Escrito en 15-05-2012 bajo Elecciones 2012, Nacional, Opinión, Política | 1 comentario
Por Francisco García Pimentel Ruíz
En los últimos meses hemos disfrutado del espectáculo electoral en todo su esplendor. Spots, debates, ataques, descalificaciones, promesas. De todo.
Vale recordar que este circo horrífico-místico-fantástico no es exclusivo de México, sino que en todos los países que se hacen llamar democráticos, el sistema funciona a pesar de sus errores. Aquí estamos, y hay que hacer lo mejor que podamos con esta pobre maquinaria.
Ayer tuve una plática muy enriquecedora con alumnos universitarios y les hablé de esto: los diez puntos que, creo, son esenciales para elegir candidato.
¿En qué nos fijamos para poder votar?
1.- EL PARTIDO SÍ IMPORTA.
Parece una especie de paradigma moderno, una especie de frase del votante culto decir que "hay que votar por la persona; no por el partido".
Esta afirmación no deja de ser asombrosa, por la evidencia de su falsedad.
Primero: si un partido elige a un candidato para representarlo, ¿es lógico pensar que ese candidato no comparte la filosofía del partido? Para mí es más sensato asumir que si está allí, al frente de su partido, es porque se encuentra muy cerca del núcleo ideológico y el partido sabe que, ante todo, protegerá los intereses, principios y valores del partido.
Y segundo: aun concediendo que ese candidato "no es el típico priista, o perredista o panista" etc., lo que sí es tan cierto como que Plutón es un planeta, es que una vez en el poder se hará acompañar de un gabinete y tendrá que responder a los grupos que le apoyaron en su encumbramiento.
Así que pregúntate, ahora que vas a votar, si conoces el perfil de tu partido. ¿Es de derecha, izquierda, socialista, comunista, cristiano? Histórica o doctrinalmente promueve la estatización o la inversión, la familia, la pena de muerte, el aborto? Si tu candidato afirma que, aunque su partido es de extrema izquierda "no va tener perfil socialista y no apoyará el aborto", entonces hay de dos: o le miente a su partido, o le miente a sus electores. ¿Qué crees que sea más probable?
Mi recomendación: VOTA POR QUIEN TÚ QUIERAS. Pero no seas tan ingenuo como para pensar que el PRI no es el PRI, el PAN no es el PAN, el PRD no es el PRD, el PT, Movimiento Ciudadano, PANAL no son lo que son.
2.- ¿QUIÉNES SON SUS PADRINOS?
Una vez más, el sentido común que debe de imperar en tu razonamiento. NINGÚN candidato llega solo al poder. Todos llegan apoyados por grupos políticos, sociales o empresariales. Y todos estos grupos exigirán a su candidato cuentas una vez que gane la elección.
Y al candidato no le quedará otra que rendirles cuentas.
Es muy fácil averiguar quién apoya al candidato. La mayoría de los grupos de apoyo son notoriamente conocidos. Que a Peña Nieto apoya el grupo Atlacomulco, ni duda queda. Que a Josefina la apoya el grupo de Calderón, no es ningún secreto. Que a AMLO lo apoyan grupos de izquierda revolucionaria no sorprende a nadie. Que Quadri es el candidato de la Maestra es absolutamente innegable. Lo mismo con los gobernadores, diputados, senadores y munícipes.
¿Y entonces? Bueno, hay que ser honestos y ver las cosas así, como son. Vota por quien tú quieras, pero hazlo sabiendo quién es su familia, a quién trae detrás. Pensar que cualquiera de ellos viene solo y que, una vez arriba, va a "romper" con sus padrinos, es pedirle peras al olmo. Vas a votar por un candidato, su partido y su grupo. No hay otra opción.
3.- ¿TIENE EXPERIENCIA?
Esta debería de ser una cuestión obvia. Quizá lo sea para la gran mayoría. Gobernar no es sencillo, en caso de que tuvieras la duda. Es administrar miles de millones de pesos y lidiar con miles de grupos de presión, partidos, legisladores, gobernantes, reporteros encajosos, articulistas sabihondos y con la gente de a pie que pide lo suyo. Es un trabajo complicadísimo.
Por eso es importante que el gobernante o legislador por quien vas a votar cuente con la experiencia suficiente como para no tener que pagar las novatadas al inicio de su gestión. ¿Ha gobernado antes? ¿Ha tenido puestos administrativos? ¿Y de elección popular? ¿Está académicamente preparado? Todo eso es esencial. Lo último que quisiera es tener en el trono a alguien que cada día se levanta y pregunta ¿y qué diablos estoy haciendo?
