OSIEL CASTILLO BARRAZA
Arropado por la clase política nacional, Rodrigo Medina de la Cruz rindió su segundo informe de gobierno en donde quedan asignaturas pendientes como la inseguridad y el manejo pesado de la deuda. Son dos años de gobierno y no se sabe a ciencia cierta cómo están las finanzas estatales ni como se podrían pedir 3 mil millones de pesos más. Una cifra escalofriante. Por ende, el manto protector sobre su antecesor, Natividad González Parás es inocultable, como inocultable fue la presencia del líder nacional del PRI, Humberto Moreira a cuya vera se ha inventado la desinencia moreirazo. Pero estamos en épocas en donde no hay la valentía para aceptar errores y si son señalados inmediatamente se van por el simplismo del fuego amigo o ataques políticos como valor de la pobreza intelectual de nuestros políticos.
Son dos años de la portada de RegioNegocios con un Rodrigo Medina con cara de preocupado y un encabezado inteligente: “Cuesta arriba”, en franca alusión al tiempo de recoger varas que le tocó al nuevo gobernador, tras un sexenio de derroche en obra pública y un virtual estado de hipoteca de Nuevo León. Pero eso que importa. Los políticos siempre ven para adelante en su carrera por mantener en el Poder o pegados a la ubre, como lo quiera ver el lector. Lo importante ahí fue la aparición de Enrique Peña Nieto quien se llevó las palmas y la cruz. Ni la alusión del PAN de que no hay gobernador y el robo de la frase más profunda de la sociedad civil del “si no puede, renuncie”, opacó el II Informe. Otra cosa hubiera sido si el escándalo de los quesos de los Larrazabal y la aprehensión de Adalberto Madero no se hubieran dados en la víspera del informe.
En política no hay casualidades, dijo el ideólogo del PRI, Jesús Reyes Heroles. Y lo que siempre he dicho en este espacio, a la política no siempre llega quien es el más capaz, sino el que es cobijado por la suerte y la circunstancia. Fueron, en sí, dos años de aprendizaje de Rodrigo Medina. Puede utilizar otros dos para estabilizar a Nuevo León en la inseguridad y las finanzas y dos más para dejar huella como el hombre que llegó con todos los pronósticos en contra y logro remontar los malos augurios. Dos años de recoger varas. Ya habrá tiempo para lanzar sus propios cohetes.
Monitor Político, 111013
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