Arturo Rodríguez García / 16 de mayo de 2012
Reportaje Especial
La estrella en huelga.
Foto: CentroProDH
MÉXICO, D.F. (apro).- La música lounge de Nicos Hatzopoulos, para la tercera producción del parisino Buddah Bar, fondea un video con matices de espiritualidad new age. Se superponen imágenes: crestas de un oleaje tranquilo, ventarrones que llevan a vuelo las prendas ligeras de una hermosa modelo, rostros de hombres y mujeres de perfil multirracial, protestando, abatidos por bombas de gases, besándose… armonizando con la naturaleza.
En off, una voz meliflua recita el poema de Charles Bukowsky, “El corazón que ríe”, mientras las prendas de mezclilla anticipan al espectador que se trata de Levi´s, el gigante mezclillero trasnacional que decidió rejuvenecer el American Dream y ganar el mercado global de “los indignados”, a través de su campaña publicitaria Go Forth, lanzada en agosto pasado.
Pocos saben que por esos días, en una pequeña ciudad del noreste mexicano, la mezclilla también genera indignación. En la Fábrica La Estrella S.A. de C.V. (Flesa), proveedora de Levi’s y numerosas trasnacionales, los obreros no han cobrado utilidades desde hace 20 años y su salario tampoco ha aumentado.
El potente silbato de Flesa, que marcó el ritmo de Parras de la Fuente, Coahuila, desde el siglo XIX, dejó de sonar debido al incumplimiento del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), que detonó la huelga el 6 de julio del año pasado.
Con una capacidad instalada para 100 millones de metros lineales de mezclilla al año, Flesa es una de las principales empresas productoras de esa tela en el mundo.
Fundada en 1834, Flesa es la principal empresa de la división textil del Grupo Ferro Minero (GFM), corporativo propiedad de José Antonio Rivero Larrea, un magnate mexicano cuyo ascenso empresarial inició con las privatizaciones salinistas y se volvió boyante a partir de 2004, durante los gobiernos panistas.
Según integrantes del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), es familiar de Germán Larrea Mota Velasco, el segundo hombre más rico de México, quien es dueño de minas, siderúrgicas, ferrocarriles y cines. Germán Larrea es un magnate en bonanza que, pese a la muerte de decenas de trabajadores y conflictos laborales en sus minas, está bajo la protección de los gobiernos panistas, e incluso contó con el activismo del hoy exsecretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón.
Por cierto, Lozano Alarcón también ha encomiado y exaltado las actividades empresariales de Rivero Larrea, contratista de obra pública a través de la división infraestructura de GFM.
Desde el inicio del conflicto laboral en la mezclillera, las maniobras de GFM plantean la negativa de la empresa para negociar con los 318 obreros, quienes, a pesar de ceder a exigencias patronales, no pudieron cobrar siquiera la nómina de los días trabajados previos a la huelga, ni recibieron un bono que les tocaba en esas fechas. La empresa se los negó.
Para el activista de Cereal, Alejandro Patiño, no cabe duda de que se trata de una serie de simulaciones por parte de Rivero Larrea, pues lo que inició como una revisión contractual se convirtió en un conflicto al que califica como “huelga patronal”, en virtud de que la empresa ha aplazado la negociación.
Y lo hizo justamente en la segunda mitad del año, cuando el sector registraba una baja en la demanda de sus clientes, entre los que se cuentan Levi’s, Waltmart, Versace y GAP, entre otras trasnacionales.
Nuevo contrato y quiebra
Fundado en 1922, el Sindicato de Obreros Progresistas de La Estrella es uno de los gremios más antiguos del norte del país. A lo largo de su existencia ha logrado diferentes conquistas laborales que se incluyeron –a partir de 1992– en su CCT.
En junio pasado, los trabajadores acudieron a la revisión contractual, pero la sorpresa fue que la empresa les presentó un nuevo proyecto de CCT que, además de anular sus antiguos beneficios, terminaba con los apoyos de trabajadores jubilados. Eso o nada.
Aunque desde hace 20 años los trabajadores no reciben utilidades, las restricciones salariales iniciaron desde el año en que Flesa fue adquirida por GFM: En 2006 no hubo aumento salarial; en 2007 lograron 5%; en 2008, 4%; en 2009 de plano no hubo aumento, y en 2010 alcanzaron 4.5 %.