4.-NO CREAS LO QUE HA DICHO, SINO LO QUE HA HECHO.
Las campañas duran tres meses. ¿Mi recomendación? IGNÓRALAS absolutamente. Las promesas de campaña y los discursos tienen el mismo valor probatorio o informativo que la página de Facebook de un adolescente: salen sólo las mejores fotos, sólo los mejores eventos y representan, a lo mucho, una visión ideal del ego del candidato y una pléyade de mercadólogos.
Así que ni pierdas tu tiempo. Es más sencillo y rápido observar qué hicieron los candidatos CUANDO NO ESTABAN EN CAMPAÑA. ¿De verdad promovieron el empleo, la seguridad, la educación? ¿De verdad aceptaron amorosamente los resultados de la elección? ¿De verdad protegieron a la familia, a las mujeres?
Me preguntan los jóvenes ¿qué es lo que hay que ver de las campañas? Mi respuesta: Observa cómo se desenvuelven los candidatos ante los medios y, bueno, nada más. Las campañas son sólo forma y nada de fondo. Hay que ver hacia atrás.
5.-¿CÓMO ES EN SU VIDA PRIVADA?
Esta es otra cuestión que a mí, en lo particular, me parece importante. Pienso, a forma de metáfora: ¿a qué candidato le daría yo las llaves de mi casa? ¿A quién dejaría que jugara con mis hijos? ¿A quién dejaría que saliera al cine con mi hija?
Al votar por alguien le estoy entregando las llaves de mi país, y mi confianza casi irrestricta. Ninguno es perfecto, pero alguno de ellos será el elegido.
¿Es congruente entre lo que dice y lo que hace? ¿Cómo trata a su familia, a su esposa, a sus hijos, a sus amigos? ¿Cómo funcionan sus empresas, si las tiene? ¿De dónde es… a qué dedica el tiempo libre?… (con música de Perales).
No sé por qué a los políticos los juzgamos de forma diferente que a otros. No estamos haciendo más que darles una chamba. ¿Por qué ignorar en ellos lo que no ignoraríamos en cualquier otra persona, para cualquier otro puesto?
6.- ¿ME REPRESENTA?
Aquí es donde empiezan a ser útiles las campañas y los debates. ¿Este candidato o candidata me representa? ¿Me lo imagino hablando en el congreso, o en la ONU o en otros países y me siento tranquilo? ¿Tiene habilidades diplomáticas? Va a ser la cara de México, o de mi estado, por seis años. ¿Estoy contento con eso?
7.- MATIZA SUS PROPUESTAS.
"Hay que escuchar propuestas, no discursos". Otro gran paradigma al que encuentro inadecuado. Permítame insistir: en las campañas no hay que escuchar propuestas, porque la gran mayoría son promesas vacías, sin fundamento, más propias de una Miss Universo con buena intención (gracias a mi tía Mónica por la metáfora) que de un político real.
Por eso, ahórrate el trabajo de dilucidar cuáles propuestas son peores, mejores, ciertas o falsas. Haz como yo: ignóralas todas y VE LO QUE HAN HECHO anteriormente. Cuando ya tuvieron el poder, ¿realmente hicieron todo lo que hoy proponen con pompa y circunstancia?
8.-DESCONFÍA DE LOS MEDIOS.
Una realidad triste: TODOS los medios de comunicación tienen agenda. Todos tienen su favorito. Televisa, o TV Azteca, o el Sol de México, o Reforma, o Milenio… TODOS tienen sus gallos.
Esto, claro, es normal. Lo anormal sería que los medios de comunicación, que no son otra cosa que empresas particulares, fueran perfectos y justos. Tienen que ser rentables, no son asignados por democracia y están formados por ciudadanos que, en efecto, tienen el derecho constitucional de apoyar a quien les plazca.
Cambiar los medios es un sueño, por estos días, imposible. Por eso recomiendo: entérate a través de MUCHOS medios distintos, en televisión, radio y periódicos; nacionales e internacionales; locales y nacionales. Trata de peinar la información desde varias fuentes para que puedas tener una sensación general más que un adoctrinamiento cierto. No he encontrado ningún medio que sea 100% objetivo. Cuando lo encuentre, les aviso.
