Padre Solalinde no acepta seguridad federal

Padre Solalinde no acepta seguridad federal. Con Ciro Gómez Leyva
27 de Diciembre, 2010
Autoridades de los estados de Oaxaca y Chipas realizan operativos para hallar a los 50 migrantes secuestrados desde el pasado 16 de diciembre.

Pese a que la propia primera dama Margarita Zavala le pidió que aceptara seguridad, el padre Alejandro Solalinde, decidió tener gente cercana de confianza, de organismos no gubernamentales, para la protección de su persona, porque –dijo- no confía en los colaboradores de las instituciones y por esa razón no aceptó la propuesta de la esposa del presidente Felipe Calderón.
Esto luego de que se supiera del secuestro de los 50 migrantes centroamericanos en ciudad Ixtepec, de la zona del Istmo de Tehuantepec, una región del estado de Oaxaca, y que en su albergue se encontraran varios de los que lograron huir del plagio.
Hace 72 horas el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, instruyó personalmente al subsecretario de Desarrollo Humano, Dagoberto Carreño para que junto con las autoridades federales, la misma Procuraduría General de la República y la Procuraduría del estado, coadyuven para dar con el paradero de estos migrantes que fueron secuestrados desde el 16 de diciembre pasado durante su trayecto a bordo de un tren de carga, procedente de Arriaga, Chiapas hacia ciudad Ixtepec.
Hasta este momento en la investigación no hay avances, al menos es lo que ha dicho el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, que es uno de los activistas católicos que tiene este albergue en ciudad Ixtepec y que ha ayudado a los migrantes centroamericanos.
En las últimas horas, el padre Solalinde ha hecho público que continúan las amenazas e incluso dijo que personalmente uno de los sicarios llegó a la puerta de dicho albergue y lo amenazó de muerte y le advirtió que se atenga a las consecuencias.
Por lo pronto hay operativos especiales en la franja fronteriza entre Oaxaca y Chiapas, donde las autoridades de ambos estados están contribuyendo para dar con el paradero de los 50 migrantes.
Los testimonios que hay de la gente que ha logrado huir de las manos de los sicarios son clave para dar con el paradero del resto de centroamericanos, la mayoría de ellos mujeres y niños, que fueron a dar a manos de los sicarios.

Con información de Félix García, corresponsal
spa