El sindicato aceptó las malas condiciones con tal de conservar su fuente de empleo. Pero pese a que en unos años desaparecerá el CCT que tienen los obreros, en virtud de que la empresa y el sindicato firmaron un convenio en 2005 para que los ingresos y reingresos de personal se rijan por el nuevo contrato, la empresa ya no quiso esperar, explica Alejandro Patiño.
De acuerdo con el CCT vigente, y el nuevo que quiso imponer la empresa en junio pasado, las cláusulas que pretendía eliminar tienen que ver con un 14% computable sobre el total de la nómina a favor del sindicato, que no forma parte del salario de los trabajadores, para constituir el fondo de becas.
Los patrones querían eliminar el 10.5% de apoyo de despensa, calculado sobre el salario de cada trabajador, y la compensación de 10% al trabajo nocturno.
Según el CCT vigente, los trabajadores deben tener eficiencia máxima, pero no incurren en responsabilidad cuando su desempeño se vea afectado por factores o causas externas, tales como fallas de electricidad, mantenimientos, falta de refacciones o materiales que, siendo asunto de la empresa, el nuevo CCT pretende impactar en el salario de los obreros. Otra cláusula que intenta desaparecer GFM es el premio de 2% por puntualidad.
En agosto pasado, José Antonio Rivero González, hijo del magnate presidente de GFM, hizo en persona una oferta a la asamblea sindical: aquellos que no estuvieran de acuerdo con el nuevo CCT, podían pedir su liquidación. Tras discutir la oferta, los trabajadores aceptaron y acudieron para informar su decisión, pero Rivero González les dijo que no podía liquidarlos a todos.
A finales de septiembre, Flesa comenzó a liquidar a los empleados de confianza, pero, de acuerdo con Patiño, lo hizo de manera injusta e ilegal. En unas semanas liquidó a 60 de sus empleados y después a 30 más.
Ejemplifica: un trabajador con 25 años de antigüedad tiene derecho a una liquidación total de 106 mil 378 pesos. Flesa entregó 65 mil pesos, y los 40 mil pesos restantes se entregarán en 12 meses, 3 mil 375 pesos cada mes.
Mientras la empresa aplazó las negociaciones para diciembre –con la indiferencia de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA)–, al menos 10 universitarios hijos de trabajadores abandonaron sus estudios, pues se dejaron de pagar las becas y las familias llevan 10 meses sin ingresos, según Reynaldo Aguilera, dirigente sindical.
Para mostrar buena voluntad, los trabajadores retiraron su pliego petitorio de 2011 de la JFCA y aceptaron diálogos públicos en los que los patrones se mostraron inamovibles, inclusive permitieron el acceso de cuadrillas de mantenimiento a la planta, sin que la empresa se mueva un ápice de su propuesta de nuevo CCT.
Además, el argumento de los Rivero de que se ven afectados por las importaciones de mezclilla de China resultó falso. El 21 de octubre, la secretaría de Economía emitió una resolución en la que dice que no hay pruebas para considerar competencia desleal la mezclilla china. Según Aguilera, si acaso se afecta al mercado interno, pero la mezclilla de Flesa es de exportación.
El 8 de noviembre, los trabajadores marcharon en la Ciudad de México frente al corporativo de GFM en Polanco, donde demandaron sus prestaciones y el reinicio de las operaciones de Flesa. Consiguieron una reunión, un día después, pero de nueva cuenta no hubo respuestas patronales. Así siguieron hasta que, finalmente, la empresa demandó la quiebra.
El conflicto en Flesa ha cobrado una dimensión extraordinaria: la solución que un juzgado ofrezca en estos días amenaza el derecho de huelga.
Y es que a pesar de que la huelga fue reconocida por las autoridades laborales, la empresa promovió una demanda de quiebra y obtuvo la sentencia que pretendía por parte del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Civil y del Trabajo del estado de Nuevo León, con lo que ahora se propone la terminación de relaciones laborales.