Y, por otra parte, trata de investigar en fuentes oficiales los números para que sepas si tu candidato hizo antes lo que hoy promete.
9.- IGNORA LAS ENCUESTAS.
Un gran problema: las encuestas. Podemos discutir aquí por horas sobre cada empresa encuestadora. Hasta el momento, tu experiencia te dice:
a) Que cada periódico y medio de comunicación tiene resultados distintos (que curiosamente coinciden con su perfil filosófico)
b) Que cada partido en sus "encuestas internas" va mucho más arriba de lo que los demás creen.
c) Que cada encuesta se hace quién sabe cómo, se le añaden algoritmos que no entiendes, se parcializa la información y se maquilla para favorecer al que se quiere favorecer.
La salida sencilla: IGNORA las encuestas. A mí me merecen un 0% de credibilidad. Mejor vota por quien tú creas que sea el mejor, independientemente si "va ganando" o "va perdiendo". Realmente se gana o se pierde en un solo día: el día de la elección.
10.- NO REGALES TU VOTO.
Ooootro gran paradigma de nuestros días: el "voto útil". El concepto del voto útil es NO VOTAR POR TU CANDIDATO SI SABES QUE VA A PERDER. Es un concepto maquiavélico y destructivo. Desde 1939 y hasta 1994, los panistas votaron por el PAN, sabiendo que iban a perder, pero seguros de que, a largo plazo, su voto haría un cambio. Lo mismo puedo decir de los perredistas, o de cualquier partido que haya nacido y crecido en nuestra democracia.
Si tú CREES en el partido que va en último lugar, VOTA por ese partido. Tu voto tiene una resonancia no sólo en corto, sino también en largo plazo. Haz valer ese derecho, cree y defiende lo que tú creas. No entregues tu voto a un partido o candidato que no te convence sólo porque "es el puntero" o "está más cerca del puntero" en las encuestas que, como ya vimos, de todas maneras probablemente sean falsas.
–
Diez claves sencillas para votar de forma consciente e informada dentro de la tormenta de ideas y descalificaciones electorales. Ojalá la democracia permita que, este primero de julio, gane realmente el mejor.
El autor es Abogado, Master en Política Internacional, conductor de Central Noticias en OchoTV y está un poco mareado con tanta encuesta.
Por Francisco García Pimentel Ruíz
En los últimos meses hemos disfrutado del espectáculo electoral en todo su esplendor. Spots, debates, ataques, descalificaciones, promesas. De todo.
Vale recordar que este circo horrífico-místico-fantástico no es exclusivo de México, sino que en todos los países que se hacen llamar democráticos, el sistema funciona a pesar de sus errores. Aquí estamos, y hay que hacer lo mejor que podamos con esta pobre maquinaria.
Ayer tuve una plática muy enriquecedora con alumnos universitarios y les hablé de esto: los diez puntos que, creo, son esenciales para elegir candidato.
¿En qué nos fijamos para poder votar?
1.- EL PARTIDO SÍ IMPORTA.
Parece una especie de paradigma moderno, una especie de frase del votante culto decir que "hay que votar por la persona; no por el partido".
Esta afirmación no deja de ser asombrosa, por la evidencia de su falsedad.
Primero: si un partido elige a un candidato para representarlo, ¿es lógico pensar que ese candidato no comparte la filosofía del partido? Para mí es más sensato asumir que si está allí, al frente de su partido, es porque se encuentra muy cerca del núcleo ideológico y el partido sabe que, ante todo, protegerá los intereses, principios y valores del partido.
Y segundo: aun concediendo que ese candidato "no es el típico priista, o perredista o panista" etc., lo que sí es tan cierto como que Plutón es un planeta, es que una vez en el poder se hará acompañar de un gabinete y tendrá que responder a los grupos que le apoyaron en su encumbramiento.
Así que pregúntate, ahora que vas a votar, si conoces el perfil de tu partido. ¿Es de derecha, izquierda, socialista, comunista, cristiano? Histórica o doctrinalmente promueve la estatización o la inversión, la familia, la pena de muerte, el aborto? Si tu candidato afirma que, aunque su partido es de extrema izquierda "no va tener perfil socialista y no apoyará el aborto", entonces hay de dos: o le miente a su partido, o le miente a sus electores. ¿Qué crees que sea más probable?
