutivo estadunidense, Jay Carney, sin mayores precisiones.

Carney prometió en el breve comunicado ofrecer "más detalles sobre la logística" del viaje cuando estén disponibles.

Más temprano este viernes, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, indicó que una ceremonia nacional en memoria de Mandela, fallecido a la edad de 95 años, tendrá lugar el 10 de diciembre en el estadio de Soweto. El luchador contra el apartheid será enterrado el 15 de diciembre en su pueblo de Qunu, según la misma fuente.

Toda la semana entrante fue declarada "semana nacional de duelo" en Sudáfrica, la cual comenzará el domingo 8 con un "día nacional de rezo y de reflexión".



Mandela será enterrado en Qunu el 15 de diciembre
Por Dpa
vie, 06 dic 2013 08:40


Alumnos de una escuela de la ciudad india de Chennai participan en una oración para el héroe nacional sudafricano Nelson Mandela. Foto Reuters

Johannesburgo. El héroe nacional sudafricano Nelson Mandela, fallecido el jueves a los 95 años, será enterrado el 15 de diciembre en Qunu, la localidad en la que creció situada en la provincia de Cabo Oriental, anunció hoy el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, en Johannesburgo.

Zuma decretó el 8 de diciembre como día de luto nacional y reflexión por el Nobel de la Paz.

El funeral de Estado por el luchador contra el apartheid tendrá lugar dos días después, el 10 de diciembre, en el estadio FNB de Johannesburgo, en el que se espera la presencia de líderes de todo el mundo.

Después, el cuerpo de Mandela será velado en Pretoria desde el miércoles 11 hasta el viernes 13, hasta el entierro el domingo 15 en Qunu.



EU declaró "terrorista" a Mandela; hoy Obama dice que fue "un ejemplo"
Por David Brooks, corresponsal
vie, 06 dic 2013 08:17


Nelson Mandela en la oficina Oval de la Casa Blanca, el 17 de mayo de 2005, con el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Foto Reuters

Nueva York. La cúpula política de Estados Unidos elogió hoy la vida de Nelson Mandela celebrando su visión moral y como un héroe de la libertad, la justicia y la igualdad. Ninguno recordó que Estados Unidos, durante la mayoría de su vida, lo declaró, junto con su movimiento, enemigo y "terrorista", y apoyó política y económicamente al régimen apartheid que lo encarceló.

El presidente Barack Obama declaró: "hemos perdido uno de los seres humanos más influyentes, valientes y profundamente buenos con que cualquiera de nosotros compartiremos tiempo en esta tierra. Ya no nos pertenece a nosotros, pertenece a todos los tiempos".

Lee aquí la nota completa



Portada del próximo número de The New Yorker
jue, 05 dic 2013 23:29


Esta es la portada del número del 16 de diciembre de la revista The New Yorker, en honor a Nelson Mandela.



Nadime Gordimer escribe sobre Mandela
jue, 05 dic 2013 23:19


Keaton es fotografiado por su padre Dijon Anderson, frente a la estatua de Nelson Mandela, en la embajada sudafricana en Washington. REUTERS/James Lawler Duggan

La escritora sudafricana Nadine Gordimer publica el artículo "Mandela, mi compatriota", en la revista The New Yorker. El texto comienza así:

"Que uno haya vivido su vida al mismo tiempo y en el mismo país natal que Nelson Rolihlahla Mandela fue una guía y un privilegio que nosotros los sudafricanos compartimos. También conocí el privilegio de volverme una de sus amigas. Lo conocí en 1964, durante el Juicio de Rivonia, cuando lo estaban enjuiciando por actos de sabotaje contra el gobierno, y yo estaba presente en la corte cuando lo sentenciaron a cadena perpetua."

Leer el texto en The New Yorker (en inglés).



FIFA decreta luto por muerte de Mandela
Por Xinhua
jue, 05 dic 2013 22:58


Nelson Mandela sostiene la copa mundial de futbol, luego de que la FIFA anunciara que Sudáfrica sería la organizadora del Mundial 2010. Foto: AP

Río de Janeiro. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, lamentó hoy la muerte del líder histórico sudafricano Nelson Mandela y anunció que habrá "un minuto de silencio" en los próximos partidos internacionales.

Blatter, quien está desde el domingo en el balneario brasileño de Costa do Sauípe, junto con todos los dirigentes de la FIFA para el sorteo de este viernes de los grupos del Mundial de Brasil 2014, divulgó un comunicado oficial de pésames, en la noche de este jueves (horario de Brasil), poco después de que el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, anunciara al mundo la muerte del héroe en la lucha contra el apartheid.

"Con Nelson Mandela compartí la profunda convicción en el extraordinario poder del futbol para unir al ser humano de forma pacífica y amistosa y expresar los valores sociales y educativos como una escuela de la vida", agregó Blatter, al recordar la ovación recibida por Mandela durante la final del Mundial de Sudáfrica 2010.

"Cuando Nelson Mandela fue homenajeado y aclamado por la multitud el 11 de julio 2010 en el Soccer City de Johannesburgo, fue uno de los momentos más emotivos para mí. Para él, ver la Copa Mundial en Sudáfrica fue un sueño hecho realidad", enfatizó el dirigente del ente rector del futbol mundial. "Nelson Mandela permanecerá para siempre en nuestros corazones. Los recuerdos de su inconmensurable lucha contra la opresión, su inolvidable carisma y su permanente optimismo vivirán siempre en nosotros y con nosotros", agregó Blatter.

"Como señal de duelo, las banderas de las 209 asociaciones miembro en la sede de la FIFA ondearán a media asta y habrá un minuto de silencio en los próximos partidos internacionales", concluyó el presidente de la FIFA.



La NASA rinde homenaje a Mandela
jue, 05 dic 2013 22:26



La NASA subió a su cuenta de Twitter una fotografía de Sudáfrica. En el mensaje se lee: "En honor a Nelson Mandela, quien murió hoy, aquí hay una imagen de Sudáfrica, tomada desde la ISS".



El rugby, "guinda sobre el pastel" para fin del apartheid: John Carlin
Por Tania Molina Ramírez
jue, 05 dic 2013 21:25


Morgan Freeman y Matt Damon en un fotograma de Invictus.

Publicada el 24 de enero de 2010.

Nelson Mandela vivió 27 años en una celda y salió dispuesto a perdonar a quienes lo encarcelaron. Cuando cuatro años después fue electo presidente de Sudáfrica, encabezó el movimiento político que desde tiempo atrás buscaba la reconciliación. La guinda sobre el pastel, como la llama el periodista John Carlin, fue la final de la Copa del Mundo de rugby en 1995.

En una iglesia, reparten ropa a niños negros. Todos la reciben con entusiasmo, menos el que le toca una playera del equipo de rugby sudafricano, los Springboks: él la rechaza indignado. La escena tiene lugar en la recién estrenada Invictus, dirigida por Clint Eastwood y basada en el libro Playing the enemy (El factor humano, Seix Barral), de John Carlin, corresponsal en Sudáfrica del diario inglés The Independent, de 1989 a 1995.

El rugby era el deporte de los afrikaaners. Por ende, para los negros simbolizaba el apartheid. Mandela, en cambio, vio en este deporte una oportunidad única para unir.

En la cinta, una asesora del presidente le dice que si se mete en ese terreno arriesga su capital político, arriesga su futuro como líder. Él contesta: El día en que tenga miedo de hacer eso, será el día en que no sea digno de ser un líder.

Consumación de un proceso político

El partido de rugby fue la consumación de un proceso político que Mandela había conducido durante muchos años. Fue la guinda sobre el pastel, el acontecimiento político que puso el sello a un proceso democrático que Mandela condujo con una enorme habilidad, opinó Carlin, en entrevista telefónica desde Barcelona, donde vive desde hace 11 años y trabaja para el diario El País.

Y siguió: "Fue un pastel que sin la cerecita hubiera tenido mucho menos sabor y seguramente hubiera perdurado mucho menos. Mandela logró –apoyado en su partido, en mucha gente muy valiosa que lo rodeó, pero él fue el espíritu definitivo– transformar una situación que podría haber acabado en catástrofe, en guerra civil –porque hubo un enfrentamiento racial muy fuerte y mucho resentimiento histórico acumulado– en un país democrático, estable y pacífico. Cuando Mandela salió de la cárcel, Sudáfrica tenía las condiciones para que hoy fuese una especie de Afganistán. En vez de serlo, hoy es un país democrático, estable, que está a punto de celebrar el acontecimiento público más grande que hay en el planeta: el Mundial de futbol". El libro y el filme tratan sobre cómo Mandela logró ésto, con el partido de rugby como línea narrativa.

Carlin estaba ahí el día de la histórica final contra Nueva Zelanda. La mañana de ese partido, incusive antes de que se supiera el resultado, fue la primera vez en los 350 años desde la llegada de los primeros colonos europeos, que todos, independientemente de su raza, religión y creencias políticas, compartían un objetivo común: todos querían que ganase su equipo. Y eso, en un país tan fracturado como Sudáfrica, ya fue algo enorme. Fue a través de eso que se logró un grado de unidad nacional que, cuando Mandela salió de la cárcel cinco años antes, hubiera sido inconcebible. Y aún más inconcebible: las escenas de júbilo después del partido, todo el país se fundió en una especie de abrazo, de alegría, de canciones, de bailes, escenas de blancos y negros celebrando juntos, que también, insisto, absolutamente in-con-ce-bi-bles cuando Mandela salió de la cárcel percibido por la mayoría de los blancos como un gran terrorista.

Instinto extraordinario

Para Carlin, el valor político del deporte es algo que no se ha utilizado mucho, que yo sepa. Es otro ejemplo del genio político de Mandela. Insisto: Mandela es un genio político, como Mozart es un genio de la música. Como dice Clint Eastwood, Mandela tiene un instinto para la política que es extraordinario. Él vio en este torneo, en este deporte, una oportunidad política para lograr sus objetivos. Creo que esto se ha visto muy poco. En los ejemplos que conozco se ha usado para cosas negativas: por ejemplo, cuando Hitler usó los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 para promover su ideología de superioridad racial, o cuando el régimen militar argentino utilizó el Mundial de futbol del 78 para consolidar su poder tiránico. Las pasiones tan elementales, tan tribales, que despierta el deporte se pueden utilizar por los políticos para el bien o para el mal. Lo fantástico de este caso es que se usó para el bien y que todo el país lo celebró.

Al inicio del proyecto de Invictus, el guionista Anthony Peckham pasó una semana con Carlin en España, prácticamente día y noche hablando sin parar sobre cómo adaptar esta historia al filme. También le di transcripciones de mis entrevistas con Mandela y otra gente.

Ahora Carlin ya vio tres veces la cinta: Me ha gustado muchísimo. Yo que me conozco la historia mejor que nadie, me quedé cautivado de principio a fin, inclusive me conmovió bastante.

Morgan Freeman, quien interpreta a Mandela, es cercano al dirigente sudafricano. Incluso, hace unos días, Freeman contó en el programa televisivo The Colbert Report, que cuando Mandela escribió su autobiografía Long walk to freedom, le dijo que si algún día era llevada a la pantalla grande, quería que Freeman lo interpretara. Esto y el hecho de que John Carlin también sea cercano a Mandela, le da al proyecto un matiz particular.

Morgan Freeman, el impulsor

Al respecto, dijo el periodista: No es que de repente alguien en Hollywood tuvo la idea y dijo, ¿a quién vamos a llamar? Sino que este proyecto cinematográfico lo impulsó Morgan Freeman. Llevaba muchos años queriendo interpretar el papel de Mandela en el cine: conocía a Mandela personalmente, había estado en Sudáfrica muchas veces, había estudiado a Mandela... Entonces, fue la persona indicada y se nota en su interpretación. Para mí, lo más notable de la película es el papel que hace, es magistral. Y no lo digo sólo yo: la hija de Mandela estuvo sentada al lado mío en el estreno en Los Ángeles y se quedó asombrada ante lo fidedigno que fue el retrato que hizo Freeman de su padre. Esa es el ancla de todo. Si Freeman no hubiera hecho su papel de manera magistral, por más bien que hubieras hecho todo lo demás, la película no hubiera funcionado. Si este filme va a ganar un Óscar, se lo tendrían que dar a Morgan Freeman.

