Oiga, socialdemocracia, socialismo, comunismo y movimiento sindical están paralizados porque el mundo en el que nacieron y crecieron está desapareciendo rápidamente. Aun eso que llamamos "movimientos sociales" está en crisis, porque ya no pueden seguir actuando del mismo modo. Ya se habla de crisis de la democracia, de golpes de Estado, adivinando que aquel mundo que dio a luz las ideas y prácticas emancipatorias está en bancarrota. Eso es la crisis del capitalismo o el fin del sistema-mundo capitalista, eso nos dice Raúl Zibechi, en “Las izquierdas en el ojo de la tormenta.
Hace falta que el sistema se desmorone, y debemos trabajar para que eso suceda. Cuando algo se derrumba, es evidente que nosotros caemos, y ese es un riesgo que no podemos eludir, porque sería vanidoso pretender que podemos salvarnos por el solo hecho de creernos revolucionarios, y porque resulta éticamente inaceptable ocultar ese riesgo a los seres humanos con los que convivimos y con quienes militamos.
En ese escenario debemos reconstruir algo que no sea capitalismo. La segunda cuestión es que hay que hacer no capitalismo aquí y ahora, porque lo que venga luego del derrumbe no se puede improvisar. Pero, claro está, nada de eso es útil para ganar elecciones. La lógica del mal menor también está en crisis. Pues mire, entando el próximo año, sino es que antes, las realidades económicas de Europa y los Estados Unidos y sus influjos, serán de pronóstico muy reservado y eso implicará desatar la creatividad de los grandes movimientos sociales que se incrementarán y donde la falta de insumos básicos para la vida, obligará a todo ello, para poder sobrevivir. Órale.
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