Mi recomendación: VOTA POR QUIEN TÚ QUIERAS. Pero no seas tan ingenuo como para pensar que el PRI no es el PRI, el PAN no es el PAN, el PRD no es el PRD, el PT, Movimiento Ciudadano, PANAL no son lo que son.
2.- ¿QUIÉNES SON SUS PADRINOS?
Una vez más, el sentido común que debe de imperar en tu razonamiento. NINGÚN candidato llega solo al poder. Todos llegan apoyados por grupos políticos, sociales o empresariales. Y todos estos grupos exigirán a su candidato cuentas una vez que gane la elección.
Y al candidato no le quedará otra que rendirles cuentas.
Es muy fácil averiguar quién apoya al candidato. La mayoría de los grupos de apoyo son notoriamente conocidos. Que a Peña Nieto apoya el grupo Atlacomulco, ni duda queda. Que a Josefina la apoya el grupo de Calderón, no es ningún secreto. Que a AMLO lo apoyan grupos de izquierda revolucionaria no sorprende a nadie. Que Quadri es el candidato de la Maestra es absolutamente innegable. Lo mismo con los gobernadores, diputados, senadores y munícipes.
¿Y entonces? Bueno, hay que ser honestos y ver las cosas así, como son. Vota por quien tú quieras, pero hazlo sabiendo quién es su familia, a quién trae detrás. Pensar que cualquiera de ellos viene solo y que, una vez arriba, va a "romper" con sus padrinos, es pedirle peras al olmo. Vas a votar por un candidato, su partido y su grupo. No hay otra opción.
3.- ¿TIENE EXPERIENCIA?
Esta debería de ser una cuestión obvia. Quizá lo sea para la gran mayoría. Gobernar no es sencillo, en caso de que tuvieras la duda. Es administrar miles de millones de pesos y lidiar con miles de grupos de presión, partidos, legisladores, gobernantes, reporteros encajosos, articulistas sabihondos y con la gente de a pie que pide lo suyo. Es un trabajo complicadísimo.
Por eso es importante que el gobernante o legislador por quien vas a votar cuente con la experiencia suficiente como para no tener que pagar las novatadas al inicio de su gestión. ¿Ha gobernado antes? ¿Ha tenido puestos administrativos? ¿Y de elección popular? ¿Está académicamente preparado? Todo eso es esencial. Lo último que quisiera es tener en el trono a alguien que cada día se levanta y pregunta ¿y qué diablos estoy haciendo?
4.-NO CREAS LO QUE HA DICHO, SINO LO QUE HA HECHO.
Las campañas duran tres meses. ¿Mi recomendación? IGNÓRALAS absolutamente. Las promesas de campaña y los discursos tienen el mismo valor probatorio o informativo que la página de Facebook de un adolescente: salen sólo las mejores fotos, sólo los mejores eventos y representan, a lo mucho, una visión ideal del ego del candidato y una pléyade de mercadólogos.
Así que ni pierdas tu tiempo. Es más sencillo y rápido observar qué hicieron los candidatos CUANDO NO ESTABAN EN CAMPAÑA. ¿De verdad promovieron el empleo, la seguridad, la educación? ¿De verdad aceptaron amorosamente los resultados de la elección? ¿De verdad protegieron a la familia, a las mujeres?
Me preguntan los jóvenes ¿qué es lo que hay que ver de las campañas? Mi respuesta: Observa cómo se desenvuelven los candidatos ante los medios y, bueno, nada más. Las campañas son sólo forma y nada de fondo. Hay que ver hacia atrás.
5.-¿CÓMO ES EN SU VIDA PRIVADA?
Esta es otra cuestión que a mí, en lo particular, me parece importante. Pienso, a forma de metáfora: ¿a qué candidato le daría yo las llaves de mi casa? ¿A quién dejaría que jugara con mis hijos? ¿A quién dejaría que saliera al cine con mi hija?
Al votar por alguien le estoy entregando las llaves de mi país, y mi confianza casi irrestricta. Ninguno es perfecto, pero alguno de ellos será el elegido.
¿Es congruente entre lo que dice y lo que hace? ¿Cómo trata a su familia, a su esposa, a sus hijos, a sus amigos? ¿Cómo funcionan sus empresas, si las tiene? ¿De dónde es… a qué dedica el tiempo libre?… (con música de Perales).
No sé por qué a los políticos los juzgamos de forma diferente que a otros. No estamos haciendo más que darles una chamba. ¿Por qué ignorar en ellos lo que no ignoraríamos en cualquier otra persona, para cualquier otro puesto?