Carlin opinó que en México el racismo es un tema mucho más complicado que en Sudáfrica. No sé cómo estará ahora, porque hace tiempo que no voy, pero me acuerdo que en las telenovelas mexicanas, la enorme mayoría de los protagonistas representaban racialmente al 10 por ciento de la población. Pero en Sudáfrica, también un país muy de telenovela, ves reflejado algo mucho más fidedigno: refleja un país con mucha mezcla racial, pero con mucho respeto y muy integrado.



Declaración de Desmond Tutu
jue, 05 dic 2013 21:13


El entonces presidente Nelson Mandela le da la mano al entonces obispo Desmond Tutu, en Cape Town, Sudáfrica, en 1994. (AP/The Star Tribune, Jerry Holt, Archivo

El arzobispo Desmond Tutu, quien encabezó la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, tras el fin del apartheid, publicó una declaración sobre la muerte de Mandela. En él ofrece sus condolencias a la gente cercana a Mandela y dice:

"A la gente le importaba Nelson Mandela, lo amaba, por su valentía, sus convicciones y porque le importaban los otros. Puso a un lado la amargura de pasar 27 años en las prisiones del apartheid -y el peso de siglos de división colonial, subyugación y represión- para personificar el espíritu y la práctica de Ubuntu. Entendía a la perfección que la gente depende de otra gente para que los individuos y la sociedad prospere.

(…)

"¿Era Nelson Mandela una anomalía, una excepción que confirma la regla?

"Yo diría que no. Definitivamente era excepcional. Pero el espíritu de la grandeza que personificó reside en todos nosotros. Los seres humanos están hechos para la grandeza. Nelson Mandela encarnó y reflejó nuestra grandeza colectiva. Encarnó nuestras esperanzas y nuestros sueños. Simbolizó nuestro enorme potencial, potencial que no siempre se ha realizado.

"Nelson Mandela no era un lobo solitario, y no cayó del cielo. Aprendió acerca del liderazgo y la cultura mientras creció bajo el cuidado de AbaThembu regent Jongintaba, tras la muerte de su padre. Aprendió de la experiencia de desarrollar una voz para los jóvenes en la política contra el apartheid, y de físicamente llevar a cabo en la lucha. Aprendió de los compañeros que lo rodeaban, una generación extraordinaria de dirigentes. A todo esto, el crisol de la prisión pareció añadirle una profunda comprensión de la condición humana y una profunda capacidad de tener empatía por los otros.

"Como el más precioso diamante, pulido debajo de la superficie de la tierra, el Madiba que emergió de la prisión en enero de 1990 era prácticamente perfecto."



Brasil "se inclina" ante legado de Mandela: Rousseff; Lula da Silva y Pelé expresan su pésame
Por Xinhua
jue, 05 dic 2013 20:48


Nelson Mandela y el ex futbolista brasileño 'Pelé', en un encuentro en Pretoria en marzo de 1995. Foto Reuters

Rio de Janeiro. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, mostró hoy su pésame por el fallecimiento del expresidente sudafricano Nelson Mandela, a quien consideró "la mayor personalidad del siglo XX".

En un comunicado, Rousseff trasladó sus condolencias a la familia de Mandela, al actual presidente sudafricano, Jacob Zuma, y a toda la nación sudafricana, y dijo que los brasileños "se inclinan" ante Mandela, cuyo legado "guiará a todos aquellos que luchan por la justicia social y por la paz en el mundo".

La mandataria brasileña destacó que el líder sudafricano "condujo con pasión e inteligencia uno de los más importantes procesos de emancipación del ser humano de la historia contemporánea, el fin del apartheid en Sudáfrica".

Agregó que "su combate se transformó en un paradigma, no solo para el continente africano, sino como para todos aquellos que luchan por la justicia, por la libertad y por la igualdad".

Por otro lado, tanto el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva como el ex jugador de futbol Edson Arantes do Nascimento Pelé, dos de las figuras más emblemáticas de ese país sudamericano, expresaron también su consternación por el deceso de Mandela.

Lula, presidente de Brasil entre 2002 y 2010, destacó en un comunicado divulgado por el instituto que lleva su nombre que Mandela "será siempre el mayor símbolo mundial en la búsqueda de la paz, de la democracia y de la inclusión social", y lo consideró un ejemplo de "determinación y perseverancia", así como de "lo importante que es la disposición al diálogo para los hombres" y dijo que "su historia de lucha es inigualable".

"Tuve el inmenso honor de conocerle y estar con él en momentos muy especiales", Lula añadió que "el mundo perdió una de las figuras más extraordinarias".

En tanto, Pelé se mostró "muy triste" por la muerte de Mandela, de quien dijo que "fue una de las mayores influencias en mi vida". Pelé afirmó que el expresidente de Sudáfrica fue un "héroe" para él, además de "un amigo y un compañero en la lucha por el pueblo y por la paz en el mundo".

El astro brasileño, citado por el Comité Olímpico Internacional a través de la red social Twitter, animó a "todos" a seguir el legado dejado por Mandela con "propósito y pasión".



Invictus
Por Carlos Bonfil
jue, 05 dic 2013 20:21


Morgan Freeman y Matt Damon en un fotograma de "Invictus". Ap

Texto publicado en la edición de La Jornada del 24 de enero de 2010

Al día siguiente de haber conquistado la presidencia del país del apartheid, Nelson Mandela (interpretado sobriamente por Morgan Freeman) contempla los titulares desafiantes de un diario local: Ha ganado, ¿pero puede gobernar? A un colaborador suyo le confía: Es una pregunta sensata. A partir de ese momento Invictus, de Clint Eastwood, plantea la estrategia política y moral del hombre que hizo de la reconciliación nacional la pieza central de su programa de gobierno. Ante el recelo tenaz sus correligionarios de raza y de partido, que veían en toda política de perdón y olvido una traición a los largos años de agravios racistas, el mandatario negro opuso siempre un argumento de talla: en las difíciles condiciones en que se encontraba el país: un ajuste de cuentas con la minoría blanca, dueña absoluta del poder económico, sería un desacierto mayúsculo para una democracia incipiente.

El respaldo internacional era enorme y había que aprovecharlo. El descrédito del gobierno de De Klerk era tan grande como el prestigio moral del hombre que durante 27 años había padecido las mazmorras del país, injuriado como terrorista, y que ahora, luego de un intenso activismo político, alcanzaba la estatura de un líder mundialmente reconocido.

Sudáfrica había enfrentado múltiples boicots por su política segregacionista, y uno de ellos afectaba directamente a la vida deportiva. El rugby, deporte nacional, tenía en el equipo Springbok todo un emblema de la supremacía blanca y como tal era detestado por la mayoría negra. La jugada maestra de Mandela presidente, misma que describe la película de Eastwood, fue apoyar a ese equipo ahora desmoralizado y perdedor, infundirle ánimos, congraciarlo con la comunidad negra, convencer a esta última de los beneficios de la estrategia, y apoyarlo en todo momento hasta la conquista final de la Copa del Mundo de rugby en 1995 frente al poderoso equipo de Nueva Zelanda, hazaña que el líder negro aprovecharía políticamente.

Basada en el libro testimonial del periodista británico John Carlin, El factor humano (Playing the enemy), y con un guión de Anthony Peckham, la nueva cinta de Eastwood combina el relato deportivo convencional (el fogueo y triunfo sorpresivo del equipo por el que ya nadie apuesta) y una parábola sobre los reveses de la mentalidad racista. Concentra la historia en la educación moral del capitán del Springbok, Francois Pienaar (Matt Damon), un atlético afrikaner fascinado por la personalidad de Mandela (Freeman), y luego procede a mostrar un paulatino vuelco de la comunidad blanca hacia insospechados niveles de tolerancia moral y armonía social con sus connacionales oprimidos.

Todo el talento del realizador de Los imperdonables no basta para convencer al público de la química providencial que allana los odios ancestrales, e Invictus se transforma en lección bien pensante sobre el voluntarismo personal, el ánimo de superación y la concordia entre discriminados y opresores, con una figura patriarcal que actualiza la resistencia civil de Gandhi, anticipando, a su modo, el cambio de mentalidades que culminará con la victoria moral de Barack Obama.

En el momento en que se produce la primera chispa de simpatía de Pienaar por el mandatario negro, se diluye en la cinta toda reflexión consistente sobre la situación política en Sudáfrica, se aterriza en el terreno de los buenos sentimientos, y durante una larga e intensa hora el espectador asiste sólo a los pormenores del partido histórico que sella la reconciliación del pueblo sudafricano.

A la eficacia del relato contribuye vigorosamente la actuación de Morgan Freeman, y en menor medida la agradecible contención de Matt Damon, pero difícilmente podrá Invictus tomar un lugar destacado en la filmografía de un director que de Un mundo perfecto a Million dollar baby se ha distinguido por su sobriedad narrativa y su capacidad de mantenerse, con ironía y malicia, al margen de los convencionalismos del cine comercial.

En el registro del relato épico, su nueva cinta queda muy por debajo de su reciente díptico histórico, Flags of our fathers y Letters from Iwo Jima.

La figura de Nelson Mandela tenía todo para propiciar una obra vigorosa y contundente sobre la intolerancia, pero también los ingredientes para una película sin profundidad ni matices, mera ilustración empeñosa del relato biográfico del antiguo corresponsal en Sudáfrica, John Carlin.

Estwood ha elegido la ruta más directa para el reconocimiento de la Academia. Decía Mandela a propósito de sus adversarios políticos: No hay que apelar a su razón, sino a sus corazones. El director de Invictus no hace aquí otra cosa frente al viejo sistema hollywoodense.



"Un ideal por el que estoy dispuesto a morir" *
Por Nelson Mandela
jue, 05 dic 2013 20:04


Nelson Mandela, durante el festejo de su cumpleaños 89 años en la fundación Nelson Mandela para la Infancia, en Johannesburgo, el 24 de julio de 2007. AP Photo / Denis Farrell

Bitácora de fotos

"He soñado con la idea de una democracia y una sociedad libre en la cual las personas vivan juntas en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal el cual quiero vivir para verlo hecho realidad. Pero si para ello es necesario... es un ideal por el cual estoy preparado a morir.

Yo soy el primer acusado.

Tengo una licenciatura en Artes y ejercí de abogado en Johannesburgo durante varios años en colaboración con Oliver Tambo. Se me condena por salir del país sin permiso y por incitar a la gente a ir a la huelga a finales de mayo de 1961.

Ante todo, quiero decir que la sugerencia hecha por el Estado en su apertura, que la lucha en Sudáfrica está bajo la influencia de los extranjeros o los comunistas, es totalmente incorrecta. He hecho todo lo que hice como individuo y como líder de mi pueblo, por mi experiencia en Sudáfrica y por mi propio orgullo africano.

En mi juventud en Transkei escuché a los ancianos de mi tribu contar historias de los viejos tiempos. Entre los cuentos se mencionaban los de las guerras de nuestros antepasados que lucharon en defensa de la patria. Los nombres de Dingane y Bambata, Hintsa y Makana, Squngthi y Dalasile, Moshoeshoe y Sekhukhuni, se elogiaron como la gloria de toda la nación africana.

Yo esperaba entonces que la vida puede ofrecer la oportunidad de servir a mi pueblo y mi humilde contribución a su lucha por la libertad. Esto es lo que me ha motivado en todo lo que he hecho en relación con las acusaciones formuladas en mi contra en este caso.

Dicho esto, tengo que tratar de inmediato y con cierto detenimiento la cuestión de la violencia. Algunas de las cosas que hasta ahora se dijeron a la Corte son verdaderas y algunas son falsas. No obstante, niega que planeara sabotaje. Yo no tenía previsto en un espíritu de temeridad, ni porque tengo el amor de toda la violencia. Yo lo preví como resultado de un ambiente tranquilo y sobrio de evaluación de la situación política que había surgido después de muchos años de tiranía, la explotación y la opresión de mi pueblo por los blancos.

Reconozco inmediatamente que yo era una de las personas que ayudaron a formar Umkhonto we Sizwe, que desempeñó un papel destacado en sus asuntos hasta que fue detenido en agosto de 1962.

En la declaración que voy a hacer voy a corregir ciertas impresiones falsas que han sido creados por los testigos del Estado. Entre otras cosas, voy a demostrar que algunos de los actos mencionados en las pruebas no eran y no podrían haber sido cometidos por Umkhonto.

