Entre los estados en los que se incrementó esta pobreza está Sonora, con un 34.6%
La pobreza laboral es un término que se aplica a quienes a pesar de trabajar, no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas.
Reforma, 10 de Julio de 2010
México, D.F.- En los últimos cinco años, la proporción de mexicanos cuyos ingresos laborales no les alcanzan para comprar una canasta básica de alimentos aumentó 13.8%, de acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En el reporte Tendencias Económicas y Sociales de Corto Plazo, publicado en junio, el organismo indica que el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) se incrementó 20% en las zonas urbanas y 1.8 en las rurales.
Las entidades donde se registró un aumento más significativo de del ITLP fueron Nuevo León, con 61.8%; Baja California, con 57.8; el Distrito Federal, con 35; Sonora, con 34.6, y Coahuila, con 33.8. En contraparte, cuatro entidades registraron una reducción en el indicador: Tabasco con 5.5%; Chiapas, con 4.2; Campeche, con 3.45, y Zacatecas, con 1.9.
“La serie de este indicador muestra trimestralmente la tendencia de la proporción de personas que no puede adquirir la canasta alimentaria con el ingreso laboral de los hogares”, explica el Coneval.
“El indicador se construye a partir de la información sobre los ingresos laborales contenidos en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) y a partir del valor de la línea de bienestar mínimo (canasta alimentaria) construida para la metodología de medición multidimensional de la pobreza en México”. Según el reporte, la línea de bienestar mínimo en las zonas urbanas pasó de 874 pesos en agosto de 2008 a mil 7 en abril de este año.
“La línea de bienestar mínimo permite identificar a la población que, aun haciendo uso de todo su ingreso en la compra de alimentos, no puede adquirir los productos contenidos en la canasta alimentaria construida por el Coneval”, apunta. La canasta incluye 37 productos alimenticios.
Impactos diferenciados
Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Coneval, consideró que el nivel de interrelación con el mercado externo, y en particular con Estados Unidos, explica en parte en mayor incremento del ITLP en entidades industrializadas como Nuevo León.
“La lectura que podemos hacer es que aquellas regiones que han tenido más nexos con el mercado manufacturero estadounidense fueron las más afectadas por la crisis”, comentó en entrevista.
Para Héctor Nájera, investigador del Observatorio de Política Social y Derechos Humanos, la hipótesis aplica en sentido inverso.
“En los estados donde no hubo aumento (del índice), los más rurales, la crisis no alcanzó a sus sectores productivos. Siguieron en general con una dinámica laboral ajena a la crisis económica, y por esos sus ingresos no se afectaron”, señaló.
Alfonso Bouzas, especialista el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, atribuyó el fenómeno a una reactivación de la migración interna en México.
“Lo que vemos es un país rural que deja de existir. No hay política pública ni empresas capaces de contener a la población que migra a las ciudades, y el único escenario que ofrece alternativas es el sector servicios, que crece de manera lenta y el informal, incluyendo a la delincuencia”.
Hernández Licona explicó que el ITLP no sustituye las mediciones bianuales de la pobreza permite conocer tendencias inmediatas para tomar decisiones de política pública.
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