El Cereal ha advertido que terminar las relaciones laborales ante una huelga declarada existente sentaría un precedente abominable para el ejercicio de los derechos laborales fundamentales de los trabajadores en México. Y ello podría ocurrir así, si el próximo jueves 17 la JFCA concede la razón a la empresa al dictar el laudo correspondiente al expediente IV-154/2012.
Sería la primera vez que una huelga terminara en fin de relaciones laborales a consecuencia de una sentencia de quiebra, lo que abriría la puerta a todos los patrones a hacer lo mismo y luego reabrir.
Hay un precedente parecido en el caso de la huelga minera de Cananea, donde la JFCA tuvo que declarar existente la huelga, pero terminó la relación laboral “por causas de fuerza mayor”, fundadas en un falso deterioro de maquinaria y equipo. Coincidentemente, esa maniobra de las autoridades federales del trabajo favoreció a Germán Larrea, el pariente del novel mezclillero Rivero Larrea.
La mística de Rivero Larrea
A partir de 2004, José Antonio Rivero Larrea construyó un imperio en su GFM. Su empresa emblemática es Minera Autlán, exportadora de productos de manganeso y ferroaliaciones, adquirida en 1993 en una privatización salinista.
Minera Autlán cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Cuenta con explotaciones en Jalisco, Hidalgo y Estado de México, y tiene plantas de ferroaliaciones en los estados de Puebla, Veracruz y Durango.
La minera tuvo en 2010 una utilidad bruta superior a 4 mil 322 millones de pesos, de acuerdo con su informe anual a la BMV. En el informe se establece la identidad de los integrantes de su consejo de administración: Pedro Reynoso Ennis, de Planfin; Ernesto Martens Rebolledo, exsecretario de Energía; Antonio Elosúa González, de U-Cali;
Eugenio Garza Herrera, de Xignux, y Francisco Garza Zambrano, de Cemex, entre otros potentados.
Pero Autlán es apenas el comienzo. En un período coincidente con el arribo de los gobiernos panistas, GFM diversificó sus giros empresariales.
Por ejemplo, el pasado 6 de octubre, el entonces secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, inauguró la hidroeléctrica Atexaco, en Puebla, construida por GFM Bienes Raíces. En Twitter, Lozano elogió y celebró el proyecto.
GFM produce y distribuye maquinaria para las industrias de la construcción y minera, compitiendo contra Caterpillar y John Deere. Cuenta con GFM Resources, dedicada a la especulación minera con sede en Canadá. GFM Electronics, desarrolla soluciones tecnológicas en Latinoamérica, de sistemas, automatización y control, seguridad, telecomunicaciones y software.
A través de EnviroTech, GFM recicla basura electrónica, metálica y plástica. También tiene una empresa de renta de automóviles en Monterrey, Nuevo León.
Por lo que toca a la industria textil, en 2006 GFM adquirió Flesa, donde se produce mezclilla y ropa. Es la textil más importante de México en su ramo, localizada en Parras de la Fuente, donde se instaló su más reciente división: la vitivinícola y dulcería gourmet “Rivero González”, que en internet exhibe una paradójica filosofía sobre la ciudad y sus pobladores:
“Pueblo mágico y gente noble que hace mucho y merece más, tierra fértil sedienta de sueños y realidades que son motivo para creer y crecer en ella. Producimos estas tierras para bienestar de quien la trabaja”.
Una novedad empresarial de GFM es el proyecto Sterra, “un hotel, spa y centro ceremonial”, ubicado en la huasteca hidalguense, cuya publicidad en internet la define en la misma lógica new age de su cliente textil Levi’s:
“‘La espiritualidad ya no está peleada con la abundancia. Y para que cumplas con tu misión en esta vida, dentro de poco tiempo vas a tener un centro en las montañas, en algún lugar de México, para sanación y armonización del ser humano; para ayudar a despertar a la humanidad a estados elevados de conciencia. No tienes que preocuparte por buscarlo, esto pasará pronto, simplemente sucederá’”.
“Éstas fueron las palabras enunciadas por Sri Ama Bhagaván a Eduardo de la Garza de la Peña –El Hombre Medicina– durante el cierre del retiro espiritual al que había asistido por 21 días en Madrás, India, en 2005, y que proféticamente se convertirían en origen y cuna de Sterra Tierra-Destino”.
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