También me ocuparé de la relación entre el Congreso Nacional Africano y Umkhonto, y con la parte que personalmente he desempeñado en los asuntos de ambas organizaciones. Voy a tratar también el papel desempeñado por el Partido Comunista. Con el fin de explicar adecuadamente estas cuestiones, explicaré los objetivos establecidos por Umkhonto, los métodos prescritos para el logro de estos objetivos, y por qué se eligieron estos métodos.

Niego que Umkhonto haya sido responsable de una serie de actos que claramente queda fuera de la política de la organización, y que han sido atribuidos a nosotros. Sé qué justificación hay para estos actos, pero para demostrar que no podrían haber sido autorizados por Umkhonto, quiero referirme brevemente a las raíces y la política de la organización.

Ya he mencionado que yo era una de las personas que ayudaron a formar Umkhonto. Yo, y quienes iniciaron la organización, lo hicimos por dos razones. En primer lugar, considerar que, como resultado de la política del gobierno, la violencia para defender a los africanos se había convertido en algo inevitable, y que, a menos que se le diera un liderazgo responsable para canalizar y controlar los sentimientos de nuestro pueblo, habrían existido brotes de terrorismo que hubieran producido una intensidad de amargura y hostilidad entre las diversas razas de este país que no se habían producido, incluso por la guerra.

En segundo lugar, consideramos que sin violencia no se abriría la puerta a los africanos para tener éxito en su lucha contra el principio de la supremacía blanca. Todos los modos legítimos de expresar oposición a este principio se habían cerrado por la legislación, y nos colocó en una posición en la que habíamos tenido a bien aceptar o un estado permanente de inferioridad o desafiar al gobierno. Elegimos desafiar a la ley.

En primer lugar, violamos la ley de una manera que evitó cualquier recurso a la violencia. Sin embargo, el Gobierno recurrió a una demostración de fuerza para aplastar a la oposición. Sólo entonces, hemos decidido responder a la violencia con violencia. Pero la violencia que hemos elegido no acepta el terrorismo.

Nosotros, quienes formamos Umkhonto, así como todos los miembros del Congreso Nacional Africano, teníamos detrás la tradición de la no violencia y la negociación como medio de resolver las controversias políticas.

Creemos que Sudáfrica pertenece a todas las personas que viven en ella, y no a un grupo, ya sea blanco o negro. No queríamos una guerra interracial, y tratamos de evitarlo hasta el último minuto. Si la Corte tiene dudas acerca de esto, puede ver que toda la historia de nuestra organización llevó a cabo lo que he dicho, y lo voy a decir posteriormente cuando describa las tácticas que Umkhonto decidió adoptar. Quiero, por tanto, decir algo sobre el Congreso Nacional Africano.

El Congreso Nacional Africano (CNA) se formó en 1912 para defender los derechos de los africanos que se vieron gravemente limitados por la Ley de Sudáfrica, y que luego se vieron amenazados por la Ley de tierras nativas por 37 años -es decir, hasta 1949- año en el que el Congreso se adhirió estrictamente a la lucha constitucional.

Presentó demandas y resoluciones, y envió al Gobierno a las delegaciones con la creencia de que las reclamaciones de África podrían ser resueltas por medios pacíficos y que los africanos podrían avanzar gradualmente al pleno uso de sus derechos políticos. Pero los gobiernos de blancos permanecieron indiferentes, y los derechos de los africanos fueron disminuyendo en lugar de ampliarse.

En palabras de mi jefe, Jefe Lutuli, quien se convirtió en Presidente del CNA en 1952, y que más tarde fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz:

"¿Quién niega que treinta años de mi vida se han gastado en vano en golpear con paciencia, moderación y modestamente una puerta cerrada y prohibida? ¿Cuáles han sido los frutos de la moderación? En los últimos treinta años se ha producido el mayor número de leyes que restringen nuestros derechos y el progreso; hasta el día de hoy hemos llegado a una etapa en la que casi no tenemos derechos en absoluto".

Incluso después de 1949, el CNA sigue decidido a evitar la violencia. En este momento, sin embargo, hubo un cambio constitucional sobre los medios de protesta que se habían empleado en el pasado. El cambio se materializó tras una protesta contra la legislación del apartheid por medios pacíficos, pero ilegal; manifestaciones en contra de determinadas leyes.

De conformidad con esta política del CNA, se puso en marcha la Campaña de Desafío, que fue puesta a cargo de voluntarios. Esta campaña se basó en los principios de resistencia pasiva. Más de 8 mil 500 personas desafiaron a las leyes del apartheid y se fueron a la cárcel. Sin embargo, no hubo un sólo caso de violencia en el curso de esta campaña por parte de cualquier manifestante. Yo y diecinueve colegas fuimos condenados por el papel que desempeñamos en la organización de la campaña.

Este fue el momento en el que fue creado el voluntariado de la sección del CNA, y cuando la palabra 'Amadelakufa' 'Amadelakufa' se utilizó por primera vez: éste fue el momento en que se pidió a los voluntarios que se comprometieran a defender ciertos principios. Pruebas relativas a los voluntarios y sus promesas se han introducido en este caso, pero completamente fuera de contexto. Los voluntarios no eran, y no son soldados de un ejército negro que se comprometieron a luchar una guerra civil contra los blancos.

Ellos estaban y están dedicados a los trabajadores, están dispuestos a conducir las campañas iniciadas por el CNA para distribuir folletos, la organización de huelgas, o hacer lo que la campaña requería. Se llaman los voluntarios, ya que los voluntarios hacen frente a las penas de prisión y azotes que ahora están previstas por el legislativo para tales actos.

Durante la Campaña de Desafío, la Ley de seguridad pública y la Ley de enmienda del Código Penal se aprobaron. Los presentes Estatutos establecieron penas más severas para los delitos cometidos por protestas en contra de las leyes. A pesar de ello, las protestas continuaron y el CNA se adhirió a su política de no violencia.

En 1956, 156 miembros destacados de la Alianza del Congreso, incluido yo mismo, fuimos detenidos bajo la acusación de alta traición y cargos relacionados con la Ley de Represión del Comunismo. La política no violenta del CNA fue puesta en cuestión por el Estado, pero cuando el Tribunal dictó sentencia unos cinco años más tarde, se encontró que el CNA no tenía una política violenta. Fuimos absueltos de todos los cargos, entre los que estaban que el CNA había tratado de crear un Estado comunista en lugar del régimen actual. El gobierno siempre ha tratado de etiquetar a todos sus oponentes como comunistas. Esta afirmación se ha repetido en el presente caso, pero como voy a mostrar, el CNA no es, ni nunca ha sido, una organización comunista.

[...]

En 1960 se produjo el tiroteo en Sharpeville, lo que provocó la proclamación de un estado de emergencia y la declaración del CNA como una organización ilícita. Mis colegas y yo, después de una cuidadosa consideración, decidimos no obedecer este decreto. Los africanos formaban parte del gobierno y no de las leyes por las que se rigen. Creímos en las palabras de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que «la voluntad del pueblo es la base de la autoridad del Gobierno", y para nosotros aceptar la prohibición equivalía a aceptar el silencio de los africanos de todos los tiempos.

El CNA se negó a su disolución y pasó a la clandestinidad. Creíamos que era nuestro deber preservar esta organización que había sido construida a lo largo de casi cincuenta años de incesante trabajo. No me cabe duda de que no se respetó la libertad. El gobierno declaró ilegal una organización en la que no tenía voz.

En 1960 el gobierno celebró un referéndum que condujo a la creación de la República. Los africanos, que constituyen aproximadamente el 70% de la población de Sudáfrica, no tenían derecho a voto, y ni siquiera fueron consultados sobre la propuesta de cambio constitucional.

Tomamos una resolución para celebrar una Conferencia Africana y convocar a una Convención Nacional, así como organizar manifestaciones masivas en vísperas de la aprobación de la República no deseada, si el gobierno no detenía la Convención.

A la conferencia asistieron los africanos de diversas tendencias políticas. Yo era el Secretario de la Conferencia y me comprometí a ser responsable de que la organización nacional fuera convocada en coincidencia con la declaración de la República. Como todas las huelgas son ilegales para los africanos, la persona de la organización de dicha huelga debe evitar la detención. Fui escogido para ser esa persona, y, en consecuencia, tuve que dejar mi casa, mi familia y las actividades y pasar a la clandestinidad para evitar la detención.

Iba a ser una manifestación pacífica. Se dieron instrucciones a los organizadores y los miembros para evitar cualquier recurso a la violencia. La respuesta del gobierno fue la introducción de nuevas y más severas leyes, a fin de movilizar sus fuerzas armadas, vehículos armados y soldados hacia los municipios, en una masiva demostración de fuerza destinada a intimidar a la gente. Esta fue una indicación de que el hobierno decidió pronunciarse sólo por la fuerza, y esta decisión fue un hito en el camino a Umkhonto.

Algunos de estos hechos pueden parecer irrelevantes para este juicio. De hecho, creo que nada de esto es irrelevante, pues espero que la Corte pueda apreciar la actitud adoptada finalmente por las diversas personas y organismos interesados en el Movimiento de Liberación Nacional. Cuando fui a la cárcel en 1962, la idea dominante fue que la pérdida de la vida debe ser evitada. Ahora sé que esto era así en 1963.

¿Vamos a ceder a la demostración de la fuerza y la amenaza, implícita en contra de la acción futura, o vamos a luchar contra ella? y en caso afirmativo ¿Cómo?

No teníamos ninguna duda de que teníamos que continuar la lucha. Cualquier otra cosa habría sido la más absoluta entrega. Nuestro problema no era el sí a la lucha, sino la forma de continuar la lucha. Nosotros, los del CNA siempre defendimos una democracia no racial, y redujimos todas las acciones que pudieran conducir a la competencia más lejos de lo que ya era.

Pero los hechos fueron que 50 de no-violencia provocaron legislaciones cada vez más represivas y la disminución de los derechos para los africanos. Puede que no sea fácil de entender para el Tribunal de Primera Instancia, pero es un hecho que durante mucho tiempo la gente ha estado hablando de la violencia -del día en que con su lucha contra el hombre blanco recuperará su país- y nosotros, los dirigentes del CNA, sin embargo, siempre hemos prevalecido sobre ellos para evitar la violencia y llevar a cabo los métodos pacíficos.

Cuando algunos de nosotros hablamos de esto en mayo y junio de 1961, fue evidente que nuestra política de alcanzar un Estado no racial por medio de la no violencia no había logrado nada. Nuestros seguidores estaban comenzando a perder la confianza en esta política y desarrollando de manera inquietante ideas terroristas.

No debe olvidarse esta vez que la violencia, de hecho, se convirtió en una característica de la escena política de Sudáfrica. Ha habido violencia en 1957 cuando las mujeres de Zeerust recibieron la orden de llevar pases; hubo violencia en 1958 con la ejecución de sacrificio de ganado en Sekhukhuniland; hubo violencia en 1959, cuando los habitantes de Cato Manor protestaron contra las redadas; hubo violencia en 1960 cuando el gobierno trató de imponer las autoridades de Pondoland bantú: 39 africanos murieron en estos disturbios.

En 1961 se habían producido disturbios en Warmbaths, y todo este tiempo el Transkei ha sido una masa de disturbios en ebullición. Cada perturbación evidenció claramente que entre los africanos crecía la creencia de que la violencia era la única manera de salir -se puso de manifiesto que un gobierno que utiliza la fuerza para mantener su estado enseña al oprimido a usar la fuerza para oponerse a él-.

Ya habían surgido espontáneamente pequeños grupos en las zonas urbanas para hacer planes sobre las formas violentas de lucha política. Ahora se plantea como un peligro el que estos grupos adopten el terrorismo contra los africanos, así contra los blancos, si no se dirige. Es particularmente inquietante el tipo de violencia que ha surgido en lugares como Zeerust, Sekhukhuniland, y Pondoland entre los africanos. Es cada vez más la forma, no de lucha contra el gobierno, sino de la lucha civil entre ellos, llevada a cabo de tal manera que no se puede esperar algo más que pérdidas de vidas humanas y amargura.

A principios de junio de 1961, después de una larga y ansiosa evaluación de la situación de Sudáfrica, algunos colegas y yo llegamos a la conclusión de que, como la violencia en este país era inevitable, no sería realista y sería negativo para que los dirigentes africanos, que se siguiera la predicación de la paz y la no-violencia, en un momento en que el gobierno respondió a las exigencias de paz con la fuerza.

