jueves, 29 de septiembre de 2011

El demonio, siempre al acecho: exorcistas

La Jornada en Internet: El demonio, siempre al acecho: exorcistas
Algunas formas de que se vale el diablo para colarse en la vida de las personas se relacionan con su historia personal, con la mala relación con sus padres, la situación económica o laboral y la carencia de relaciones humanas sanas.
Carolina Gómez Mena
Publicado: 29/09/2011 19:34

México, DF. El demonio siempre está al acecho, se esconde en la sociedad y en sus problemas, y una de sus mayores fortalezas es hacer creer al hombre que no existe, plantearon expertos exorcistas y auxiliares de la liberación en el contexto del quinto Congreso Nacional de Exorcistas, donde también advirtieron que hay aspectos que escapan a la ciencia. Uno de ellos; la influencia del diablo.
El sacerdote Pedro Baltazar Vallejo reflexionó sobre las causas físicas o ambientales que detonan la posibilidad de una influencia maligna en una persona, y aclaró que la ciencia no se enfrenta a la religión ni viceversa, pues “se necesitan algunas ciencias para discernir y decidir con más claridad”.

Citó como ejemplo de esta colaboración el caso de la perturbación del alma, donde “es necesaria la siquiatría”; pero, dijo, “no se debe caer en reduccionismos que buscan entender todo a través de la ciencia: hay cosas que sobrepasan el entendimiento”.

El sacerdote comentó que muchas de las situaciones que se vale el diablo para colarse en la vida de las personas se relacionan con su historia personal, con la mala relación con sus padres, la preocupación por su situación económica o laboral y la carencia de relaciones humanas sanas.
“Muchos problemas vienen desde el entorno familiar y suelen afectar al menor provocándole grandes traumas”, es allí “donde el demonio se disfraza en la sociedad y sus problemas, él quiere que nos vayamos con él al infierno. Nos ha hecho creer que no existe o que no está presente en los mensajes subliminales de la música, en los comerciales, películas y series de televisión” , entre otros muchos espacios.

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