martes, 13 de julio de 2010

Fragmento de Carta desde el exilio del Párroco de Ocotlán Oaxaca

Hola:

Les compartimos esta Carta que envia desde el exilio nuestro estimado Martin Garcia Ortiz, mejor conocido como el Padre Martin, o el Parroco de Ocotlan. Si, el que por cumplir con su mision pastoral hacia las comunidades de Oaxaca fue secuestrado y torturado por los esbirros de Ulises Ruiz y de la empresa trasnacional minera Continum Resources, ademas de acusarlo de encabezar la justa resistencia a la agresion trasnacional y sus complices.

La Carta desde el exilio, que anexamos, explica la raiz de la injusticia, pero sobre todo su enorme valor y amor a la labor pastoral del lado de la comunidad. De ella destacamos algunos puntos e invitamos a leerla como un documento extraordinario. Su palabra siembra esperanza.


Amigos del P. Martín


Fragmentos de la Carta desde el exilio del Párroco de Ocotlán Oaxaca

el gobierno y la empresa minera y sus marionetas la organización <San José defendiendo sus derechos>. Ven con peligro que la gente por acción de la parroquia conozca y defienda sus derechos, recupere sus zonas boscosas al ir sembrando los niños de la comunión y la confirmación cientos y yo creo que a esta altura ya miles de arbolitos, que se proteja el medio ambiente de los efectos negativos de sulfuros en la tierra o de insecticidas o herbecidas químicos, de decir un no rotundo a la siembra de maíz transgénico, que la gente de las comunidades levante su autoestima personal y comunitaria, que la gente se vuelva crítica frente a la realidad y a las acciones de los poderosos de nuestro tiempo, que los mismo niños tomen conciencia de la vida y de la realidad, que sus padres y padrinos conozcan y valoren su participación dentro de la iglesia, que se busque que la poco agua que todavía llueve no se valla, sino que se quede en retenes, presas, pozos de absorción, cisternas captadoras de lluvia, hasta nos han copiado lo que hacemos, la organización San José defendiendo sus derechos ha copiado todo esto, pero la diferencia es que nosotros hemos trabajado todo esto con nuestros propios recursos, nos ha costado y por eso lo valoramos, ni del gobierno, ni la minera, lo podemos decir con toda dignidad, hemos recibido ni les pedimos nada.

Y es precisamente lo que les digo ahora es el momento de seguir adelante, no es momento de tener miedos, sino el momento de endurecer más nuestra postura, de ser más necios en la evangelización en sus tres áreas: Litúrgica, profética y social. Aunque han herido al pastor, las ovejas deben seguir siempre tan organizadas y caminando en su trabajo, en otras palabras el hecho de que yo no esté presente, no quiere decir que todo se acabó, yo sigo siendo el párroco, y aunque en este momento no puedo estar con ustedes, no quiere decir que ustedes aflojen en el caminar. Es la hora de que la espada sea desenvainada para iniciar la lucha más fuerte.

Pido por favor a:

1) Los coordinadores: no descuiden a su comunidad, sigan reuniéndolos sobre todo en la oración y en la celebración dominical, hagan oración por que la carne es débil, pero el espíritu siempre ha sido fuerte.
2) A mis catequistas que por favor no descuiden su labor, sigan enseñando a los niños y niñas, díganle a sus niños, que su párroco los quiere y los ama por ser los primeros en el Reino de los cielos y que el dolor que he sufrido lo uno a los dolores de Jesucristo que nos dijo: "Nadie tiene más amor más grande que el que da la vida por sus amigos".
5) A todos los miembros de la pastoral social, que se esfuercen por difundir por todos los medios todos sus conocimientos, busquen en torno a la palabra de Dios, organizar a la gente para que defiendan su tierra y sus territorios, su maíz, sus ríos, sus árboles, su salud, su alimentación. Porque solo así podremos decirles a los que nos persiguen: "digan que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y a los pobres se les anuncia el Reino de Dios."
6) Cuando compren un anillo, una pulsera, una cadenita, un Cristo, una medallita de oro o de plata sepan que ahí en esa alhaja hay millones de litros de agua contaminada con cianuro o con sulfuros, están las lágrimas de madres, esposos, padres, hombres y mujeres que tiene a algún familiar encarcelado o ha sido torturado a causa de defender su tierra y territorio de las empresas mineras, que ahí hay mucha sangre derramada por personas que han muerto o han sido torturadas como yo.
Sin más por el momento me despido de ustedes con una digna rabia que siento en el corazón, pero que lo hace ahora con un mayor compromiso por el anuncio del Reinado de Dios.



Fraternalmente

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