Esta conclusión a la que no fue fácil llegar, se dio sólo cuando todo lo demás había fracasado, cuando todos los canales de protesta pacífica se habían prohibido para nosotros, se tomó la decisión de embarcarse en formas violentas de lucha política, y para formar Umkhonto we Sizwe.

No lo hicimos porque lo desearamos, sino únicamente porque el gobierno no nos dejó otra elección. En el Manifiesto de Umkhonto publicado el 16 de diciembre de 1961, que es la Exhibición AD, se dijo:

"No vamos a presentar y no tenemos otra opción que volver a golpear por todos los medios a nuestro alcance, en defensa de nuestro pueblo, nuestro futuro y nuestra libertad".

Este era nuestro sentimiento en junio de 1961, cuando se decidió presionar para un cambio en la política del Movimiento de Liberación Nacional. Sólo puedo decir que me sentí moralmente obligado a hacer lo que hice.

No voy a hablar sobre quienes eran o qué dijeron, pero quiero abordar la función del Congreso Nacional Africano en esta fase de la lucha, con la política y los objetivos del Umkhonto. Se formó una visión clara que se puede resumir de la siguiente manera:

1. Era una organización política de masas con una función política que cumplir. Sus miembros se sumaron a la política de no-violencia.

2. Por todo esto, no pueden comprometerse con la violencia. Esto debe subrayarse. Tampoco sería políticamente correcto, ya que daría lugar a los miembros a dejar de llevar a cabo esta actividad esencial: la propaganda política y la organización.

3. Por otra parte, en vista de esta situación que he descrito, el CNA estaba dispuesto a apartarse de sus 50 de la política de no violencia a la presente medida en que ya no desaprueban la violencia debidamente controlada. De ahí que los miembros que se comprometieron a dicha actividad no deben estar sujetos a una acción disciplinaria por el CNA.

Como resultado de esta decisión, Umkhonto se formó en noviembre de 1961. Cuando se tomó esta decisión y, posteriormente, se formularon nuestros planes, el CNA estuvo con nosotros. Pensamos que el país se derivaba hacia una guerra civil en la que negros y blancos lucharían entre sí. Vimos la situación con alarma.

La guerra civil podría significar la destrucción de ANC; con la guerra civil la paz racial sería más difícil de lograr que nunca. Ya tenemos ejemplos en la historia de Sudáfrica de los resultados de la guerra. Las cicatrices de la guerra en Sudáfrica se tardaron más de 50 en desaparecer. ¿Cuánto tiempo haría falta para erradicar las cicatrices interraciales de la guerra civil, misma que no podría ser combatida sin una gran pérdida de vidas en ambos lados?

Evitar la guerra civil ha dominado nuestro pensamiento durante muchos años, pero cuando se decidió adoptar la violencia como parte de nuestra política, nos dimos cuenta de que podría haber un día en el que deberíamos hacer frente a la perspectiva de una guerra. Esto tuvo que tenerse en cuenta en la formulación de nuestros planes. Nos exigió un plan que fuera flexible y que nos permitiera actuar de acuerdo con las necesidades de los tiempos y, sobre todo, el plan tenía que incluir una guerra civil, que se reconoció como el último recurso, y dejó la decisión sobre esta cuestión para el futuro. No queríamos que se comprometieran a la guerra civil, pero queríamos estar listos si se hacía inevitable.

Hay cuatro formas de violencia posible. Hay sabotaje, hay guerrilla, hay terrorismo, y hay revolución. Decidimos adoptar el primer método antes de tomar cualquier otra decisión.

A la luz de nuestro compromiso político de fondo, la elección era lógica. Sabotaje no implica la pérdida de vidas y ofrece la mejor esperanza para las futuras relaciones raciales. La amargura se limitará al mínimo y si la política ha dado sus frutos, el gobierno democrático podría convertirse en una realidad. Esto es lo que sentí en ese momento, y esto es lo que dijimos en nuestro Manifiesto.

Esperamos que no sea demasiado tarde, de modo que tanto el gobierno y sus políticas puedan ser cambiadas antes de que las cosas lleguen a la desesperada situación de guerra civil.

El plan inicial se basaba en un análisis cuidadoso de la situación política y económica de nuestro país. Creímos que Sudáfrica depende en gran medida de capital extranjero y el comercio exterior. Pensamos que la destrucción planificada de plantas de energía, y la interferencia con el ferrocarril y las comunicaciones telefónicas, que tienden a asustar a los capitales del país, hacen más difícil que las mercancías procedentes de las zonas industriales lleguen a los puertos marítimos en los plazos previstos, y en el largo plazo ser una pesada carga para la vida económica del país, lo que obligaría a los electores del país a reconsiderar su posición.

Ataques a la cadena de la vida económica del país, y sabotajes a los edificios del gobierno y otros símbolos del apartheid. Estos ataques podrían servir como fuente de inspiración para nuestro pueblo. Además, sería una salida para aquellas personas que pretendían la adopción de métodos violentos y nos permitiría dar pruebas concretas a nuestros seguidores que habían adoptado una línea más atrás y estaban luchando contra el gobierno de la violencia.

Además, si la acción de masas se llevaba a cabo, las represalias serían en masa, pensamos que la simpatía por nuestra causa sería despertada en otros países, y que sería mayor la presión ejercida sobre el gobierno de Sudáfrica.

Entonces ese era el plan. Umkhonto fue creado para llevar a cabo el sabotaje, y se les dio instrucciones estrictas a sus miembros desde el principio, que en ningún caso se les hiera o mate a la gente en la planificación o ejecución de las operaciones. Estas instrucciones se han mencionado en las pruebas de 'Mr. X'.

Los asuntos de Umkhonto fueron controlados y dirigidos por un Consejo Nacional de Alto Mando, que tiene facultades de cooptación y de lo que podría, y lo hizo, nombrar los comandos regionales. El Alto Mando es el órgano que determina los objetivos y las tácticas y estuvo a cargo de la formación y financiación.

Con el alto mando había Comandos Regionales que se encargaban de la dirección de los grupos locales de sabotaje. En el marco de la política establecida por el Consejo Nacional de Alto Mando, los comandos regionales tenían autoridad para seleccionar los objetivos a ser atacados. No tenían autoridad para ir más allá del marco y por lo tanto no tienen autoridad para iniciar los actos que ponen en peligro la vida, o que no encajan en el plan general de sabotaje.

Umkhonto tuvo su primera operación el 16 de diciembre de 1961, cuando los edificios de gobierno en Johannesburgo, Port Elizabeth y Durban, fueron atacados. La selección de los objetivos es la prueba de la política a la que me he referido.

Sin embargo, el sabotaje que se comprometió antes del 16 de diciembre 1961 contra edificios con personas fue obra de grupos aislados y no tenía ninguna relación con Umkhonto. De hecho, algunos de estos y una serie de actos más tarde fueron adjudicados por otras organizaciones.

El manifiesto de Umkhonto se publicó en el día en que comenzaron las operaciones. La respuesta a nuestras acciones y Manifiesto de la población blanca era característicamente violento. El Gobierno amenazó con tomar medidas enérgicas, y exhortó a sus seguidores a mantenerse firmes y hacer caso omiso de las demandas de los africanos. Los blancos no respondieron sugiriendo cambio, sino que respondieron a nuestro llamamiento al sugerir la laager.

En contraste, la respuesta de los africanos fue de aliento. De repente existe la esperanza de nuevo. Las cosas estaban sucediendo. Una gran cantidad de entusiasmo generado por los éxitos iniciales, y la gente comenzó a especular sobre cómo la libertad pronto se obtendría.
[...]

Sudáfrica es el país más rico de África y podría ser uno de los países más ricos del mundo. Pero es una tierra de extremos y contrastes muy marcados. Los blancos disfrutan de lo que bien podía ser el nivel más alto de vida del mundo, mientras que los africanos viven en pobreza y miseria.

El 40% de los africanos viven sin esperanza, en condiciones de pobreza inimaginables. Los más prósperos viven en Johannesburgo, y aun así su situación es desesperada. Las últimas cifras a 25 de marzo de 1964 muestran que el 42.84% de las familias viven por debajo del umbral de la pobreza. En estos casos, la pobreza va de la mano de la malnutrición y de las enfermedades: tuberculosis, gastroenteritis, escorbuto... traen la muerte y la destrucción de la salud.

La incidencia de la mortalidad infantil es una de las más altas del mundo. Según la oficina médica de Pretoria, la tuberculosis mata a 40 personas al día (casi todos africanos), y en 1961 hubo 58 mil 491 nuevos casos registrados.

Las enfermedades no sólo destrozan los órganos vitales sino que dan como resultado falta de inteligencia y de iniciativa y reduce el poder de concentración. Los efectos secundarios de tales condiciones afectan al conjunto de toda la comunidad y al rendimiento de los trabajadores.

El reproche de los africanos, ahora bien, es no sólo que ellos son pobres y que los blancos son ricos, sino que las leyes, que están hechas por los blancos, están destinadas a preservar esta situación. Hay dos maneras de romper con la pobreza. La primera es mediante una adecuada educación, y la segunda es adquirir una mayor profesionalidad de los propios trabajadores y de esta manera adquirir unos mayores salarios. Estas dos vías de salvación están deliberadamente cortadas por la legislación de los blancos.

El presente gobierno ha impedido siempre que los africanos adquieran una adecuada educación. Una de sus primeras medidas después de tomar el poder, es de eliminar todos los subsidios a las escuelas africanas. Muchos niños africanos que asistían a las escuelas dependían de estos subsidios. Este fue un acto cruel.

Existe la educación obligatoria para todos los blancos, y virtualmente sin coste alguno para sus padres, sean ricos o pobres. Las mismas condiciones no se adjudican a los niños africanos. A menudo, los niños africanos tienen que pagar más por su escolarización que los niños blancos.

El gobierno a menudo responde a estas críticas diciendo que los africanos de Sudáfrica son mejores económicamente que cualquiera de los otros habitantes del resto del continente. Yo desconozco si esta afirmación es correcta o no. Pero aun siendo cierta, mientras los africanos estén concernidos, esto es irrelevante.

Nuestra queja no es que nosotros seamos pobres en comparación con la gente de otros países, sino que nosotros somos pobres en comparación con los blancos de nuestro propio país, y que esta situación está favorecida mediante legislación.

La ausencia de dignidad humana experimentada por los africanos es el resultado directo de la política de la supremacía blanca. La supremacía blanca implica la inferioridad de los negros. La legislación actual está designada a preservar dicha supremacía.

Por encima de todo, nosotros deseamos derechos políticos igualitarios, porque sin ellos, nuestras deficiencias serán permanentes. Sé que esto suena revolucionario para los blancos de este país, porque la mayoría de los votantes serán africanos. Esta es la razón por la que el hombre blanco teme a la democracia.

Esto es todo por lo que lucha el partido del CNA. Su batalla es realmente una batalla nacional. Es una batalla de la gente africana, inspirada por sus propios sufrimientos y su propia experiencia. Es una batalla por el derecho a vivir.

A lo largo de mi vida me he dedicado a luchar por los derechos de los africanos. He luchado contra la dominación blanca.

He soñado con la idea de una democracia.



Mohamed Ali: el corazón y espíritu de Mandela no podían ser contenidos por injusticias
Por Dpa
jue, 05 dic 2013 19:52


Un guante de box donado y firmado por Laila Ali, hija de Mohamed Ali, en la que fue oficina de Mandela y ahora es el Centro de la Memoria Nelson Mandela, en Johannesburgo, el 11 de junio. REUTERS/Siphiwe Sibeko

Nueva York. La leyenda del boxeo Mohamed Ali elogió hoy el corazón y el alma del líder sudafricano Nelson Mandela, por cuya muerte se mostró "profundamente triste".

"Su vida estuvo llena de objetivos y de esperanza: esperanza para sí mismo, para su país y para el mundo", dijo Ali, de 71 años y gravemente enfermo de Parkinson, en un comunicado.

Mandela boxeó cuando era joven y en un encuentro con Ali, defensor también de los derechos de la población negra, le reveló que había seguido su carrera dentro y fuera del ring durante las casi tres décadas que estuvo en prisión.