6.- ¿ME REPRESENTA?
Aquí es donde empiezan a ser útiles las campañas y los debates. ¿Este candidato o candidata me representa? ¿Me lo imagino hablando en el congreso, o en la ONU o en otros países y me siento tranquilo? ¿Tiene habilidades diplomáticas? Va a ser la cara de México, o de mi estado, por seis años. ¿Estoy contento con eso?
7.- MATIZA SUS PROPUESTAS.
"Hay que escuchar propuestas, no discursos". Otro gran paradigma al que encuentro inadecuado. Permítame insistir: en las campañas no hay que escuchar propuestas, porque la gran mayoría son promesas vacías, sin fundamento, más propias de una Miss Universo con buena intención (gracias a mi tía Mónica por la metáfora) que de un político real.
Por eso, ahórrate el trabajo de dilucidar cuáles propuestas son peores, mejores, ciertas o falsas. Haz como yo: ignóralas todas y VE LO QUE HAN HECHO anteriormente. Cuando ya tuvieron el poder, ¿realmente hicieron todo lo que hoy proponen con pompa y circunstancia?
8.-DESCONFÍA DE LOS MEDIOS.
Una realidad triste: TODOS los medios de comunicación tienen agenda. Todos tienen su favorito. Televisa, o TV Azteca, o el Sol de México, o Reforma, o Milenio… TODOS tienen sus gallos.
Esto, claro, es normal. Lo anormal sería que los medios de comunicación, que no son otra cosa que empresas particulares, fueran perfectos y justos. Tienen que ser rentables, no son asignados por democracia y están formados por ciudadanos que, en efecto, tienen el derecho constitucional de apoyar a quien les plazca.
Cambiar los medios es un sueño, por estos días, imposible. Por eso recomiendo: entérate a través de MUCHOS medios distintos, en televisión, radio y periódicos; nacionales e internacionales; locales y nacionales. Trata de peinar la información desde varias fuentes para que puedas tener una sensación general más que un adoctrinamiento cierto. No he encontrado ningún medio que sea 100% objetivo. Cuando lo encuentre, les aviso.
Y, por otra parte, trata de investigar en fuentes oficiales los números para que sepas si tu candidato hizo antes lo que hoy promete.
9.- IGNORA LAS ENCUESTAS.
Un gran problema: las encuestas. Podemos discutir aquí por horas sobre cada empresa encuestadora. Hasta el momento, tu experiencia te dice:
a) Que cada periódico y medio de comunicación tiene resultados distintos (que curiosamente coinciden con su perfil filosófico)
b) Que cada partido en sus "encuestas internas" va mucho más arriba de lo que los demás creen.
c) Que cada encuesta se hace quién sabe cómo, se le añaden algoritmos que no entiendes, se parcializa la información y se maquilla para favorecer al que se quiere favorecer.
La salida sencilla: IGNORA las encuestas. A mí me merecen un 0% de credibilidad. Mejor vota por quien tú creas que sea el mejor, independientemente si "va ganando" o "va perdiendo". Realmente se gana o se pierde en un solo día: el día de la elección.
10.- NO REGALES TU VOTO.
Ooootro gran paradigma de nuestros días: el "voto útil". El concepto del voto útil es NO VOTAR POR TU CANDIDATO SI SABES QUE VA A PERDER. Es un concepto maquiavélico y destructivo. Desde 1939 y hasta 1994, los panistas votaron por el PAN, sabiendo que iban a perder, pero seguros de que, a largo plazo, su voto haría un cambio. Lo mismo puedo decir de los perredistas, o de cualquier partido que haya nacido y crecido en nuestra democracia.
Si tú CREES en el partido que va en último lugar, VOTA por ese partido. Tu voto tiene una resonancia no sólo en corto, sino también en largo plazo. Haz valer ese derecho, cree y defiende lo que tú creas. No entregues tu voto a un partido o candidato que no te convence sólo porque "es el puntero" o "está más cerca del puntero" en las encuestas que, como ya vimos, de todas maneras probablemente sean falsas.
–
Diez claves sencillas para votar de forma consciente e informada dentro de la tormenta de ideas y descalificaciones electorales. Ojalá la democracia permita que, este primero de julio, gane realmente el mejor.
El autor es Abogado, Master en Política Internacional, conductor de Central Noticias en OchoTV y está un poco mareado con tanta encuesta.
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