Mueren en 2010 al menos 46 representantes católicos en forma violenta - Diario de Yucatán
8 enero 2011
MÉXICO (Notimex).— En 2010 murieron en forma violenta por causa de su ministerio en la Iglesia Católica en el mundo un obispo, 15 sacerdotes, un religioso, una religiosa, dos seminaristas, tres laicos y 23 agentes pastorales, informó la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Según un balance efectuado por la congregación, en esa lista negra México aparece con dos sacerdotes: José Luis Puerto y Carlos Salvador Wotto.
Señaló que esa cifra, a pesar de todo, representa una importante reducción en comparación con 2009, cuando se registraron 30 muertes violentas de sacerdotes, además de otras personas relacionadas con el ministerio de la Iglesia Católica alrededor del mundo.
Entre 2001 y 2010 se han contabilizado ya 253 vidas perdidas de agentes pastorales en todo el mundo, expuso el documento de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Respecto a 2010, el informe expone que, por su impacto internacional, destaca el sangriento asesinato de monseñor Luigi Padovece, vicario apostólico de Anatolia y presidente de la Conferencia Episcopal turca, en vísperas del viaje del Papa Benedicto XVI a Chipre.
Por continentes, nuevamente el americano resultó ser el más peligroso para los representantes de la Iglesia Católica, pues en el periodo señalado perdieron la vida en este hemisferio 10 sacerdotes, un religioso, un seminarista y tres laicos. En la mayoría de los casos el móvil del crimen fue el robo.
El documento expone que el mayor número de religiosos católicos asesinados se registró en Brasil, donde murieron Dejair Goncalves, Rubens Almeida, Bernardo Muñiz, el seminarista Mario Pinheiro y el laico Epaminonda Márquez. En Colombia fueron asesinados Román de Jesús Zapata, Herminio Calero y Luis Enrique Pineda.
En Perú, durante un robo de un convento franciscano fueron asesinados Linan Ruiz Morales y su colaborador Analías Aguila; mientras que en Venezuela murió Esteban Roberto Wood; en Ecuador, el misionero polaco Miroslaw Karczewski, y en Haití, el agente de Cáritas Julien Kenorv.
En Asia perdieron la vida un obispo, cuatro sacerdotes y una religiosa, aunque ahí el móvil principal de los asesinatos fue la violencia y el odio por motivos religiosos; en tanto que en Africa murieron tras sendos intentos de robo un sacerdote y un seminarista.
La Congregación para la Evangelización de los Pueblos informó que durante 2010 se inició la apertura del proceso de beatificación del sacerdote Daniel Badillo, asesinado en Perú en 1997, y de Jerzi Popieluszko, mártir acribillado por odio a la fe en 1984 en su natal Polonia durante el régimen comunista.
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