"Inspiró a otros a alcanzar lo que parecía imposible y les animó a romper las barreras que les hacían rehenes mental, física, social y económicamente", continuó Ali, una de las grandes figuras de la historia del deporte.

"Lo que más recordaré de Mandela es que fue un hombre cuyo corazón, alma y espíritu no podían ser contenidos ni frenados por injusticias raciales o económicas, barreras de metal ni por la carga del odio o la venganza", agregó el ex boxeador sobre el líder sudafricano, que murió hoy a los 95 años.

"Nos enseñó el perdón a gran escala. Nació como un espíritu libre destinado a volar sobre el arcoiris. Hoy su espíritu se eleva a los cielos. Ahora es libre para siempre", concluyó Ali su homenaje al líder que lideró el final del apartheid en Sudáfrica.



Mandela convirtió a Sudáfrica en ejemplo de inclusión social: Cristina Fernández
Por Dpa
jue, 05 dic 2013 19:42


La presidenta de Argentina. Cristina Fernández durante la ceremonia de investidura de la nueva secretaria de seguridad, María Cecilia Rodríguez. Foto AP

Buenos Aires. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, expresó un "hondo pesar" por la muerte del ex mandatario de Sudáfrica Nelson Mandela, al que destacó como referente mundial de la lucha contra el racismo y a favor de los derechos humanos.

La jefa de Estado señaló mediante un comunicado que el gobierno y el pueblo argentino acompañan a la familia de Mandela, "al pueblo y al gobierno sudafricano en este momento de dolor y tristeza".

"Infatigable luchador por la vigencia de la democracia en su país, Nelson Mandela, el tan querido 'Madiba', fue uno de los líderes de la resistencia contra el régimen del apartheid hasta convertirse en un emblema mundial en la lucha contra la discriminación y la segregación racial", señaló el comunicado.

Fernández de Kirchner señaló que Mandela convirtió a Sudáfrica "en una de las democracias más vibrantes y dinámicas del continente africano y del mundo, haciendo, junto a su pueblo y compañeros de lucha, de su país, un ejemplo para el resto de las naciones en materia de derechos humanos e inclusión social".

El comunicado cerró señalando que "el vacío y la tristeza que nos deja su partida deben ser superados, convirtiendo su legado en nuestra propia lucha en favor de la democracia y de los derechos humanos, presente en cada esfuerzo genuino por construir un mundo más justo y solidario".



De Mandela nunca podremos hablar en pasado: Raúl Castro
Por PL
jue, 05 dic 2013 19:37


El presidente cubano habla durante la ceremonia de clausura del periodo de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, ayer en La Habana. Foto Ap

La Habana. El presidente cubano, Raúl Castro, expresó este jueves a su homólogo sudafricano, Jacob Zuma, su más profundo dolor por la muerte de Nelson Mandela, a quien calificó de querido compañero.

Se transmite el texto íntegro del mensaje:

Excelencia:

Con profundo dolor, le trasmito las más sentidas condolencias por el fallecimiento del querido compañero Nelson Mandela, en nombre del pueblo y el Gobierno cubanos, que hago extensivas a sus familiares, al Congreso Nacional Africano y a toda la Nación.

Mandela será recordado por la altura de su ejemplo, la grandeza de su obra y la firmeza de sus convicciones en la lucha contra el apartheid, y por su invaluable aporte a la construcción de una nueva Sudáfrica.

Le profesamos profundo respeto y admiración, no solo por lo que hizo por su pueblo, sino por su amistad probada hacia nuestro país.

De Mandela nunca podremos hablar en pasado.

Reciba, estimado Presidente, el testimonio de mi más alta consideración y estima.

Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba.



Galería de fotos: el mundo rinde homenaje a Mandela
jue, 05 dic 2013 19:37


Liberan globos de cantoya afuera del restaurante Madiba, en Brooklyn. REUTERS/Carlo Allegri

Gente en todo el mundo se despide de Nelson Mandela y le rinde homenaje. Aquí las imágenes de algunos de esos lugares.



Expresa Evo Morales profunda tristeza por deceso de Mandela
Por PL
jue, 05 dic 2013 19:33


El presidente de Bolivia, Evo Morales, en el evento de inauguración de la Agencia Espacial Boliviana. Reuters

La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó hoy su profunda tristeza por la muerte de líder surafricano Nelson Mandela, quien dedicó toda su vida a la lucha contra el racismo.

Hemos perdido un hombre, un hermano y para quienes luchamos por la justicia es un profundo dolor esta pérdida, manifestó Morales.

Destacó el sacrificio de Nelson Mandela por toda la humanidad, y subrayó que fue un hombre indomable de espíritu y así sacó de la oscuridad a su pueblo.

Fue un gigante que superó por la fuerza de la convicción las barreras de la opresión, del racismo y la segregación, señaló el dignatario boliviano.

El hermano seguirá siendo para los pobres y discriminados una fortaleza, una guía y una inspiración y eso nunca lo olvidaremos, aseguró el jefe de Estado en una alocución por Bolivia TV.

Según Morales, la vida del Premio Nobel de la Paz en 1993, y su obra, es una doctrina de la liberación de los pueblos no solo de África, sino del planeta Tierra.

Todo su esfuerzo y sacrificio en el continente africano no fue en vano, de ahí que estamos convencidos que su legado será para toda la vida, recalcó el mandatario suramericano.

A nombre del pueblo boliviano nuestras condolencias, solidaridad, y nuestro profundo dolor para sus familiares y pueblo en general, expresó.

Nelson Mandela, expresidente de Suráfrica, falleció hoy en su casa de la ciudad de Houghton a los 95 años de edad tras sufrir una severa infección pulmonar.



Mandela inspiró música, películas y poemas
Por AP
jue, 05 dic 2013 19:21


Imagen de la cinta "Invictus", de Clint Eastwood, en la que el actor Morgan Freeman interpreta a Nelson Mandela. Foto: AP

Galería

Nueva York. Heroico en sus acciones, digno en su conducta, santificado en su imagen, Nelson Mandela fue durante mucho tiempo tanto causa como inspiración para la comunidad del entretenimiento.

Desde la década de 1960, cuando era un prisionero político y Sudáfrica estaba bajo las leyes del apartheid, hasta su muerte ocurrida este jueves 5 de diciembre, cuando ya había caído el sistema de odio racial y estaba entre la gente más admirada del mundo, Mandela inspiró conciertos, canciones, poemas, historias de ficción y películas.

Entre quienes le rindieron honores se encuentran los actores ganadores del Oscar: Sidney Poitier y Morgan Freeman, los ganadores del Grammy: Stevie Wonder y Whitney Houston, y la novelista sudafricana ganadora del Premio Nobel, Nadine Gordimer.

Los artistas se sintieron atraídos de igual manera al hombre y a su causa. Poitier, de naturaleza tanto apasionada como afable, fue una elección obvia para interpretarlo en una película para televisión en 1997. Freeman, un actor de tal majestuosidad que ha interpretado tanto a jueces como a Dios, interpretó a Mandela en la película "Invictus", sobre un equipo sudafricano de rugby.

Durante el cuarto de siglo que estuvo encarcelado, su libertad se convirtió en sinónimo de la libertad de su país. Compositores y poetas invocaron su nombre al exigir el fin del apartheid. Elizabeth Alexander, quien leyó el poema inaugural en la toma de posesión del presidente Barack Obama en 2009, escribió años antes "Un poema para Nelson Mandela", el cual incluía las líneas "Nelson Mandela está conmigo porque creo en símbolos; los símbolos conllevan poder; los símbolos exigen poder; y es así que una nación sigue a un hombre que guía desde prisión, y no puede hablar a ellos".

Se requirió algo de audacia apoyar a Mandela durante sus años en prisión, cuando él y el movimiento político que encabezaba, el Congreso Nacional Africano, estaban en las listas internacionales de terroristas, y las opiniones respecto a él frecuentemente se dividían entre liberales y conservadores. Incluso en 1988, apenas dos años antes de su liberación, un concierto de estrellas para celebrar su cumpleaños 70 fue censurado en televisión para retirar el contenido político.

Pero en cuanto Sudáfrica logró una transición pacífica del sistema de segregación racial a la democracia, Mandela evolucionó de líder de oposición a sagaz jefe de Estado con extraordinariamente poco daño; de hecho parece que sólo ganó admiradores. "Nelson Mandela es, para mí, el único estadista del mundo", dijo alguna vez la ganadora del Nobel Toni Morrison. "El único estadista que, en sentido literal, no está resolviendo todos sus problemas con armas. Es verdaderamente increíble". En la última década de su vida, Mandela presidió en Sudáfrica una serie de conciertos denominados "46664" por el número de prisionero de Mandela (466) y el año en que fue encarcelado: 1964.

Películas

Algunos de los principales actores de Hollywood lo interpretaron en películas; de manera notable Freeman en la cinta Invictus, de 2009, dirigida por Clint Eastwood. Poitier y Danny Glover lo interpretaron en cintas para televisión sobre la vida de Mandela, y Mandela mismo tuvo un cameo al final de la película Malcolm X, de Spike Lee, exhibida en 1992. Acaba de aparecer la cinta Mandela: Long Walk to Freedom, estelarizada por Idris Elba y basada en la autobiografía de Mandela.

Conciertos

Uno de los hitos históricos en el movimiento para liberar a Mandela fue un concierto televisado en 1988 desde el Estadio Wembley de Londres para celebrar su 70 cumpleaños, en el que participaron estrellas como Wonder, Houston y Sting. En ese momento el Congreso Nacional Africano de Mandela era aún considerado una organización terrorista por muchas naciones y había sido condenado por la entonces primera ministra británica Margaret Thatcher. La cadena de televisión BBC enojó a partidarios de Mandela al censurar declaraciones políticas y enojó al gobierno sudafricano por transmitir el concierto.

A un concierto de 1990 para celebrar su liberación asistieron Tracy Chapman, Neil Young y el mismo Mandela, quien recibió una prolongada ovación de pie. Durante décadas se siguieron realizando espectáculos en su honor, con apariciones de Will Smith, Bono de U2 y Annie Lennox, entre otros artistas.

Canciones

Durante toda la década de 1980 y hasta su liberación en 1990, se escribieron canciones de protesta contra el apartheid y elogiando a Mandela, desde Gimme Hope Jo'Anna, de Eddy Grant, a Sun City, de las estrellas de Steve Van Zandt, con Bruce Springsteen, Miles Davis y muchos otros músicos más. Entre las canciones sobre Mandela directamente están una colaboración de Bono-Joe Strummer; 46664: Free Nelson Mandela, de Special A.K.A., y Mandela Day, de Simple Minds.

Literatura

La novela de Gordimer de 1987 A Sport of Nature pronostica el fin del apartheid e incluye a un líder liberador basado en Mandela. Hay poemas sobre Mandela que se remontan a la década de 1970 con And I Watch it in Mandela, del sudafricano John Matshikiza. When Mandela Goes, de Jekwu Ikeme, publicado en 2004, habla sobre la mortalidad y vislumbra un futuro sin el hombre santificado cuyo nombre tribal fue Madiba.

When you go Madiba your nobility shall be our lasting inheritance

this land you so love shall continue to love

we shall trail the long and majestic walk

your gallant walk shall be our cross and shepherd.

(Cuando partas Madiba tu nobleza será nuestra herencia perdurable

Esta tierra que tanto amaste continuará amando

Seguiremos la larga y majestuosa alameda

Tu gallardo caminar será nuestra cruz y guía).



Greenpeace envía mensaje
jue, 05 dic 2013 19:17


Kumi Naidoo, director ejecutivo internacional de Greenpeace, en Hamburgo, el 22 de noviembre. AP/dpa, Christian Charisius

El director ejecutivo internacional de la organización ambiental Greenpeace, el sudafricano Kumi Naidoo, envía el siguiente mensaje:

"El mundo ha perdido a un verdadero líder, a un padre y a una inspiración. Decir que tuvo una vida llena de significado apenas le hace justicia y por fortuna no se quedará ahí, nos deja un profundo legado de esperanza, en un mundo aún sacudido por la injusticia y la iniquidad. Su inspiración vivirá en mi corazón y en el de todas las personas del mundo.

"En estos momentos difíciles mis pensamientos y oraciones están con su familia y amigos. El mundo ha suspirado colectivamente y está de luto. Es un momento de reflexión y de tranquila contemplación de una vida bien vivida, de un hombre profundamente querido.



