Permacultura.MX analiza la escasez de la canasta básica y el deterioro del sistema alimentario en México. Hay dos listas por diferenciar, la de los productos en alza (tortilla, jitomate...), y la de productos en escasez. El huevo es el primero en la lista en pasar a crisis de escasez de alimentos (tal como ocurre en Europa con la papa). Los productos en alza están más condicionados a factores que determinan las capacidades del agro, por ejemplo, el riesgo de inversión, los transgénicos, pesticidas y derivados del petróleo. Mientas que los productos en escasez están más condicionados por la “supuesta” oferta-demanda, el vaciado de los anaqueles en bodegas para poder ejercer una nueva demanda del comprador nacional para con las trasnacionales, y donde por lo visto, el bioterrorismo es una herramienta que muy bien puede ser utilizada bajo intereses imperiales y así sucesivamente, empezar de nuevo la compra de productos a partir de la especulación. Todo un ciclo que fomenta la compra de bienes al extranjero: importación, y que mejor a nuestros vecinos del Norte. El mercado de los productos de escasez y los factores condicionales de los productos en alza son estrategia de geopolítica impuesta a los pueblos que les impide (como a México) dotarse de soberanía alimentaria. Soluciones. Adoptar iniciativas como las del Plan Brasil 2022, en donde buscan en sus políticas de desarrollo de infraestructura y economía llevar a la población a impulsar y crear huertos familiares en zonas urbanas y dotar a la población de soberanía alimentaria. Una solución muy parecida a la sugerida por el ambientalista Guillermo Martínez Berlanga, al inclinarse por la importancia de no dotar a los mexicanos con huevos, sino de regalarles gallinas y, gestar un nuevo consumo desde el hogar igual como lo hacían las prácticas de generaciones pasadas. Una realidad que ya en ciudades como Nueva York es algo muy normal, no hablemos de otras capitales del mundo, por lo tanto, se ve mal Marcelo Ebrard dando huevos baratos, lo importante es impulsar huertas estratégicas urbanas contra los grandes intereses generadores de estas hambrunas claramente fabricadas por intereses imperiales y la servidumbre de burócratas mexicanos afines a los mismos ¿A falta de huevos comeremos ahora el atún de los españoles? ¡Por favor! El gran capital juega entre el alza de precios y la escasez de los alimentos y el Estado mexicano es un vil cómplice en todo ello.
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