Loret de Mola, el pretexto para la guerra Televisa vs Reforma
Carlos Loret de Mola / El Universal
Carlos Loret de Mola sólo es un pretexto. El supuesto affaire del conductor se convirtió en un detonante para desatar un nuevo capítulo de la batalla que sostienen desde hace meses dos de los grupos de medios más grandes y poderosos de México: Televisa y Reforma.
Loret de Mola es en este caso, toda proporción guardada, lo que fue el archiduque de Austria, Francisco Fernando a principios del siglo pasado, cuyo asesinato en Sarajevo desencadenó la Primera Guerra Mundial. En ese entonces, bastó este hecho para que alianzas entre potencias ya perfectamente definidas se enfrentarán en el primer conflicto bélico que involucró a toda Europa. Y aquí las cosas no son tan diferentes.
El enfrentamiento entre Televisa y Reforma no es fortuito y tiene como trasfondo intereses económicos que han llevado a estas dos empresas a una auténtica guerra sucia que no busca sino erosionar la credibilidad de uno y otro bando.
Todo comenzó con las revelaciones y posturas que tanto periodistas como artículistas del diario escribieron con relación a distintos casos que involucraba a la televisora en un supuesto tráfico de influencias, principalmente en la llamada Licitación 21, aludiendo a prácticas de favoritismo por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Cofetel para entregar a la sociedad Nextel-Televisa un bloque de 30 Mhz de la banda 1.7Ghz con el cual podrán otorgar servicios de cuádruple play (televisión, internet, telefonía fija y móvil). Reforma insistió que el pago por dicha concesión fue una verdadera 'ganga'.
En respuesta, Televisa contratacó con sendos reportajes sobre la trata de blancas, denunciando (en la voz de algunos legisladores) a dos medios impresos por permitir en sus anuncios de ocasión, inserciones que podrían tomarse como prostitución. Dichos medios fueron Reforma y Metro (éste último también del mismo grupo editorial), sin mencionar a otros periódicos (El Universal y El Gráfico de hecho duplican en anuncios de servicios sexuales a Reforma) y revistas que incurren en las mismas prácticas, incluyendo la revista TVyNovelas de Grupo Editorial Televisa.
En ese mismo tenor, cuando el presidente de Cemex, Lorenzo Zambrano se fue contra los empresarios regios que huían por la situación de inseguridad en Monterrey, el mejor ejemplo que encontró el noticiero conducido por Joaquín López Dóriga fue Alejandro Junco de la Vega, dueño de Grupo Reforma, quien se había mudado con toda su familia a Austin, Texas, ante una situación que él consideraba insostenible.
De ahí que cuando la revista TVNotas publicó las fotos de Carlos Loret de Mola en una supuesta relación con de una sus compañeras de trabajo, uno de los primeros medios en hacer 'leña del árbol caído' fue Reforma, en un contexto donde el conductor del noticiero matutino es la imagen principal de 'Iniciativa México', una especie de 'reality social' en cuyo marco varios medios informativos acordaron "no ser voceros involuntarios de la violencia", un pliego de intenciones donde Reforma no participó.
Cabe mencionar que del caso de Loret de Mola hablaron muchos más medios, pero como las alianzas ya estaban formadas con antelación, como en el caso de la Primera Guerra Mundial, los periodistas y locutores afines a Loret enfocaron sus baterías contra Reforma, como sucedió en el programa de análisis y debate Tercer Grado. Uno de sus miembros, Ciro Gómez Leyva, llevó el caso hasta su columna en Milenio Diario bajo el título Loret: Reforma va al bote de basura, tachando al diario de poco o nada objetivo.
De si es verdad o no la supuesta infidelidad es lo de menos, es sólo la punta de un iceberg que esconde bajo el agua toda una guerra que toma gradualmente tintes más oscuros, donde lo que está en juego es la credibilidad para futuras batallas. Es ingenuo pensar que esto es un simple escándalo de revistas de corazón, de juzgar la calidad moral de una persona y poner en tela de juicio su profesionalismo. En esta incursión podremos notar de qué lado están las caras y las plumas más conocidas del país. O en otras palabras: 'de qué lado masca la iguana'.