"Hamba Kahle, Madiba. Ngiyabonga kakhulu (Ve con bien/Descansa en paz, Mandela. Muchas gracias)."
F.W. de Klerk habla en público
jue, 05 dic 2013 19:07


El presidente Nelson Mandela, a la derecha, con F.W. de Klerk, frente a una multitud, tras la ceremonia de toma de posesión presidencial, en Pretoria, el 10 de mayo de 1994. REUTERS/Juda Ngwenya/Archivo

F.W. de Klerk, presidente del Partido Nacional Sudafricano que negoció el fin del apartheid y liberó a Nelson Mandela de la prisión, habla acerca de la muerte de Madiba, en CNN:

"(El) énfasis en la reconciliación fue su mayor legado. Era una persona magnánima. (...) Lo miraba a uno directamente en los ojos, era muy bueno para escuchar y podía ver con facilidad que tenía un acercamiento analítico a las discusiones, lo cual me gustaba mucho. Estaba realmente muy impresionado con él en esa primera reunión".



El Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel escribe
jue, 05 dic 2013 18:28


Imagen del perfil de la cuenta de Twitter del Premio Nobel de la Paz.

A continuación, el texto completo:

Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz

Mandela partió, pero no se fue

Mandela partió, pero no se fue. Permanece su testimonio de vida y los principios que asumió para la lucha por la vida y la dignidad de los pueblos.
Sufrió torturas y 27 años de cárcel en manos de una minoría dominante que arrastraba la mentalidad racista y colonial heredada de Europa. Pero en esa diversidad e intolerancia, se mantuvo firme en su convicción de que todos los seres humanos tenemos los mismos derechos y logró grandes avances para superar el ostracismo y marginalidad de su pueblo. Hoy quedan muchos desafíos pendientes en Sudáfrica y el proceso de lucha al que él colaboró servirá de brújula a los sudafricanos.
Nelson Mandela fue y será un ejemplo para la humanidad.



De Fidel para Mandela
Por La Jornada en línea
jue, 05 dic 2013 18:31



Mandela y Fidel, dos referencias fundamentales de la historia contemporánea. Foto Cubadebate

Bitácora de fotos

Viejo y prestigioso amigo, cuánto me place verte convertido y reconocido por todas las instituciones políticas del mundo como símbolo de la libertad, la justicia y la dignidad humana.

Te convirtieron en trabajador forzado en las canteras, como hicieron con Martí cuando tenía 17 años.

Sólo estuve en la prisión política menos de dos años, pero fue tiempo suficiente para comprender lo que significan 27 en las soledades de una prisión, separado de familiares y amigos.

En los años finales de tu martirio, tu Patria, bajo la tiranía del Apartheid, fue convertida después de la Batalla de Cuito Cuanavale en instrumento de la guerra contra los combatientes internacionalistas cubanos y angolanos que avanzaban sobre la ocupada Namibia. Nadie podía ocultarte las noticias de la solidaridad que el pueblo, bajo tu guía, despertaba entre todas las personas honestas de la tierra.

Entonces, como hoy, el enemigo estaba a punto de dar un zarpazo nuclear contra las tropas que, en ese caso, avanzaban contra el sistema odioso del Apartheid.

Nunca nadie fue capaz de explicarte de dónde salieron y cuándo se llevaron aquellos instrumentos de muerte.

Visitaste nuestra Patria y te solidarizaste con ella, cuando todavía no eras Presidente de Sudáfrica elegido libremente por el pueblo.

Hoy la humanidad está amenazada por el mayor riesgo en toda la historia de nuestra especie.

Ejerce toda tu inmensa fuerza moral para mantener a Sudáfrica lejos de las bases militares de Estados Unidos y la OTAN.

Amigos ayer del Apartheid, hoy compiten cínicamente por simular amistad.

Los pueblos de África que sobrevivan a la catástrofe nuclear que se avecina, necesitarán más que nunca los conocimientos científicos y los avances de la tecnología sudafricana.

La humanidad aún puede preservarse de los golpes demoledores de la tragedia nuclear que se aproxima, y la ambiental que ya está presente.

Fraternalmente,
Fidel Castro Ruz



Ronaldo y Mandela
jue, 05 dic 2013 18:15



El futbolista Cristiano Ronaldo subió a su cuenta de Twitter una foto de él con Nelson Mandela. En el mensaje se lee: "Gracias Madiba, por tu legado y tu ejemplo. Siempre estarás con nosotros".



Bill Gates envía mensaje
jue, 05 dic 2013 17:57




Bill Gates subió a su cuenta de Twitter: "Cada vez que Melinda y yo veíamos a Nelson Mandela, partíamos más inspiramos que nunca. Su gracia y valentía cambió al mundo. Este es un día triste."



El legado de Madiba
Por Mónica Mateos-Vega
jue, 05 dic 2013 17:36


Nelson Mandela, uno de los líderes más importantes del siglo XX. Foto Mónica Mateos

"El legado de Nelson Mandela está completamente en nuestra manos", dice la última página de una historieta sudafricana que narra la vida y obra de uno de los políticos claves del siglo XX, protagonista de una férrea lucha contra la discriminación racial y para el establecimiento de la democracia en su país.

En los años recientes, Madiba, (como se le llamaba con afecto, en referencia al máximo cargo de la tribu thembu a la que pertenece), se consolidó como símbolo mundial de tolerancia, solidaridad y altruismo, pero también como protagonista de un culto lleno de contrastes, tanto en Sudáfrica como en el mundo.

Por ejemplo, en julio del año pasado, en vísperas de su cumpleaños 94, investigadores de un yacimiento de fósiles en la costa oeste sudafricana dieron a conocer el nombre oficial de un pájaro carpintero prehistórico: Australopicus nelsonmandelai.

Años antes, el Instituto de Física de la Universidad de Leeds, en Gran Bretaña, nombró a una partícula nuclear: "partícula de Mandela", y según detalla un recuento de la cadena CNN, la lista es larga de acuerdo con registros del Centro de Memoria Nelson Mandela: la orquídea Paravanda Nelson Mandela obtuvo ese nombre luego de que el expresidente visitó el jardín botánico en Singapur en 1997, mientras que el juego de computadora Escape from Robin Island muestra a Mandela como el héroe que llega a una isla para liberar a su hija; y en Argentina, mientras el activista permanecía en prisión por una sentencia de cadena perpetua por sabotaje, un caballo de carreras recibió el nombre Mandela, en 1971.

También existen ya aplicaciones para tabletas electrónicas dedicadas a difundir la historia de Madiba.

Esa devoción adquirió mayor polémica en su propio país, como lo reseñó La Jornada en 2008: en la capital Johannesburgo, en barrios emblemáticos como Soweto (donde se gestó la lucha contra el apartheid), los habitantes, la mayoría de raza negra, consideran a Mandela, sin más, un "superhéroe", y lo llaman "nuestro padre", "libertador", "un gran hombre", hasta "mesías".

Los turistas lo creen cuando observan la alegría de jóvenes madres de familia, con sus pequeños en su espalda, envueltos en rebozos, salir de paseo en grupo, bromistas, o a los adolescentes felices corretear en los parques luego de sus jornadas escolares. Muchos son descendientes de esclavos o, en el mejor de los casos, de la servidumbre de un régimen que Mandela ayudó a derrumbar. Las imágenes de las familias negras sudafricanas de hoy contrastan con los testimonios que se presentan en el ya emblemático Museo del Apartheid.

Pero tal adoración hacia el líder recién fallecido se difumina en los barrios donde residen aún algunas personas mayores, blancas casi siempre, cuyas familias perdieron sus privilegios con la llegada al poder, en 1994, del primer presidente negro.

Entre la veneración y el incómodo mohín de resignación existe una enorme franja de población en Sudáfrica para quien Mandela es eterno tema de moda. Los dimes y diretes en torno a su vida personal estuvieron a la orden del día durante años, ubicándolo más que como luchador social, como un socialité con miles de fans deseosos por conocer detalles íntimos: que si se casó con la viuda del presidente de Mozambique, que si se conocieron mientras ella estaba casada y él era mandatario, que si a todos los empresarios del mundo les pedía donativos, que si sólo sus hijos o nietos y los de sus colaboradores van a buenas escuelas del extranjero, que si ya no tenía voluntad por su avanzada edad, que si lo controlan sus asistentes, que si sólo servía de adorno para el presidente en turno.

La realidad es que el rostro de Mandela, siempre sonriente, se ve por todos lados del país: en portadas de revistas y periódicos, en espectaculares y comerciales que transmiten las cadenas televisoras locales, sobre todo cada vez que se acerca la fecha de su cumpleaños, el 18 de julio.

En las tiendas de los centros comerciales hay gorras, llaveros, camisetas, tarjetas postales, un sinfín de artículos con su imagen. Para las personas de gustos más intelectuales, en las librerías hay decenas de ediciones en torno al líder sudafricano (biografías, testimonios de quienes han convivido con él, álbumes fotográficos) y casi todos los niños conocen la historieta de ocho capítulos en la que se narran las hazañas de la vida del Premio Nóbel de la Paz 1993.

También se ofrecen a los turistas réplicas de las coloridas camisas que Mandela popularizó en sus apariciones públicas, las cuales pertenecen a una marca nacional que se llama, precisamente, "Ropa Presidencial", a precios muy elevados. No cualquiera puede vestir como él.

A algunas personas les irrita esa mercadotecnia, sobre todo, les parece una exageración que los reflectores giren casi exclusivamente en torno a él cuando se habla del nacimiento de la República sudafricana.

"¿Dónde están los otros luchadores? El Congreso Nacional Africano (partido político del que emergió el gobierno negro) no lo hizo un solo hombre", reprochaba el vendedor de artesanías Ingo Moller, en voz baja pues pues para algunos de sus compañeros de venta cualquier crítica a Mandela es tabú.

Los claroscuros en torno al culto "mandeliano" se perciben con mayor intensidad precisamente alrededor de la isla de Robben, en la costa sudafricana, en Ciudad del Cabo, donde se encuentra el inmueble que funcionó como cárcel de máxima seguridad hasta mediados de los años 80.

Ahí estuvo recluido el líder sudafricano durante casi dos décadas, en una pequeña celda, ahora muy pulcra, a la que inclusive acudió el presidente Obama hace unas semanas para tomarse una foto, meditabundo, mirando tras las rejas.

En Robben Island las casas que durante la época del apartheid sirvieron como residencia de los custodios, ahora se rentan a quien tenga ganas de pasar la noche en ese recinto donde tantas personas fueron torturadas y asesinadas por el simple hecho de no tener la piel blanca.

Los guías de turistas de agencias externas se quejan de que la isla se encuentra en manos de una suerte de mafia de personas negras que no permite, por ejemplo, que se traduzcan a otros idiomas las explicaciones en inglés que ofrecen jóvenes negros, algunos de los cuales afirman, para impresionar a los visitantes: "yo estuve preso aquí". Pero cuando uno hace cuentas se percata de que esos chicos no pertenecen a la generación que padeció el encierro.

"La isla de Robben debería ser un santuario, pues se trata del lugar donde se originó la levadura de los cambios políticos de este país; es el punto de llegada obligado para quienes visitan Ciudad del Cabo siguiendo la ruta de la lucha contra el apartheid, y eso no sucede debido a esas personas que confunden a los turistas, pero se apropiaron de la isla con la anuencia del propio Mandela", señala Pamela, una guía argentina.

En diversos puntos de Ciudad del Cabo, no falta quien también venda presuntas piedras de la isla a quienes ya no les dio tiempo de ir al recorrido por la prisión de Robben. Muchos las adquieren, no vaya a ser que sí sea un pedazo de la cantera que picó el mismísimo Madiba, el hombre ante el que hicieron antesala millonarios, jefes de Estado, estrellas de Hollywood y rockstars para sumarse a un culto que se perfila de largo aliento.



Mandela protagoniza polémico culto con intensos claroscuros
Por Mónica Mateos-Vega, enviada
jue, 05 dic 2013 17:10


El líder político Nelson Mandela, acompañado de su esposa Graça Machel y varios amigos, captado en Johannesburgo. Este jueves, el legendario vencedor de la segregación racial festejará su cumpleaños 90 en la capital de Sudáfrica. Foto Mónica Mateos

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Johannesburgo, 15 de julio, 2008. A tres días de cumplir 90 años, Nelson Mandela es el protagonista en Sudáfrica de un polémico culto que sorprende a propios y extraños.

Mientras en Johannesburgo, en barrios marginales, como Soweto (donde se gestó la lucha contra el apartheid), niños, jóvenes y adultos no tienen pudor alguno en describirlo con entusiasmo como "superhéroe", "nuestro padre", "libertador", "un gran hombre" y hasta "mesías", entre la población blanca las muestras de respeto son menos entusiastas.

"Claro, los blancos, sobre todo los que ahora son mayores, querían morirse cuando Mandela llegó al poder, pues se terminaron sus privilegios", explica Henry, taxista de origen zulú, una de las etnias con más población en este país.

En Sudáfrica todo mundo sabe de política y habla con lujo de detalles de los sueños que tienen como nación libre y democrática. Pero el tema favorito es Mandela, cuyo rostro, siempre sonriente, se ve por todos lados: en las portadas de revistas y periódicos, en los espectaculares y en los comerciales que transmiten las cadenas televisoras locales que lo felicitan por su cumpleaños.

Que si se casó con la viuda del presidente de Mozambique, que si se conocieron mientras ella estaba casada y él era mandatario, que si a todos los empresarios del mundo les pide donativos, que si sólo sus hijos y los de sus colaboradores van a buenas escuelas, que si ya no tiene voluntad porque está muy viejito y lo controlan sus asistentes.

Souvenirs con la efigie de Madiba

Los dimes y diretes en torno a Nelson Mandela están a la orden del día, como si todos fueran fans y él, más que un luchador social, fuera un artista del que desean conocer hasta los más íntimos detalles de su vida.

Por ello no resulta extraño encontrar en las tiendas de los centros comerciales gorras, llaveros, camisetas, tarjetas postales, un sinfín de artículos con la imagen de Madiba, como le llaman en referencia al máximo cargo de la tribu thembu a la que pertenece.

Para las personas de gustos más intelectuales, en las libre-rías hay decenas de ediciones en torno al líder sudafricano (biografías, testimonios de quienes han convivido con él, álbumes fotográficos) y desde hace unos meses circula una historieta de ocho capítulos en la que se narran las "hazañas" de la vida del ex presidente.

También, sobre todo en lugares turísticos, se ofrecen camisas como las que Mandela muestra en público y que pertenecen a una marca nacional que se llama "ropa presidencial", a precios, eso sí, muy elevados. No cualquiera se puede vestir como él.

A algunas personas les irrita esa mercadotecnia, sobre todo, les parece una exageración que los reflectores giren casi exclusivamente en torno a él cuando se habla del nacimiento de la República sudafricana.

¿Y dónde están los otros luchadores? "El Congreso Nacional Africano (partido político del que emergió el gobierno negro) no lo hizo un solo hombre", reprocha un tanto tímido Ingo Moller, quien vende artesanías.

No desea que lo escuchen sus compañeros de banqueta, pues para algunos cualquier crítica a Mandela es un tabú, afirma, antes de seguir vendiendo las réplicas talladas en madera de la casita donde vivió Winnie, la esposa del líder, mientras éste estuvo en prisión.

Una mafia en la isla de Robben

Los claroscuros en torno al culto "mandeliano" se perciben con mayor intensidad precisamente alrededor de la isla de Robben, donde se encuentran los edificios que funcionaron como cárcel de máxima seguridad hasta mediados de los años 80.

Ahí estuvo recluido el líder negro durante casi dos décadas, en una pequeña celda que ahora recibe cientos de visitantes al día y que luce como nueva, con los muros recién pintados de verde y muy limpia.

Las casas que durante la época del apartheid sirvieron como residencia de los custodios, inclusive se rentan a quien tenga ganas de dormir una noche en ese recinto donde tantas personas fueron torturadas por el simple hecho de no tener la piel blanca.

Los guías de turistas de agencias externas a la isla de Robben se quejan de que ésta se encuentra en manos de una suerte de mafia de personas negras que no permite, por ejemplo, que se traduzca a turistas que no hablan inglés las explicaciones que ofrecen.

Además de confundir al visitante, "los negros proporcionan en muchos casos información errónea", asegura Pamela, una guía argentina quien se queja de esos muchachos que organizan apresurados paseos por la isla de Robben con tal de llevar y traer a tierra firme en un ferry al mayor número de personas, que deben pagar unos 20 dólares por el tour de una hora.

Los jóvenes afirman: "Yo estuve preso aquí", pero cuando uno hace cuentas se percata de que esos chicos no pertenecen a la generación que padeció el encierro. Sin más museografía que dos fotos en las que se ve a Mandela con otros prisioneros, muchas personas se aburren de un recorrido por cuartos vacíos, patios donde corretean algunos conejos e información vaga.

"No tienen más opción que ir a la tienda de recuerdos a mirar o comprar mientras esperan el viaje de regreso, el cual dura unos 15 minutos

"La isla de Robben debería ser un santuario, pues se trata del lugar donde se originó la levadura de los cambios políticos de este país; es el punto de llegada obligado para quienes visitan Ciudad del Cabo siguiendo la ruta de la lucha contra el apar-theid, y eso no sucede debido a esas personas que se apropiaron de la isla con la anuencia del propio Mandela", concluye Pamela.

En el puerto no falta quien venda piedras de la isla a la persona que ya no le dio tiempo de ir al recorrido por la prisión de Robben.

Muchos pasan de largo, otros se interesan, no vaya a ser que sea un pedazo de la cantera que picó el mismísimo Madiba, el hombre ante el que hacen antesala hasta millonarios, estrellas de Hollywood o rockstars para rendirle culto.

Nota publicada en La Jornada el 15 de julio de 2008

http://www.jornada.unam.mx/2008/07/16/index.php?section=cultura&article=a04n1cul



Momentos clave en la vida de Madiba
Por Dpa
jue, 05 dic 2013 17:00


Nelson Mandela previo a recibir un reconocimiento, en Memphis, EU, 21 de noviembre de 2000. Xinhua

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Johannesburgo. A continuación, los momentos clave de la vida del ex presidente sudafricano Nelson Mandela, que murió hoy en Johannesburgo a los 95 años.

- 18 de julio de 1918: Nace Rolihlahla (literalmente, "el hombre que sacude los árboles" o el "alborotador") Mandela en Mvezo, en la Provincia Oriental del Cabo, como hijo de un jefe tribal del clan Tembu. Nelson es el nombre que le puso su profesor cristiano.

- Comienzos de los años 20: Su padre es retirado del liderazgo y se muda con su madre a su pueblo natal de Qunu.

- 1927: Muere su padre y Mandela pasa a vivir en la residencia del regente de los Tembu en Mvezo, donde será criado.

- 1938: Se inscribe en la única universidad para negros de Sudáfrica, Fort Hare, donde conoce a su posterior comañero de armas Oliver Tambo.

- 1940/1941: Expulsado de Fort Hare tras un boicot estudiantil, se muda a Johannesburgo, donde se lanza a la política y comienza estudios de derecho.

- 1943: Se afilia al Congreso Nacional Africano (CNA).

- 1944: Cofunda la radical Liga de las Juventudes del CNA con su mentor político Walter Sisulu, Anton Lembede y Tambo, para enfrentar el gobierno único de la minoría blanca. Ese mismo año se casa con la enfermera Evelyn Mase, con quien tiene tres hijos, uno de los cuales muere siendo niño y dos ya en edad adulta.

- 1952: Abre con Tambo el primer bufete de abogados negros de Sudáfrica. Organizador jefe de la Campaña de Desafío de desobediencia civil contra el apartheid, por el que recibe una sentencia de nueve meses de cárcel con trabajos forzados en suspenso.

- 1956: Mandela es uno de los 156 arrestados y acusados de deslealtad por redactar la Carta de la Libertad del CNA en Soweto el año anterior. Cinco años después, tras un juicio maratoniano, todos son absueltos.

- 1958: Se divorcia de Mase y se casa con Nomzamo Winnie Madikizela, con la que tiene dos hijas.

- 1960: El CNA es ilegalizado y Mandela detenido.

- 1961: Pasa a la clandestinidad y logra evadir su arresto pasando de incógnito. El CNA funda su brazo armado, el Umkhonto we Sizwe (MK), con Mandela como comandante en jefe, y realiza su primer acto de sabotaje.

- 1962: Arrestado a su vuelta de entrenamiento militar en Argelia y condenado a cinco años de prisión por incitación y abandono del país ilegalmente.

- 1963: Comienza a cumplir su pena en Robben Island ante las costas de Ciudad del Cabo, tras ser condenado de nuevo, junto con otros siete miembros del MK, de sabotaje.

- 1964: Todos son condenados a cadena perpetua en el juicio de Rivonia. Mandela defiende su causa en un discurso de cuatro horas desde el banquillo, en el que declara que poner fin a la dominación blanca es un ideal por el que se muestra dispuesto a morir.

- 1969: Su hijo mayor Thembelile muere en un accidente de coche.

Las autoridades carcelarias no le permiten acudir al funeral.

- 1977: Winnie Madikizela es desterrada a la remota ciudad de Brandfort, en la conservadora provincia de Free State province durante ocho años.

- 1982: Mandela y otros cuatro presos son trasladados a la prisión de Pollsmoor, en tierra firme.

- 1985: Comienzan las conversaciones secretas con el gobierno de PW Botha para poner fin al gobierno único de minoría blanca, mientras la campaña por la liberación de Nelson Mandela se convierte en un grito internacional. Mandela rechaza la oferta de Botha de libertad a cambio de renunciar a la violencia.

- 1988: Se somete a una operación de próstata y es trasladado en solitario a la cárcel de Victor Verster, donde disfruta de más privilegios, como un cocinero personal.

- 1988-1990: Se reúne con el presidente PW Botha y con su sucesor FW de Klerk, entre otros funcionarios de la era del apartheid, para hablar de la transición.

- 2 de febrero de 1990: Se legaliza el CNA, junto con otros movimientos de liberación de la población negra.

- 11 de febero de 1990: Mandela sale de prisión tras 27 años tras las rejas.

- 1991: Comienzan en Johannesburgo negociaciones multipartidarias para allanar el camino a las elecciones democráticas.

- 1992: Mandela anuncia su separación de Winnie.

- 1993: Mandela y De Klerk reciben el Premio Nobel de la Paz.

- 1994: Unos 20 millones de electores depositan sus votos en las primeras elecciones generales multirraciales de Sudáfrica, que el CNA gana con una sonada mayoría y Mandela jura como presidente, prometiendo una vida mejor para todos los sudafricanos.

- 1996: Se divorcia de Winnie.

- 18 de julio de 1998: Mandela cumple 80 y se casa con Graca Machel, viuda del primer presidente de Mozambique, Samora Machel, que murió en 1986 en un accidente de avión siendo presidente.

- 1999: Dimite tras un mandato como presidente y continúa viajando y hablando de cuestiones nacionales e internacionales. Crea la Fundación Nelson Mandela, el Fondo Infantil Nelson Mandela y la Fundación Mandela Rhodes.

- 2002: Arranca la campaña contra el sida que lleva el nombre de su número como prisionero en Robben Island, 46664.

- 2004: Anuncia "el retiro de su retirada", aunque las apariciones públicas se limitan principalmente a actos de recaudación de fondos.

- 2005: Muere su hijo Makgatho y Mandela revela que falleció a causa de una enfermedad relacionada con el sida.

- 2009: En dos ocasiones acude a marchas en nombre del CNA, ahora encabezado por Jacob Zuma, durante campañas para las elecciones generales.

- 2010: Mandela hace una aparición pública en la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol de Sudáfrica.

- 2011: Es hospitalizado y tratado de una infección pulmonar. Se reúne con la primera dama estadounidense Michelle Obama en su casa.

- 2012 : Se somete a cirugía de una hernia en febrero. Internado en el hospital en diciembre tras sufrir una recurrente infección pulmonar.



Rinde pleno de la Cámara de Diputados homenaje a Mandela
Por Enrique Méndez y Roberto Garduño
jue, 05 dic 2013 16:43


El llamado "padre de la nación" inspiró a muchos artistas a crear obras para conmemorar el Día Internacional de Nelson Mandela, el pasado 18 de julio 2013. Ap / Archivo

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México, DF. El pleno de la Cámara de Diputados rindió un homenaje al recién fallecido ex presidente de Sudáfrica Nelson Mandela.