Loret de Mola es en este caso, toda proporción guardada, lo que fue el archiduque de Austria, Francisco Fernando a principios del siglo pasado, cuyo asesinato en Sarajevo desencadenó la Primera Guerra Mundial. En ese entonces, bastó este hecho para que alianzas entre potencias ya perfectamente definidas se enfrentarán en el primer conflicto bélico que involucró a toda Europa. Y aquí las cosas no son tan diferentes.
El enfrentamiento entre Televisa y Reforma no es fortuito y tiene como trasfondo intereses económicos que han llevado a estas dos empresas a una auténtica guerra sucia que no busca sino erosionar la credibilidad de uno y otro bando.
Todo comenzó con las revelaciones y posturas que tanto periodistas como artículistas del diario escribieron con relación a distintos casos que involucraba a la televisora en un supuesto tráfico de influencias, principalmente en la llamada Licitación 21, aludiendo a prácticas de favoritismo por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Cofetel para entregar a la sociedad Nextel-Televisa un bloque de 30 Mhz de la banda 1.7Ghz con el cual podrán otorgar servicios de cuádruple play (televisión, internet, telefonía fija y móvil). Reforma insistió que el pago por dicha concesión fue una verdadera 'ganga'.
En respuesta, Televisa contratacó con sendos reportajes sobre la trata de blancas, denunciando (en la voz de algunos legisladores) a dos medios impresos por permitir en sus anuncios de ocasión, inserciones que podrían tomarse como prostitución. Dichos medios fueron Reforma y Metro (éste último también del mismo grupo editorial), sin mencionar a otros periódicos (El Universal y El Gráfico de hecho duplican en anuncios de servicios sexuales a Reforma) y revistas que incurren en las mismas prácticas, incluyendo la revista TVyNovelas de Grupo Editorial Televisa.
En ese mismo tenor, cuando el presidente de Cemex, Lorenzo Zambrano se fue contra los empresarios regios que huían por la situación de inseguridad en Monterrey, el mejor ejemplo que encontró el noticiero conducido por Joaquín López Dóriga fue Alejandro Junco de la Vega, dueño de Grupo Reforma, quien se había mudado con toda su familia a Austin, Texas, ante una situación que él consideraba insostenible.
De ahí que cuando la revista TVNotas publicó las fotos de Carlos Loret de Mola en una supuesta relación con de una sus compañeras de trabajo, uno de los primeros medios en hacer 'leña del árbol caído' fue Reforma, en un contexto donde el conductor del noticiero matutino es la imagen principal de 'Iniciativa México', una especie de 'reality social' en cuyo marco varios medios informativos acordaron "no ser voceros involuntarios de la violencia", un pliego de intenciones donde Reforma no participó.
Cabe mencionar que del caso de Loret de Mola hablaron muchos más medios, pero como las alianzas ya estaban formadas con antelación, como en el caso de la Primera Guerra Mundial, los periodistas y locutores afines a Loret enfocaron sus baterías contra Reforma, como sucedió en el programa de análisis y debate Tercer Grado. Uno de sus miembros, Ciro Gómez Leyva, llevó el caso hasta su columna en Milenio Diario bajo el título Loret: Reforma va al bote de basura, tachando al diario de poco o nada objetivo.
De si es verdad o no la supuesta infidelidad es lo de menos, es sólo la punta de un iceberg que esconde bajo el agua toda una guerra que toma gradualmente tintes más oscuros, donde lo que está en juego es la credibilidad para futuras batallas. Es ingenuo pensar que esto es un simple escándalo de revistas de corazón, de juzgar la calidad moral de una persona y poner en tela de juicio su profesionalismo. En esta incursión podremos notar de qué lado están las caras y las plumas más conocidas del país. O en otras palabras: 'de qué lado masca la iguana'.
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