Primero, a solicitud de los partidos, el pleno guardó un minuto de silencio en memoria del sudafricano que luchó en contra de apartheid.

Después, todavía de pie, los legisladores aplaudieron a la memoria de Nelson Mandela.



Obama: Mandela fue un gran ejemplo; "ya no nos pertenece sino a la historia"
Por La Jornada en Línea
jue, 05 dic 2013 16:47


Nelson Mandela ríe con periodistas y artistas que participan en el segundo concierto 46664, en la provincia Western Cape, en Sudáfrica, el 18 de marzo 2005. REUTERS / Mike Hutchings, Archivo

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Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un discurso en la Casa Blanca se refirió a la muerte de Nelson Mandela a quien calificó de un "ejemplo para todos".

Durante una conferencia de prensa dijo: "Perdimos a unos de los hombres de gran influencia en el mundo, ya no nos pertenece si no a la historia".

El presidente estadunidense indicó que el ex mandatario sudafricano, fue "un ejemplo para todos nosotros. Su compromiso hacia la transformación del poder nos dio un ejemplo al que todos podemos aspirar".

Obama destacó la elegancia, el buen humor de Mandela y lo calificó como un ser humano "extraordinario".

El jefe de la Casa Blanca señaló ser "uno de los muchos millones de personas que admiran a Mandela" y afirmó no poder "imaginar mi propia vida" sin su ejemplo.

En su discurso, Obama destacó la fuerza del pueblo sudafricano y afirmó que "no habrá nadie" como Nelson Mandela.



Madiba, toda una vida de lucha
Por La Jornada en línea
jue, 05 dic 2013 15:55


Foto Reuters

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Nelson Rolihlahla Mandela fue el político más destacado de la historia de Sudáfrica, por su lucha contra el régimen de segregación racial conocido como apartheid. Nació en Mvezo el 18 de julio de 1918. también fue conocido como Madiba, (título honorífico otorgado por los ancianos del clan de Mandela; también era llamado Tata). Renunció a su derecho hereditario a ser jefe de una tribu xosa y se hizo abogado en 1942. Dos años después ingresó al Congreso Nacional Africano (CNA), un movimiento de lucha contra la opresión de los negros sudafricanos.

Mandela fue uno de los líderes de la Liga de la Juventud del CNA, su ideología era un socialismo africano: nacionalista, antirracista y antiimperialista.

En 1948 llegó al poder en Sudáfrica el Partido Nacional, que institucionalizó la segregación racial creando el régimen del apartheid. Bajo la inspiración de Gandhi, el CNA propugnaba métodos de lucha no violentos: la Liga de la Juventud (presidida por Mandela en 1951-52) organizó campañas de desobediencia civil contra las leyes segregacionistas.

En 1952 Mandela pasó a presidir el CNA del Transvaal, al tiempo que dirigía a los voluntarios que desafiaban al régimen; se había convertido en el líder del movimiento. La represión produjo unas 8 mil detenciones, incluyendo la de Mandela, que fue confinado en Johannesburgo. Allí estableció el primer bufete de abogados negros de Sudáfrica.

En 1955, cumplidas sus condenas, reapareció en público, promoviendo la aprobación de una Carta de la Libertad, en la que se plasmaba la aspiración de un Estado multirracial, igualitario y democrático, una reforma agraria y una política de justicia social en el reparto de la riqueza.

El endurecimiento del régimen racista llegó a su culminación en 1956, con el plan del gobierno de crear siete reservas o bantustanes, territorios marginales supuestamente independientes, en los que confinar a la mayoría negra. El CNA respondió con manifestaciones y boicoteos, que condujeron a la detención de la mayor parte de sus dirigentes; Mandela fue acusado de alta traición, juzgado y liberado por falta de pruebas en 1961.

Durante el largo juicio tuvo lugar la matanza de Sharpeville, en la que la policía abrió fuego contra una multitud desarmada que protestaba contra las leyes racistas, matando a 69 manifestantes, en 1960. La matanza aconsejó al gobierno declarar el estado de emergencia, en virtud del cual arrestó a los líderes de la oposición negra: Mandela permaneció detenido varios meses sin juicio.

Aquellos hechos terminaron de convencer a los líderes del CNA de la imposibilidad de seguir luchando por métodos no violentos, que no debilitaban al régimen y que provocaban una represión igualmente sangrienta. En 1961 Mandela fue elegido secretario honorario del Congreso de Acción Nacional de Toda África, un nuevo movimiento clandestino que adoptó el sabotaje como medio de lucha contra el régimen de la recién proclamada República Sudafricana; y se encargó de dirigir el brazo armado del CNA (la Lanza de la Nación). Su estrategia se centró en atacar instalaciones de importancia económica o de valor simbólico, excluyendo atentar contra vidas humanas.

En 1962 viajó por diversos países africanos recaudando fondos, recibiendo instrucción militar y haciendo propaganda de la causa sudafricana. A su regreso fue detenido y condenado a cinco años de cárcel. Un juicio posterior contra los dirigentes de la Lanza de la Nación le condenó a cadena perpetua en 1964. Ese mismo año fue nombrado presidente del CNA.

Estuvo 27 años en la cárcel, la mayoría de ellos confinado en la prisión de Robben Island. Tras su liberación el 11 de febrero de 1990, Mandela lideró a su partido en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, cosa que se consiguió en 1994 con las primeras elecciones democráticas por sufragio universal. Mandela ganó las elecciones y fue presidente desde 1994 hasta 1999, dando frecuentemente prioridad a su reconciliación.

Recibió más de 250 premios y reconocimientos internacionales durante cuatro décadas, incluido en 1993 el Premio Nobel de la Paz.

Durante esos 27 años en penosas condiciones, el gobierno de Sudáfrica rechazó todas las peticiones de que fuera puesto en libertad. Nelson Mandela se convirtió en un símbolo de la lucha contra el apartheid dentro y fuera del país, una figura legendaria que representaba la falta de libertad de todos los negros sudafricanos.

En 1984 el gobierno intentó acabar con tan incómodo mito, ofreciéndole la libertad si aceptaba establecerse en uno de los bantustanes a los que el régimen había concedido una ficción de independencia; Mandela rechazó el ofrecimiento. Durante aquellos años, su esposa Winnie simbolizó la continuidad de la lucha, alcanzando importantes posiciones en el CNA.

Finalmente, Frederik De Klerk, presidente de la República por el Partido Nacional, hubo de ceder ante la evidencia y abrir el camino para desmontar la segregación racial, liberando a Mandela en 1990 y convirtiéndole en su principal interlocutor para negociar el proceso de democratización. Mandela y De Klerk compartieron el Premio Nobel de la Paz en 1993.

Las elecciones de 1994 convirtieron a Mandela en el primer presidente negro de Sudáfrica; desde ese cargo puso en marcha una política de reconciliación nacional, manteniendo a De Klerk como vicepresidente, y tratando de atraer hacia la participación democrática al díscolo partido Inkhata de mayoría zulú.

El más grande de los políticos sudafricanos dejó de existir....



Murió Nelson Mandela, héroe mundial de la lucha contra el racismo
Por Dpa, Afp y Prensa Latina
jue, 05 dic 2013 15:55

Nelson Mandela, el gran líder de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, quien fue considerado terrorista por el gobierno de Estados Unidos, murió este jueves 5 de diciembre, a los 95 años.

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Johannesburgo. Nelson Mandela, el héroe de la lucha contra el régimen racista del apartheid y primer presidente negro de la Sudáfrica democrática, murió este jueves a los 95 años, anunció el presidente sudafricano Jacob Zuma, en un mensaje televisivo transmitido a todo el país.

"Nuestra nación ha perdido a su mayor hijo. Nelson Mandela nos unió y juntos nos despedimos de él", indicó Zuma.

"Se apagó apaciblemente (...) Nuestro pueblo pierde a un padre", añadió, antes de anunciar que los banderas ondearán a media asta a partir del viernes y hasta los funerales, cuya fecha no precisó.

El ex líder sudfaricano pasó 27 años en la cárcel como opositor al régimen del Apartheid en Sudáfrica y en 1994 se convirtió en el primer presidente negro del país. Durante su presidencia allanó el camino para la paz y la reconciliación de las razas en Sudáfrica; supo negociar pulso a pulso con el gobierno del apartheid una transición pacífica hacia una democracia multirracial, cuando una guerra civil racial que, a principios de los años 1990, parecía prácticamente inevitable. Ello le valió el premio Nobel de la Paz junto al último presidente del régimen racista Frederik de Klerk.

Una larga enfermedad

Mandela, quien festejó sus 95 años el 18 de julio, había sido hospitalizado cuatro veces desde diciembre de 2012, siempre a causa de infecciones pulmonares. Esos problemas recurrentes eran probablemente ligados a las secuelas de una tuberculosis que contrajo durante su estadía en la isla-prisión de Robben Island, frente a Ciudad del Cabo, donde pasó 18 de sus 27 años de detención en las cárceles del régimen racista del apartheid.

El 8 de junio fue nuevamente ingresado con una grave pulmonía, de la que fue tratado durante casi tres meses. A principios de septiembre estaba de nuevo en su casa de Johanesburgo, donde lo cuidaban 22 médicos. A lo largo de 2013, sus condiciones de salud se deterioraron de manera gradual.

Transcurrieron casi 200 días de amarga expectación en Sudáfrica, donde toda la población estaba preparada para lo peor, pero pensando en lo mejor para el héroe que sacrificó prácticamente su vida entera por la total liberación de su pueblo. Ashleigh Williams, una vecina, explicó que "sabía que ese día llegaría, pero puedo decir que el combate de nuestro Madiba bien amado era justo, y que ahora es tiempo de que descanse".

Una vida de lucha política Antes de su liberación, aprendió a conocer a sus adversarios. Empezando por su lengua -el afrikaans y su poesía-, a perdonar y a trabajar con ellos. Una vez liberado, les sedujo con su gentileza, su elegancia y su carisma.

Bajo los colores del Congreso Nacional Africano (ANC), Mandela fue el primer presidente de consenso de la nueva nación del "arco iris", de 1994 a 1999. Un papel que fue magnificado en la película "Invictus" de Clint Eastwood, en el que se le puede ver conquistando el corazón de los blancos que vinieron a apoyar al equipo nacional de rugby en la Copa del Mundo de 1995, que ganó Sudáfrica.

Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918 en el pueblito de Mvezo, en el Transkei (sureste) en el seno del clan real de los Thembus, de etnia xhosa.

Pronto se trasladó al pueblo vecino de Qunu, donde pasó, según dijo, los "años más felices" -una infancia libre en el campo quizá idealizada- antes de recibir una buena educación.

Su institutriz lo llamó Nelson, pero su padre le dio el nombre de Rolihlahla ("este por el que llegan los problemas", en xhosa). Mandela pronto reveló su espíritu rebelde.

Fue expulsado de la universidad de Fort Hare (sur) tras un conflicto por la elección de los representantes estudiantiles antes de huir de su familia a los 22 años para escapar a un matrimonio concertado.

Al llegar a Johannesburgo, rápidamente se dio cuenta del alcance de la segregación racial que minaba al país. Gracias, sobre todo, al contacto con Walter Sisulu, quien se convertiría en su mentor, se forjó una conciencia política que evolucionó con el tiempo: de joven, Mandela hubiera querido expulsar a los blancos de país.

Tras fundar la Liga de la Juventud del ANC, asumió rápidamente las riendas del partido, al que consideraba demasiado débil ante un régimen que institucionalizó el apartheid en en 1948.

Al ser prohibido el ANC en 1960, Nelson Mandela pasó a la clandestinidad y presidió en la fundación una rama armada de su partido.

Detenido de nuevo en 1962, fue condenado a cadena perpetua dos años más tarde.

Durante su proceso, pronunció un alegato que se convirtió en profesión de fe: "He luchado contra la dominación blanca y he luchado contra la dominación negra. Mi ideal más anhelado ha sido el de una sociedad libre y democrática en la que todos vivan en armonía con iguales oportunidades. Espero vivir lo suficiente para verlo. Pero si fuera necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir".

Ausente de la escena pública desde 2010, Mandela se convirtió en un héroe mítico, intocable, respetado tanto por el poder como por la oposición. Sus compatriotas tardarán en olvidar su cálida sonrisa.



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